La Generalitat se quedará con Rodalies a las puertas de la liberalización de los servicios de cercanías
Cataluña podría acudir a varias tretas para no abrir las líneas a la competencia
El Gobierno inyectará 6.300 millones de inversión en Rodalies antes de su traspaso a Cataluña
El traspaso de Rodalies a Cataluña no llega en un momento casual. En un tiempo máximo de una década, los servicios de tren de Cercanías y Media Distancia (Avant) de toda España tendrán que ser abiertos a la competencia por normativa europea, como ha sucedido ya con la alta velocidad ferroviaria ... . Un hecho que no ha pasado desapercibido para la Generalitat -ahora en manos de ERC-, que tendrá que ser quien lleve a cabo la licitación de las líneas. Es más, incluso podría abogar por no convocar concurso y dejar todos los servicios en manos de Rodalies si se dan algunas de las condiciones que exige Bruselas, según ha podido saber este periódico.
Es una opción que tienta, y mucho, al actual Govern una vez que el Estado transfiera todas las vías, estaciones y trenes, hasta ahora en posesión de Renfe y Adif, a la comunidad catalana. La normativa comunitaria exige la apertura a empresas privadas desde el año pasado, pero da lugar a establecer prórrogas hasta 2033, año en el que todos los servicios deben estar ya licitados. Pero la Comisión también contempla dos excepciones a las que se puede acoger Cataluña para otorgar los contratos de manera directa a Rodalies.
En concreto, podrán adjudicar el contrato a dedo a Rodalies si la Generalitat justifica que las características estructurales de tamaño, particularidades de la demanda, complejidad de la red, aislamiento técnico y geográfico y los servicios cubiertos se ajustan más a un modelo de contrato directo. Para ello también debe garantizarse que dicho contrato mejorará la calidad de los servicios o de la rentabilidad, en comparación con el adjudicado anteriormente, explican fuentes oficiales del departamento de Movilidad y Transportes de la Comisión Europea. Solo en esos casos Cataluña podría justificar la concesión directa a Rodalies, aunque son definiciones difíciles de ponderar.
Sin concretar planes
Por el momento, la Generalitat de Pere Aragonès no se moja sobre sus planes, pero señalan que en su potestad está hacer la licitación, o seguir con gestión directa, informa Àlex Gubern. En todo caso dependerá del partido que esté al frente del Govern en la siguiente legislatura que coincidirá con la extinción del contrato -si no se decide ejecutar prórroga de cinco años- vigente entre Renfe y el Estado para la gestión y operativa de los servicios de trenes de Cercanías en toda España.
Cuando ese acuerdo se extinga, no solo Cataluña, sino también el resto de comunidades autónomas con competencias transferidas tendrán que abrir una licitación en la que podrán participar empresas públicas y privadas ya sean españolas o extranjeras. Para entonces otras regiones como País Vasco -a la que también le será transferido el Cercanías como así pactaron PSOE y PNV para investir a Sánchez- y la Comunidad Valenciana -que negocia el traspaso de competencias-, también podrían tener los poderes para llevar a cabo el concurso público. En el resto de regiones será el Estado el que se encargue del proceso. La intención de Renfe hasta hace pocos meses era la de presentarse a todos los concursos.
Es este un cambio de paradigma que ha hecho a la operadora pública reordenar su estructura y que trae de cabeza a sus trabajadores ante la posible pérdida de muchas de las líneas de Cercanías y Media Distancia que podrían caer a favor de otras empresas privadas. De hecho, esta es una de las principales quejas suscitadas por los sindicatos tras conocer el traspaso de Rodalies a Cataluña. Temen que la pérdida de músculo que sufrirá Renfe tras la segregación acabe repercutiendo en la capacidad de la compañía para ganar las licitaciones. «La empresa tiene complicado afrontar los concursos con todas las modificaciones que tienen que realizar más las que tendrán que desgajar», relatan a este periódico fuentes sindicales.
Son miles de empleados los que dan servicio a los alrededor de dos millones de viajeros que suben cada día a los trenes de Cercanías en todo el país. Por el momento, con el traspaso de Rodalies como pretexto, los sindicatos de Renfe y Adif tienen convocadas cinco jornadas de huelgas que comenzarán este viernes, tras fracasar la semana pasada la interlocución con el Ministerio de Transportes. Ahora, tendrán que negociar con el equipo de Óscar Puente, desde ayer nuevo ministro del ramo.
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