El frenazo del PIB en 2024 expone las carencias del crecimiento español
Los analistas desmontan las optimistas previsiones del Gobierno y avisan de que aún están pendientes de resolver las principales vulnerabilidades de la economía: déficit, paro y baja productividad
Ven la amalgama de formaciones políticas que sustentan la mayoría parlamentaria de Sánchez como un obstáculo para las reformas
![La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, comenta algo al presidente Sánchez en el Congreso](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/12/22/SanchezCalvioEP-Rys6WkKEBTjwAC00gOY9IaL-1200x840@abc.jpg)
La vicepresidenta saliente del Gobierno, Nadia Calviño, reveló el pasado jueves en el Congreso una evaluación económica interna según la cual la economía española apenas habría crecido o incluso habría tenido un desempeño negativo en 2023 de no haber recibido el impulso adicional de los fondos europeos ... . «La fortaleza y la resiliencia de la economía española no se entienden sin el Plan de Recuperación», dijo la vicepresidenta, en un intento de ensalzar el tino de sus medidas y su buena ejecución -muy cuestionadas desde la oposición política y los empresarios-, pero también en un reconocimiento implícito de que sin ese auxilio la economía habría tenido mucho más complicado salir de la crisis desencadenada por la pandemia.
Los analistas esperan que 2024 sea el año en que los fondos europeos desplieguen con mayor vigor sus efectos benefactores sobre la economía española y aún así vaticinan un crecimiento en un rango de entre el 1,4% y el 1,8%, por encima de las de las principales economías del euro, pero por debajo de la previsión del Gobierno, que pese a lo apuntado en la práctica totalidad de previsiones sobre España realizadas por analistas nacionales e internacionales mantiene la previsión del 2% actualizada el pasado octubre.
Unas previsiones que, además, están amenazadas por un buen puñado de incertidumbres, relacionadas en algunos casos con aspectos que escapan al control de las autoridades nacionales, como puede ser la evolución del conflicto en Oriente Próximo o en Ucrania, y en otros directamente asociados a las elecciones de política económica, como es la política fiscal, cuyo sesgo es mayoritariamente negativo. Es decir, que su materialización podría recortar aún más el crecimiento previsto para el próximo año.
Según las proyecciones realizadas por Caixabank Research, esos riesgos podrían restar hasta tres décimas extra al crecimiento de 2024, siendo una subida inesperada del precio del petróleo o un menor crecimiento de las economías europeas los que podrían tener un impacto más dañino sobre el desempeño de la economía.
Carencias no resueltas
La tendencia es preocupante. En las últimas semanas la práctica totalidad de los institutos de análisis han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para España en 2024, aún cuando las expectativas de inflación son más positivas y apuntan a un aterrizaje rápido de los precios.
La inquietud general es que la ralentización del crecimiento aflore las vulnerabilidades no resueltas de la economía española. «A pesar de que las expectativas para la economía española de los próximos años son relativamente favorables, desde un punto de vista más estructural sigue siendo necesario abordar con ambición algunos de los principales lastres que han venido condicionando la actividad económica española en las últimas décadas; en particular, la baja productividad, la elevada tasa de paro y el considerable desequilibrio fiscal», enumeraba la semana pasada el director de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, en la presentación de su actualización de proyecciones.
Las proyecciones de los analistas subrayan que la productividad continuará lastrando el potencial de crecimiento de la economía española en los próximos años, que el déficit difícilmente bajará del 3% del PIB salvo que el Gobierno adopte medidas de ajuste de gasto y que la tasa de paro tampoco bajará del 11%.
«El nivel de crecimiento en los próximos años va a ser insuficiente para corregir relevantes debilidades estructurales de la economía española», apunta el último informe de Equipo Económico, que añade a las carencias señaladas por el Banco de España los bajos niveles de inversión y la reversión del proceso de convergencia en términos de renta con Europa.
Más allá de los analistas, los altos directivos de empresa también tienen una visión más negativa de la situación económica que aguarda en 2024. Una encuesta realizada por la firma de asesoramiento corporativo Vistage entre directivos del llamado 'middle market' (las compañías que están entre las pequeñas cotizadas y las grandes del Ibex) revela que el 90% de estos prevé que la situación económica empeore o como mínimo permanezca igual el próximo año. Dos de cada tres admiten que invertirán lo mismo o menos que este año, algo menos de la mitad que su rentabilidad empresarial y la mitad no contratarán o incluso recortarán su plantilla el próximo ejercicio.
El diagnóstico de situación del Instituto de Estudios Económicos (IEE) apunta también el ámbito regulatorio. Entiende que la política económica no ha sido propicia a la inversión empresarial. «Ha habido una presión enorme sobre los costes empresariales, especialmente de los costes laborales, y eso ha hecho que la economía española esté perdiendo competitividad», explicaba hace unos días el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa. «Lo único que hemos visto son medidas de incremento de gasto y ninguna orientada a mejorar su eficiencia».
El riesgo regulatorio
El Consejo General de Economistas atribuía en un reciente informe las pérdidas de competitividad en determinadas comunidades autónomas al marco político y regulatorio. Y no pocos informes de analistas han señalado en las últimas semanas a la singularidad de los apoyos políticos de Pedro Sánchez como un foco de incertidumbre para la política económica. «El Gobierno debería abordar todos estos retos con reformas ambiciosas que desactiven las causas estructurales de estos desequilibrios», asegura Equipo Económico, «pero no parece probable que la actual legislatura, con la unión de partidos de diferentes signos e intereses pueda ser fuerza motora de las citadas reformas».
«La progresiva arbitrariedad del Gobierno y la erosión del Estado de Derecho han quebrado algo esencial, la seguridad jurídica, lo que está afectando y afectará de manera negativa al equilibrio del binomio riesgo-incertidumbre, disparando ambas variables», concluye el informe de Freemarket, que señala que es insostenible mantener los actuales niveles de gasto público en la economía.
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