Más empleo... pero menos horas en el 'tajo'
Ni los 21,2 millones de ocupados ni la caída de casi 200.000 parados sirven para elevar la intensidad del tiempo de trabajo
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La fuerte resiliencia que mostró el mercado laboral en el conjunto del pasado ejercicio a pesar de la desaceleración económica que tomó fuerza en la segunda mitad del año permitió a España sumar un total de 783.000 empleos y reducir en 193.400 ... personas el número de parados en el conjunto del pasado ejercicio, pese al cambio de tendencia experimentado en los últimos tres meses de 2023.
Pero tal y como se desprende de la EPA publicada este viernes por Estadística, la instantánea que ofrece el empleo comenzó a enturbiarse entre los meses de octubre y diciembre del pasado ejercicio. Ya no sólo por el hecho de que el número de ocupados disminuyó en 19.000 personas (el total se sitúa en 21.246.900) teniendo en cuenta que el periodo recoge toda la producción de contratos y refuerzos de plantilla que se llevan a cabo para cubrir los picos de actividad y consumo de las fiestas navideñas. Sino que la imagen del empleo termina de perder el brillo que se le presupone a las grandes cifras al analizar el balance de las horas efectivas de trabajo realizadas, y que tampoco en esta última lectura terminan de recuperar los niveles previos a la pandemia.
Y nada más lejos, se aprecia como en el cuarto trimestre de este último ejercicio la intensidad ha incluso disminuido ligeramente. Tanto la rúbrica de la EPA que recoge las horas efectivas semanales trabajadas por todos los ocupados, que se situó en 31,7 a cierre de 2023 -mientras que en el mismo periodo de 2022 se situaban en 32,0 y en el inmediatamente previo a la pandemia (2019) en 33,8 horas semanales- como la referente a las horas efectivas semanales de los ocupados que sí han trabajado, situadas en 35,4 horas -suponen menos que el registro del año anterior de 35,5 horas y que el de 2019, con 36,6 horas- muestran claros síntomas de un apalancamiento que numerosos expertos ya atribuyen a un impacto disfuncional de la reforma laboral.
Ante un volumen similar de asalariados que en el cuarto trimestre de 2023 (18,2 millones) en el segundo trimestre de 2008 se llegaron a trabajar 77 millones de horas más que en este momento.
Adicionalmente, el análisis elaborado por la empresa especializada en recursos humanos Infojobs aborda cómo ante una población ocupada asalariada de 18.377.600 a cierre de 2023 -nivel similar al del segundo trimestre de 2008 cuando había 18.215.000 personas ocupadas a tiempo completo y a los 18.209.000 del segundo trimestre de 2023- habiéndose alcanzado en las 603 millones de horas entre octubre y diciembre del pasado año, entre abril y junio de 2008 este indicador alcanzó los 680 millones de horas, y en 2023 se quedó en los 622 millones. Es decir, con cifras de ocupación similares a tiempo completo, las horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas a tiempo completo han caído un 9%.
La sombra de la reforma laboral
Cabe recordar como se ha mencionado que el debate de las horas trabajadas de forma efectiva no es menor, teniendo en cuenta la constatación de ciertas tendencias que se han impuesto tras la puesta en marcha de la reforma laboral aprobada por el Gobierno e impulsada por el gabinete de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Directamente relacionado con este estancamiento del tiempo efectivo de trabajo respecto a antes de la pandemia está el hecho de que en un contexto de recuperación se haya compaginado el aumento de las contrataciones con el nuevo marco normativo de mayor penalizaciones de las relaciones laborales temporales.
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Así, el pasado año cerró con una duración media de los contratos de 46,36 días, siete menos que en 2021. Pero además, la cifra es 33 días inferior que en el inicio de la serie estadística, allá por 2006. Tal y como revelan los expertos, buena parte de esta circunstancia está asociada al fuerte repunte del contrato indefinido, cuyo sobre el mix de firmas del mes se ha cuadriplicado en dos años hasta ser el 40% de todas las que se producen en el mes. Pero, a la vez, la tendencia bebe una pérdida de resiliencia del contrato fijo precisamente por estar aderezado por la figura del fijo discontinuo -del que son exiguos los casos que cumplimentan las 160 horas mensuales- y que es indefinido por naturaleza jurídica. Este contrato los suscriben cuatro de cada diez trabajadores que adquieren una relación laboral de tiempo indeterminado.
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