EE.UU. y Europa se quedan sin huevos, y los precios se disparan
La gripe aviar, una regulación feroz en materia de sostenibilidad y los bandazos comerciales de Trump generan un gran aumento de costes
Las granjas avícolas se preparan para asumir más costes por el bienestar animal y eliminar las jaulas
La proteína del huevo se ha convertido en algo muy buscado por los consumidores
Un par de huevos fritos con chorizo. Un manjar de la gastronomía española que, desde hace unos meses, está a coste de estrella Michelin. El precio de este producto básico en la cesta de la compra para millones de personas en todo el ... mundo no deja de subir. Los problemas responden a una cuestión básica de oferta y demanda. El economista Adam Smith sigue manejando los hilos, pese a llevar muerto más de dos siglos. Su teoría de la mano invisible, esa que regula el mercado, ahora afecta de lleno al sector avícola. Aunque no es el único factor. Enfermedades propias de las gallinas, una regulación feroz en materia de sostenibilidad y Donald Trump. Todo mezclado ha sido el detonante para que los precios estén en plena escalada.
Las alarmas en suelo español saltaron hace unos días. Según un informe de la OCU, una de las principales organizaciones de consumidores, el precio de los huevos ha subido un 25% en las últimas dos semanas. Los mensajes de estas asociaciones, en muchos casos, suelen poner la tirita antes de que se produzca la herida. Es decir, alzan la voz para prevenir a la población, aunque todavía no haya de qué preocuparse. En este caso, según ha podido comprobar ABC en diversas fuentes del sector alimentario y documentos oficiales, la subida de precios es real.
Además, esta situación ha coincidido en el tiempo con la crisis de existencia de huevos que tiene EE.UU., que ha llevado al país americano a pedir producto a Europa. Algo que, por el momento, se ha estancado debido a la crisis diplomática a nivel comercial que existe entre ambos bloques.
Pero el aumento en el precio de los huevos viene por la oferta y la demanda. En este segundo aspecto, fuentes del ámbito alimentario explican a este medio que el cambio de percepción sanitaria sobre este producto ha sido un factor clave para que los españoles compren más. También hay que sumar la creciente población migrante que ha llegado a España, y que elevan este nivel de consumo. Y, hasta ahora, un coste bajo también impulsaba comer huevos. Todo eso ha elevado la demanda.
Sin embargo, la producción se ha ralentizado. Los empresas avícolas llevan años centradas en adaptarse a las regulaciones en materia de bienestar animal, algo que les ha llevado a reconducir las inversiones. En vez de tener más gallinas y, por tanto, obtener más huevos, han tenido que readaptar sus negocios.
Una situación global
Según explica a ABC la directora de la Asociación Española de Productores de Huevos (Aseprhu), María del Mar Fernández, «el consumo de huevos está aumentando en todos los países de la UE. Entre otras razones, por la buena imagen del huevo como alimento, que es cada vez más valorado por los consumidores europeos y de todo el mundo. En España ha subido un 10% en los dos últimos años el consumo en los hogares».
Importantes países productores de todo el mundo, como EE.UU., están sufriendo también el impacto de la influenza aviar en su campaña: han perdido 50 millones de gallinas ponedoras en esta temporada
Sobre lo que estamos viviendo en estos momentos, Fernández asegura que «Europa es un importante productor de huevos a nivel mundial, con un equilibrio muy ajustado entre oferta y demanda. Pero la oferta de huevos en la Unión Europea está viéndose afectada por la influenza (gripe) aviar, sobre todo en países del norte de Europa, y ha llevado a la pérdida de unos 15 millones de gallinas ponedoras».
Una situación que se produce a ambos lados del Atlántico. La experta asegura que «importantes países productores de todo el mundo, como Estados Unidos, están sufriendo también el impacto de la influenza aviar en su campaña (han perdido 50 millones de gallinas ponedoras en esta temporada), por lo que la oferta de huevos global ha disminuido en los últimos meses, coincidiendo con el invierno, cuando los virus de la influenza están más activos. Por ello, la demanda a nivel mundial es superior a la oferta en estos últimos meses».
Los datos, claros
Nuestro país no es ajeno a la crisis del huevo que atenaza a Europa. De hecho, de un tiempo a esta parte el precio en España ha tenido una tendencia alcista más acusada que la media de los Veintisiete; los datos del Ministerio de Agricultura son claros. Si en el arranque de 2024 el huevo de gallina en jaula –la que más predomina en España– rondaba los 200 euros los cien kilos (solo las categorías L y M) en nuestro país y los 229 euros en Europa, para la última semana del año ambas cifras se habían acercado peligrosamente: 230€/100 kg en España y 242€/100 kg en la UE. Y las cifras del arranque de 2025 no dejan mucho margen para el optimismo, pues en la segunda semana de marzo los cien kilos ya costaban 254 euros en el mercado nacional. Dicho en otras palabras, los huevos de jaula son un 28,5% más caros que hace un año y un 61% más con respecto al precio medio del último lustro. ¿Y en qué se traduce esto en los lineales? Según la OCU, en apenas quince días de marzo la docena de categoría M ha pasado de rondar los 2,10 euros a 2,60.
A nadie escapa que este 'subidón' coincide en el tiempo con una epidemia que ha mermado la producción a ambos lados del Atlántico. La buena noticia, sin embargo, es que España se ha librado del brote.
El huevo es un alimento básico y único, que no tiene fácil sustitución en la cocina ni en las numerosas industrias alimentarias que lo emplean como ingrediente
Según explican a ABC desde Aseprhu, la patronal que representa los intereses del sector, esta circunstancia ha hecho que aumente la demanda entre nuestros vecinos. Con 914.000 toneladas producidas en 2023 (el 14% del total comunitario), España es el tercer productor de la UE, por detrás de Francia (981.000 toneladas) y Dinamarca (958.000 toneladas).
Sin embargo, apenas un 20% de esa cantidad se destina al mercado exterior (224.156 toneladas en 2023). No es poco comparado con otros países, pero sí con otros sectores. A diferencia de lo que ocurre con la fruta, por ejemplo, el huevo está más enfocado hacia una demanda nacional.
En 2023 el consumo de los hogares (excluye lo que va a industria) fue de 407.791 toneladas –según el ministerio–, con una particularidad, y es que ese año el dispendio de los españoles en este producto empezó una senda claramente alcista. Si entre 2010 y 2023 la compra de huevos aumentó apenas un 7,8%, solo entre 2023 y 2024 lo hizo un 8,7%; y a falta de datos definitivos de cierre de 2024, el porcentaje apunta a mantener la tendencia.
Y en medio de esta vorágine de mercados tensionados, a finales de febrero Trump sorprendió al mundo al pedir una tregua en la guerra comercial que él mismo ha abierto y suplicar a Europa que incremente las exportaciones a los EE.UU.
El problema, y así se lo transmitió oficialmente la patronal de productores danesa, es que «no hay excedentes». La misma respuesta le dieron los productores alemanes. En el caso de España, por su parte, es improbable que se abra una nueva vía comercial con una nación a la que en 2024 solo vendimos 0,7 millones de euros en huevos (el 0,2% de las exportaciones totales de ese año).
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