Economía avanza que España presentará en primavera un plan de ajuste fiscal que abarcará al menos cuatro años
Los 27 ultiman durante la Presidencia Española de la UE la magnitud de los ajustes que se exigirán a los países con grandes desequilibrios fiscales como España
El Banco de España y la Autoridad Fiscal reclaman que el plan salga de un amplio consenso político para no dañar la credibilidad de España en los mercados
El Gobierno endosa un ajuste fiscal de 12.500 millones de euros al próximo presidente
![El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/10/11/secretario-estado-economiaEFE-R5u87UN7qFvwMfwQerUpg2N-1200x840@abc.jpg)
Tras un trienio de crecimientos exponenciales del gasto público a cuenta de la pandemia, primero, y de la guerra de Ucrania y sus consecuencias, después, al próximo Gobierno le va a tocar la ingrata tarea de devolver el orden a las cuentas públicas. ... El secretario de Estado de Economía en funciones, Gonzalo García Andrés, ha avanzado este miércoles en una jornada sobre las nuevas reglas fiscales europeas organizada por Funcas que todo apunta a que el Reino de España tendrá que formular la próxima primavera un plan de ajuste fiscal, que alcanzará como mínimo toda la próxima legislatura y que podría incluso prolongarse durante buena parte de la siguiente.
El número dos de Nadia Calviño confirmó que la negociación sobre las nuevas reglas fiscales europeas ha entrado en su recta final y que el objetivo es tenerlas aprobadas para que los países con desequilibrios fiscales relevantes, como es el caso de España, deban ya presentar sus planes de ajuste la próxima primavera para el periodo 2025-2028, con la posibilidad de extenderlos hasta 2030 en algún caso.
La entrada en vigor de este esquema marcará un antes y un después en la gestión presupuestaria doméstica, ya que vinculará de nuevo a España con el compromiso de tener un déficit público inferior al 3% del PIB y una deuda por debajo del 60%. España está lejos de esas referencias. Los analistas estiman que el déficit español cerrará este año en el entorno del 4% del PIB y la deuda pública alrededor del 110% del PIB.
La propuesta de la Comisión sobre la que se está negociando exige un ajuste anual del déficit del 0,5% del PIB en tanto este permanezca por encima de ese umbral del 3%, algo que según la Autoridad Fiscal o el FMI sucederá durante los próximos cuatro o cinco años.
Ajustes por consenso
A la espera de que los 27 den el visto bueno al futuro modelo, el secretario de Estado valoró el cambio de enfoque que se está promoviendo hacia un ajuste más a medio y largo plazo y hacia un seguimiento no tan vinculado a reducciones del déficit a corto plazo como al cumplimiento de una regla de prudencia en el gasto.
El nuevo marco acabará con los incómodos objetivos anuales de déficit, que casi nunca se cumplían, y con las correspondientes obligaciones de reajuste que condicionaban la política presupuestaria de los países. En el nuevo esquema, el país con desequilibrios negociará con los técnicos de la Comisión Europea un ajuste fiscal a medio o largo plazo, de entre cuatro y siete años, y responderá a final del periodo, con algunas salvaguardas como que tendrá que haber reducido la deuda respecto a su nivel inicial al final del periodo de ajuste (Alemania exige que al menos en un punto porcentual cada año) y que no se podrá dejar la mayor parte del ajuste para el final.
Ante este nuevo escenario, que exige un esfuerzo continuado de ajuste fiscal durante un periodo largo de tiempo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y el Banco de España reclamaron ayer que la aprobación del futuro plan de ajuste del Reino de España surja de un nivel elevado de consenso político.
La directora de la División de Análisis Económico de la Autoridad Fiscal, Esther Gordo, trasladó la posición de la institución de que el plan sea sometido como mínimo a debate en el Parlamento para garantizar su estabilidad en el tiempo y que se cambiará si hay un cambio de gobierno.
Algo similar reclamó Javier Pérez, del Banco de España, que reclamó que el plan de ajuste sea fruto del consenso para generar confianza tanto a nivel interno como hacia los inversores.
Los analistas observan que el final de la red de seguridad dispuesta por el Banco Central Europeo (BCE) en los últimos años vuelve a exponer a los países a la disciplina del mercado y que esta situación ya se ha empezado a percibir en las primas de riesgo, que han comenzado a discriminar entre países, lo que se observa en el repunte de la prima de riesgo de Italia en las últimas semanas o, en sentido contrario, la reducción de la prima de riesgo de Portugal.
«España tiene que ponerse a la cabeza de la manifestación», señaló el analista del Banco de España. «Eso nos dará credibilidad en Europa».
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