La Airef acusa al Gobierno de esquivar los ajustes del gasto y augura que habrá que tomar más medidas para cumplir con Europa
Entiende que la previsión de evolución de los ingresos es demasiado optimista y que habrá que hacer un ajuste extra de unos 4.000 millones al año para ajustarse a la nueva regla de gasto europea
Revisa al alza su expectativa de crecimiento para 2023 hasta el 1,9%, aunque ensombrece sus expectativas de futuro para la economía española
La Airef advierte de que el agujero del déficit al cierre de 2023 excederá en 15.000 millones el máximo que permite Bruselas
La actualización del Programa de Estabilidad remitida por el Gobierno de España a Bruselas, en la que se define la hoja de ruta que seguirá el país para devolver sus cuentas públicas a un entorno de sostenibilidad y que confía en reducir el déficit ... al 3% ya en 2024 y rebajarlo por debajo de ese umbral a partir de ese año, no supone un verdadero plan de ajuste fiscal y no detalla de forma suficiente las medidas que llevarán a conseguir esos ajustes. Más aún, esa senda ni siquiera será suficiente para cumplir las exigencias de las nuevas reglas fiscales europeas, según ha revelado este jueves la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que entiende que sería necesario un ajuste extra de unos 4.000 millones de euros al año (0,3% del PIB) para adaptarse a ese nuevo marco fiscal.
Y eso en el mejor de los casos, si se cumpliera la hoja de ruta diseñada por el Gobierno que prevé un recorte del gasto de 20.000 millones en dos años, una congelación del mismo a partir de ahí y un flujo de ingresos en los próximos cuatro años que en opinión de la Autoridad Fiscal está inflada de forma significativa (hasta 10.000 millones de euros). Si esta no se cumpliera y, por el contrario, la realidad se pareciera más a lo que espera la Airef, con un menor flujo de ingresos entrando en las arcas públicas y un déficit enquistado por encima del 3%, el ajuste necesario para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas se iría al 0,46% y rondaría los 6.000 millones anuales. En otras palabras, que el Gobierno que salga de la urnas el próximo mes de diciembre tendría que ingeniárselas para reducir en hasta 30.000 millones de euros el desequilibrio que se generaría en las cuentas públicas hasta 2027 de dejar las cosas tal y como están ahora, bien con nuevos ingresos fiscales, bien ajustando el gasto.
«Llevamos tiempo diciendo que la actualización del Programa de Estabilidad no actúa como un auténtico instrumento de planificación de la política fiscal a medio plazo«, se ha quejado la presidenta de la Autoridad Fiscal, Cristina Herrero. »No explica las razones por las que se cambia la senda de consolidación fiscal, que varía año tras año, ni las medidas fiscales que está previsto aprobar más allá de los presupuestos en curso para cumplirlo. Y no solo pasa en España«, ha dicho, cuestionando de paso la flexibilidad con la que la Comisión Europea asume esa falta de definición, que de alguna manera es contraria a lo que sostienen las normas europeas.
Y la Autoridad Fiscal entiende que este año era especialmente necesario realizar esa planificación. En primer lugar porque muestra la predisposición respecto al proceso de consolidación de unas cuentas públicas sobreendeudadas y, por ello, particularmente vulnerables como las del Reino de España; pero también porque revelan cómo van a entrar las cuentas públicas españolas en el nuevo marco de consolidación fiscal.
Ingresos inflados, ajuste insuficiente
«Nuestro análisis a largo plazo evidencia que la estabilización esperada para el déficit es insuficiente para situar la deuda en una trayectoria descendente y para reducir la vulnerabilidad de las cuentas públicas españolas», lo dos grandes objetivos de las nuevas reglas fiscales. La Airef considera factible que se cumpla el escenario dibujado a corto y medio plazo por Gobierno para llevar la deuda pública hasta el entorno del 107% del PIB (cerró 2022, en el 113,2%) de aquí a 2026, pero ve improbable que sirva para bajar la deuda por debajo de ese nivel más allá de esa fecha e interpreta de la información disponible que las futuras reglas fiscales europeas no se van a conformar con reducciones puntuales de la deuda pública sino que va a exigir un marco fiscal que garantice su reducción a largo plazo.
De otro modo, la Autoridad Fiscal entiende que si el plan remitido por el Gobierno a Bruselas se cumpliera punto por punto España no sería capaz de cumplir el nuevo marco fiscal y augura que se necesitarán medidas adicionales y no pequeñas para poner las cuentas en orden. Según sus estimaciones, equivalente a un 0,3% del PIB anual si se cumplen las previsiones del Gobierno, del 0,46% anual si por el contrario las cosas suceden como espera la Airef. Si por el medio hubiera cualquier tipo de 'shock' que afectara al crecimiento, el ajuste debería ser mucho mayor.
Esta diferencia se explica casi en exclusiva porque la Autoridad Fiscal entiende que el Gobierno ha sido demasiado optimista con sus previsiones de ingresos, algo que ya deslizó también el Banco de España en su informe anual. El Ejecutivo entiende que el repliegue de la inflación no va a tener un impacto relevante sobre el caudal de ingresos de las administraciones públicas y que estos van a continuar su tendencia al alza hasta llegar al 43,8% del PIB en 2026. La Autoridad Fiscal es más prudente y considera que los ingresos se van a estabilizar en el entorno del 43% del PIB, y lo cree entre otras cosas porque sus datos le dicen que cerca de la mitad de los nuevos ingresos de 2022 y 2023 se explican por las inusuales tensiones inflacionistas y, por tanto, desaparecerán en buena medida cuando se supere este episodio.
Mejora su previsión para 2023, dudas en adelante
Las previsiones de la Autoridad Fiscal en este sentido apuntan a que la inflación media se quedará en el 4% este año, bajará al 2,8% en 2024 y volverá al entorno del 2% ya en 2025. El crecimiento de la economía, sin embargo, no recuperará el vigor de antaño. El dato de avance del primer trimestre del año ha obligado al organismo a actualizar su previsión de crecimiento del conjunto del año, desde el 1,6% en que estaba antes hasta el 1,9%, aunque con asteriscos por lo que pueda ocurrir en la segunda mitad del año, cuando entienden que se manifestarán los efectos de la subida de los tipos de interés.
Según su escenario, la economía española crecerá durante los próximos años, pero a tasas moderadas: 2% en 2024, 1,8% en 2025 y 1,6% en 2026, por debajo de lo que espera el Gobierno: 2,4%, 1,8% y 1,7%. La Autoridad Fiscal tampoco espera que el paro caiga por debajo del 10% como espera el Gobierno para 2026 (9,8%) sino que se estancará en el 11%.
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