La economía alemana no despega: sólo crecerá un 0,3% este año
En su anterior previsión, el Bundesbank pronosticaba un aumento del 0,4% del PIB real
Alemania esquiva la recesión al crecer un 0,2% en el primer trimestre
El canciller de Alemania, Olaf Scholz
Tras dos años de debilidad manifiesta, la economía alemana tampoco despegará en este año 2024. Así lo ve el Bundesbank en su último informe, recién publicado. Apoyada por el aumento del consumo privado y la mejora de las exportaciones a partir del segundo semestre ... del año en curso, la economía alemana recuperará gradualmente su equilibrio, confía el banco central alemán, pero cerrará este año con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de sólo el 0,3%.
Alemania no sólo parece incapaz de recuperar su papel como locomotora de la economía europea, sino en algunos aspectos está sirviendo de lastre. La evolución de los salarios, que amenaza con desandar los logros de la política monetaria del Banco Central Europeo, corre serio riesgo de retrasar el ciclo de bajadas de los tipos de interés que impulsará la economía europea en bloque.
«Los hogares privados se benefician de un fuerte aumento de los salarios, una inflación que cae gradualmente y un mercado laboral estable«, ha explicado el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, al explicar las últimas previsiones económicas semestrales de sus expertos.
En el primer trimestre, la economía alemana sorprendió con un minicrecimiento del 0,2%, respaldado por las exportaciones y el aumento de las inversiones en construcción. Para todo este año 2024, el Bundesbank espera que la producción económica alemana crezca un 0,3%, cuando en su anterior previsión, publicada en diciembre, se pronosticaba un aumento del 0,4% del PIB real.
A medio plazo, los economistas de Frankfurt esperan un crecimiento ligeramente mayor, del 1,1% en 2025, allí donde la previsión de diciembre era del 1,2%, y del 1,4% en 2026, donde la anterior era del 1,3%. La tasa de inflación alemana sigue cayendo, pero a un ritmo algo más moderado. El Bundesbank espera ahora una tasa de inflación calculada según el método europeo (IPCA) del 2,8% este año y del 2,7% en 2025. En la previsión de diciembre se preveían valores ligeramente inferiores: 2,7% para 2024 y 2,5% en 2025.
«Este año, en particular, los precios de la energía y de los alimentos están cayendo considerablemente», señala el Bundesbank en su informe, «sin embargo la inflación se muestra persistente, especialmente en los servicios». El fuerte aumento de los salarios y las consiguientes presiones de costes desempeñan en este capítulo un papel importante. Después del recorte de los tipos de interés decidido por el Consejo de Gobierno del BCE el jueves, Joachim Nagel ha reiterado la necesidad de cautela a la hora de adoptar nuevas medidas a la baja. «En lo que respecta a los recortes de los tipos de interés no es prematuro, pero en el Consejo del BCE no estamos operando en piloto automático», ha dicho.
El informe no menciona lastres que arrastra la economía alemana y que parecen lejos de hallar una solución, como la enorme burocracia, la falta crónica de trabajadores altamente cualificados y la imposibilidad de llevar a cabo la denominada «transición energética» sin víctimas mortales en el otrora poderoso sector industrial alemán.
Según Oxford Economics, no cabe esperar para Alemania un modesto repunte del PIB hasta 2025, debido a que las exportaciones crecerán solo un 0,3% en 2024 tras caer un 1,3% en 2023. Este informe cuenta con que la producción industrial alemana disminuya incluso alrededor de un 1% este año, antes de recuperar la senda del crecimiento, y ve probable que la inversión empresarial haya tocado fondo, por lo que podría aumentar más en 2024, pero sólo un 0,4%, que sigue siendo un dato débil según los estándares históricos.
La falta de inversión podría hacer que las empresas alemanas sean menos eficientes y competitivas a medida que la economía mundial se expande a partir de 2025. Aunque la crisis energética ha disminuido, se espera que los precios del gas se estabilicen en niveles más altos que antes de la pandemia, lo que afectará sin duda a la competitividad de las industrias de gran consumo energético. El gasto de los consumidores volverá a aumentar en 2024, aunque no se espera que alcance los niveles previos a la pandemia. Los fuertes aumentos salariales darán a los consumidores más dinero para gastar, pero el sentimiento sombrío podría hacer que muchos aumenten sus ahorros.