El Banco de España eleva el crecimiento de 2025 al 2,5% sobre la base de que el Gobierno incumplirá el ajuste prometido a la UE
Mejora nuevamente el consenso de los analistas respecto al avance del PIB pero augura un estancamiento del déficit en el 2,7% a medio plazo
Advierte de que un cumplimiento estricto del plan de ajuste fiscal recortaría el crecimiento en algunas décimas en los próximos tres años
El director general de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán
El Banco de España ha vuelto a situarse en el rango más optimista de las previsiones sobre el comportamiento de la economía española. La actualización de sus previsiones económicas difundida este martes ha elevado hasta el 3,1% el avance del PIB previsto ... para este año y hasta el 2,5% la previsión para 2025, después de mejorar en tres décimas ambas cifras respecto a las previsiones que presentaron hace tres meses. El consenso de los analistas prevé a día de hoy un 3% para 2024 y un 2,3% para 2025, si bien es cierto que la tendencia de los últimos meses ha sido a mejorar las expectativas sobre la economía al compás marcado por las revisiones del INE y a las sorpresas positivas que viene dando la economía en los últimos meses.
Las previsiones de los analistas han tendido a contener la previsión de crecimiento para el año que viene sobre el bien entendido de que España cumplirá con el ajuste fiscal comprometido con Bruselas dentro del Plan Fiscal Estructural, que limita al 3,5% la evolución del gasto público previsto para el año que viene. El Banco de España, por el contrario, descuenta que las administraciones públicas españolas incumplirán ese objetivo y el gasto crecerá un 3,9% -en línea con lo que también opina la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef)- y que eso dará aire al crecimiento.
De hecho, la institución que gobierna José Luis Escrivá advierte de que si España cumpliera de forma estricta los compromisos que se derivan del Plan Fiscal Estructural el crecimiento se resentiría. De forma más suave al principio, perdiendo alrededor de una décima del PIB de crecimiento en 2025, y de forma más acusada más adelante, con una pérdida de PIB de entre tres y cinco décimas a la altura de 2027 para cuando el Banco de España prevé un crecimiento del 1,7%. Es decir, que restaría una tercera parte al crecimiento.
El director de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado que no han incorporado la senda de ajuste del gasto acordada por el Gobierno con Bruselas a sus previsiones porque no han observado suficiente concreción en las medidas comprometidas por el Gobierno y, por tanto, han optado por ajustarse a sus propios modelos sobre evolución del gasto público, que desbordan con creces las previsiones gubernamentales. El efecto de esta decisión es una mejora de la fotografía del crecimiento español hacia adelante, pero también una evolución del déficit bastante peor a la dibujada por el Gobierno.
El Banco de España concluye que las cuentas públicas cerrarán 2024 con un déficit del 3,4% del PIB, por encima de la frontera del 3% admitida como tolerable por la Comisión Europea, si bien este resultado podría no tener consecuencias en forma de apertura de procedimiento de déficit excesivo "en la medida en que esa desviación pueda ser atribuible a las medidas puestas en marcha para amortiguar el impacto de la DANA", ha especificado el director de Economía del Banco de España. La institución espera que la Dana tenga un impacto de alrededor de medio punto sobre el déficit, pero que este se repartirá entre este año y el siguiente.
Más inquietante parece la evolución a futuro. La institución que dirige José Luis Escrivá entiende que con las medidas que se conocen a día de hoy no es posible certificar la senda de reducción del déficit público que ha dibujado el Gobierno, que espera reducirlo al 2,5% el año que viene, al 2,1% en 2026 y al 1,8% en 2027. El Banco de España entiende que bajará al 2,9% el año que viene y que se estancará en el 2,7% en adelante, muy lejos del ajuste fiscal comprometido con Bruselas. Para lograrlo, las estimaciones de la institución apuntan a que se necesitaría un ajuste extra de unos 0,4 puntos del PIB, en torno a 6.000 millones de euros extra anuales, bien sea a base de menos gasto o de más ingresos fiscales.
En este sentido, la entidad desafía también la expectativa de ingresos que el Gobierno espera obtener de su reforma fiscal y que según los cálculos del área económica del Gobierno aportarían en torno a tres décimas del PIB anuales. Los analistas del supervisor creen que ese objetivo de ingresos solo se conseguirá en 2025 y que en adelante la aportación será algo menos, de dos décimas del PIB.