Los altos precios del aceite de oliva disparan la demanda del de girasol y de orujo
Durante el mes de noviembre, la demanda del aceite de girasol se incrementó un 16%, según los datos de NIQ
Deoleo (Carbonell, Koipe) pierde 9,7 millones de euros y prevé un semestre «retador» para el aceite por la escalada de precios
![Una mujer observa una botella de aceite en el supermercado](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/12/20/aceite-oliva-efe-RP9yCWByBQvIe2QM1j3R7sM-1200x840@abc.jpg)
El incremento constante de los precios del aceite de oliva, que comenzó en octubre su nueva campaña tras cerrar septiembre con una subida de precio del 67% (el mayor incremento interanual en 21 años), está haciendo que los consumidores busquen otras opciones más económicas para llevar a sus cocinas.
Las caídas en el volumen de ventas del aceite de oliva, aunque no están ocurriendo al mismo ritmo ni con la misma intensidad que los precios suben, preocupan al sector: durante el primer semestre del año, el gigante Deoleo registró una caída de las ventas en volumen del 21,9%. La escalada en los precios de la materia prima afectó al consumo «especialmente en los mercados maduros como España e Italia, con una disminución del consumo interanual superior a dos dígitos», reconocía en sus resultados.
Aunque la demanda continúa siendo alta –no hay producción suficiente para satisfacerla–, existe cierto trasvase del consumo hacia otras categorías de aceite, como es el de girasol o el de orujo. El aumento de los precios del de oliva «ha desembocado en que las ventas se desplacen a otros aceites como el de girasol, con un incremento en la demanda del 16%, mientras ve como desciende su precio en un 36,1% respecto a noviembre de 2022», recoge NIQ (antigua Nielsen IQ) en su balance por el undécimo mes del año. Del mismo modo, apunta la consultora, «cabe destacar el importante aumento en la demanda del aceite de orujo, con un incremento del 69,9%, a pesar de que su precio se eleva un 18,3%».
Un 7,6% más de gasto
Con todo, y según los datos publicados ayer por NIQ, las ventas totales de bienes de consumo en las cestas de la compra se incrementaron en noviembre un 7,6% respecto a un año antes, mientras que el precio promedio lo hizo en un 6,4%.
«Vemos cómo el comportamiento de los precios se está ralentizando y de hecho se observan bajadas destacadas respecto al año pasado en algunas categorías, lo que también influye en su alza en la demanda. Veremos si sigue esta tendencia teniendo en cuenta que diciembre es el mes de las fiestas navideñas y el consumo aumenta, junto con los precios», apunta la directora general de la consultora para el sur de Europa, Patricia Daimiel.
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