El Elon Musk ruso que irrita a Vladímir Putin probará su tecnología en España

Este enemigo de Putin trabaja en la creación de hiperaviones rápidos y reutilizables capaces de hacer viajes de dos horas a cualquier parte del mundo con su empresa Destinus . La nave, de nombre Jungfrau , es un híbrido entre un cohete y un avión, un hiperavión. Y como Kokorich confirma tienen previsto probar estas aeronaves por primera vez en Huelva. El CEO ha llegado a afirmar que se está viviendo una revolución en la industria aeroespacial basada en la velocidad, la sostenibilidad y la autonomía. Este ingenio será capaz de alcanzar una velocidad Mach 15 (son 15 veces la velocidad del sonido) a 60 kilómetros de altura sin generar emisiones, debido a un motor que se alimentará de hidrógeno producido a partir de fuentes de energía 100% renovables. El objetivo es que pueda transportar carga entre continentes, equipamiento crítico y de urgencia, vacunas y algún día será capaz del reparto global.

Kokorich creció en Siberia en una casa sin agua corriente, cerca de Mongolia. Estudió en la escuela de superdotados de Novosibirsk física y matemáticas. A los 19 ya había fundado su primera empresa. Después llegaría a crear la tercera cadena de productos electrónicos más importante de Rusia. Y en 2011 fundó Dauria, la primera empresa aeroespacial privada de Rusia. En ese momento, el presidente no era Putin, sino Dmitry Medvedev. «Nadie sabía que en 2012 Putin volvería al poder y que en 2014 se anexionaría Crimea y recuperaría Donetsk y Lugansk. Después de la derrota de las fuerzas democráticas, solicité y recibí una visa estadounidense O-1, la llamada visa ‘Einstein’. En 2014 pedí la residencia en los EE. UU. y me mudé permanentemente», señala Kokorich. Formó parte del movimiento Open Russia, fundada por el empresario Mikhail Khodorkovsky. Cuando se mudó a los Estados Unidos, fue el primer donante de Free Russia Foundations, uno de los principales think tanks anti-Putin en los Estados Unidos.

Fundó Astro Digital , que analizaba datos satelitales, teniendo como cliente al Departamento de Defensa de los EE.UU. Fundó también Momentus , firma que proporcionaba servicio de lanzadera de satélites y contaba con un revolucionario sistema de propulsión basado únicamente en agua y luz solar. Momentus fue valorada en 4.000 millones de dólares. Sin embargo, la entrada de Donald Trump en escena supuso el aumento de las sospechas debido a su nacionalidad: o era un traidor para Rusia o un espía para los estadounidenses.

Se trasladó a Europa y la empresa suiza Destinus es su última apuesta en vuelos hipersónicos. Su avance ha sido de vértigo, Charles Lorenceau, socio fundador de ACE & Company. En febrero cerró una ronda inicial de financiación de 30 millones de dólares. Comenzó las pruebas de vuelo con un prototipo en menos de seis meses tras la fundación de la empresa y se ha ganado la confianza de numerosos inversores. Llegó a declarar «estamos encantados de respaldar a Mikhail en la construcción de la red de transporte más rápida y limpia del mundo». Así funciona (vídeo de Destinus):

Uno de sus últimos anuncios fue l a incorporación de Pedro Duque como consejero independiente. Duque explica que «el centro de ensayos es el CEDEA/CEUS del INTA en la zona de Huelva . Desde hace décadas el INTA desarrolla allí ensayos de los más variados vehículos. Tienen salida al mar para un vuelo hipersónico que crea un estampido sonoro, razón por la que no puede sobrevolar zonas pobladas. Este lugar tiene la experiencia y el equipamiento de última generación». Además de una buena cadena de suministros. Y en el futuro usarían el aeropuerto de Ciudad Real y podrían construir los aviones en Sevilla.

A la pregunta de si le gusta que lo llamen el Elon Musk ruso , Kokorich contesta que prefiere identificarse con el ruso Igor Sirotsky, inventor de los helicópteros. Asimismo considera que una situación de guerra provoca mayor atención a proyectos como el suyo. La intención es arriesgada, pero tiene la confianza de pesos pesados del sector. Y como afirma Pedro Duque, «si conseguimos vuelos hipersónicos o incluso solo supersónicos usando solamente energías limpias , creo que podría ocurrir como ocurrió con tantas tecnologías: primero se hace el esfuerzo para un mercado de nicho y alto precio, y los desarrollos van calando en el resto de la industria. Así pasó con la aviación en los años 40-50. Estoy muy contento de estar de alguna manera relacionado con este objetivo europeo, y en gran parte español».

Mientras consigue sus objetivos, Kokorich ha llegado a escribir sobre una fórmula exitosa para vencer a Putin : privarle del talento joven desangrando así el futuro tecnológico de Rusia. Y ahora mismo fruto del conflicto con Ucrania se asiste a la fuga a Kazajistán, Uzbekistán, Israel o Emiratos Árabes Unidos de profesionales rusos del sector tecnológico. Sin embargo, a la pregunta de si considera que el pueblo ruso se levantaría contra Putin, el físico considera que la situación del control total de la información ha orientado el descontento hacia Occidente.

Matiza que el programa hipersónico ruso, no está convencido de que realmente lo tenga. Kokorich ha recurrido a citar a Winston Churchill al asegurar que «la política soviética era como una pelea de bulldogs bajo la alfombra». Y ahora lo considera cierto porque no sabemos lo que está pasando dentro. Y lanza un consejo a Occidente para que actúe a tiempo: « Occidente debe tener una sabiduría a largo plazo , ya que cometió errores en el año 2000 cuando muchos opositores rusos sostenían que Putin estaba desmantelando la sociedad civil. pero en ese momento Occidente prefirió utilizar los beneficios de la amistad con Putin, por lo que Gerhard Schröder, el que fuera canciller de Alemania, se convirtió en una prostituta de Putin, y no lo detuvo cuando era más fácil pararle los pies». Ahora es tiempo de reaccionar.