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Tenis

Este Djokovic ya impone respeto

El serbio sube tres niveles de tenis y de intensidad desde el estreno ante Herbert y se deshace de Carballés en dos horas, a quien derrota por 6-4, 6-1 y 6-2

Carlos Alcaraz - Sebastian Korda: horario, canal de televisión y dónde ver online el partido de Roland Garros

El público de Roland Garros se futboliza

Novak Djokovic, durante su partido ante Carballés AFP
Laura Marta

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A Novak Djokovic solo lo levanta de la cama un objetivo: ganar otro Grand Slam, y otro y otro. Es el motivo por el que el serbio continúa la batalla incansable en un tenis cada día mas potente y veloz al que se ha acostumbrado como lo ha hecho en las dos décadas que lleva en el circuito. Por eso, se puede permitir zozobrar en torneos de menor calibre como ha hecho en los últimos meses, e incluso no prodigarse mucho en la tierra batida. Pero París... París es otra cosa. Y ahí va surgiendo paso a paso Djokovic, que ya está en tercera ronda después de un estreno soñoliento ante Pierre-Herbert Hughes y un nivel más de intensidad ante Roberto Carballés.

Roland Garros

Segunda ronda

  • Novak Djokovic
  • 6 6 6
  • Roberto Carballés
  • 4 1 2

    No es el Djokovic impecable de las grandes rondas, todavía no. Sabe que no le hace falta desgastarse más de la cuenta en estas primeras eliminatorias en las que los rivales tienen buen tenis, ganas y agallas, pero no les basta para asustarlo. Incluso si pierde un servicio, como hace Djokovic en el primer set, sabe el número 1, y también el rival, que es fácil que le dé la vuelta, y que te atosigue después por la osadía, hasta llevarse el premio.

    Así lo sufre Carballés, que se deja la vida en cada golpe, que mueve bien al serbio, que intenta sorprenderlo con un tenis alegre y alternativo, buscando opciones de cambios de ritmo y de juego. Pero, al final, es una derecha un poco más potente la que llega del otro lado de la red, o una dejada más perfeccionada, o un revés que deja cortado el aire y el aliento. Y el esfuerzo del español, notable en su desempeño, se queda a medias en un primer set en el que al serbio le bastó con un pequeño empujón: más contundencia en los intercambios, solo dos ganadores más, pero mucha más fe para mantener los breaks a raya.

    Además, está la intensidad. Que Carballés mete presión en los peloteos, pero es difícil que le aguante el tipo. Como sucede ya en el segundo juego del segundo set. Una doble falta del español, un error con el revés porque el de Djokovic es mucho más cruzado, y todo a favor del serbio, que ya no presiona más ni cede menos.

    Suda y suda Carballés, entregado en cuerpo y alma en cada saques yo y ajeno, pero dispara Djokovic con la mirilla bien engrasada, siempre encima de la línea de fondo y siempre con un golpe más certero que el anterior. Mirada de concentración permanente en el número 1 que atiende cómo ha mejorado su rendimiento de un partido para el siguiente. Lo que imprime tensión en el español, por mucho que su palco le repita que siga, que sea valiente y que cabeza alta.

    La tiene durante todo el partido, a pesar de que el segundo set dura un suspiro porque va rapidísimo el serbio, y todavía más el tercero, que Djokovic ya demuestra que la derrota en semifinales de Australia fue un resbalón, pero no se va a permitir otro en Roland Garros. Sentencia el serbio con certeros saques poco veloces pero sí muy escorados y sonríe por fin en todo el partido porque ya se le ha encendido la chispa. Esa que lo levanta por las mañanas. Djokovic entra en modo Grand Slam.

    «Echaba de menos el ambiente de esta pista. Hoy he estado muy preciso ante Carballés, sin muchos errores y he conseguido subir la intensidad. Muy contento de cómo ha ido el partido», admitía el serbio, ya con la mirada encendida.

    Resultados de la jornada

    Alexander Zverev gana a David Goffin por 7-6 (4), 6-2 y 6-2; Alex de Miñaur, a Jaume Munar por 7-5, 6-1 y 6-4; Elisabetta Cocciaretto, a Cristina Bucsa, por 6-1 y 6-4; Daniil Medvedev, a Kecmanovic por 6-1, 5-0 y ret.; Hubert Hurkacz, a Brandon Nishioka por 6-7 (2), 6-1, 6-3 y 7-6 (5); Aryna Sabalenka, a Moyuka Uchijima por 6-2 y 6-2; Elena Rybakina, a Arantxa Rus, por 6-3 y 6-4.

    En la sesión nocturna de la Philippe Chatrier, partidazo eléctrico que se llevó Casper Ruud ante Alejandro Davidovich por 7-6 (5), 1-6, 6-3, 4-6 y 6-3 en cuatro horas y 8 minutos. Con esta derrota del malagueño, España se queda con solo dos representantes clasificados para la tercera ronda. Una baja cifra que no se registraba en el historial del tenis nacional desde la edición de 1981, en la que no hubo ningún representante español en esta tercera jornada, pues tanto Ángel Giménez como Roberto Vizcaíno perdieron en el segundo partido, contra Paul Torre y Tony Giammalva, respectivamente.

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