TENIS
Coco Gauff se corona ante Sabalenka en el Abierto de EE.UU.
Us Open
La estadounidense firma una remontada llena de cabeza y coraje ante la bielorrusa (2-6, 6-3, 6-2)
Coco Gauff, la impostora que reina en Nueva York

Coco Gauff ya era considerada la reina del Abierto de EE.UU., pero este sábado por la noche, de madrugada en España, se colocĂł la corona. La estadounidense, adolescente de 19 años, heroĂna local, firmĂł una remontada llena de cabeza y coraje ante Aryna Sabalenka para conquistar en Nueva York su primer 'grande' (2-6, 6-3, 6-2).
Pese al entusiasmo de la parroquia local con Gauff, la joven estadounidense tenĂa una final cuesta arriba con la bielorrusa, una jugadora que ha encontrado este año su mejor tenis y que desde este lunes es la nĂşmero uno mundial en el ranking de la WTA.
Desde su irrupciĂłn en los grandes escenarios del tenis mundial, Gauff ha sido siempre percibida ante el espejo de Serena Williams, la gran dominadora del tenis mundial de este siglo. Como Serena, Gauff despuntĂł muy joven: a los 15 años deslumbrĂł al mundo derrotando a la otra Williams, Venus, en Wimbledon. Como Serena, es negra, y todos querĂan convertirla en el nuevo sĂmbolo del crecimiento de los jugadores afroamericanos en este deporte (en el cuadro masculino, por primera vez desde la dĂ©cada de 1960, dos estadounidenses negros, Francis Tiafoe y Ben Shelton, se metieron en cuartos de final).
Cargar con la mochila de ser la sucesora de Serena no es fácil y en sus cinco temporadas en el circuito de Grand Slam no habĂa logrado convertir en realidad esa promesa. El momento que más cerca estuvo fue en Roland Garros el año pasado, cuando se colĂł contra pronĂłstico en la final (Iga Swiatek la derrotĂł con facilidad). Muchos dudaban de ella, las crĂticas aparecĂan en cada despedida en las primeras rondas de los 'grandes',. Este año, Gauff llegĂł a reconocer que sufrĂa el «sĂndrome del impostor».
Nada fue impostado en su juego este verano, en la temporada de pista dura en EE.UU., donde desplegĂł su mejor tenis. GanĂł en Washington y, todavĂa más importante, en Cincinnati, un torneo de Masters 1000 que es el gran test preparatorio para Nueva York. Pese a todo, persistĂan las dudas sobre ella.
Ante Sabalenko, saliĂł atenazada, timorata, y se le notĂł. Más allá de aquella final en ParĂs, Gauff solo habĂa conseguido meterse en cuartos de final en tres ocasiones en un 'grande', tras 16 participaciones. Ante el apoyo abrumador de la aficiĂłn, quizá le pesaba la responsabilidad. SaliĂł con el brazo encogido y fallĂł con abundancia.
Sabalenka comparecĂa con más experiencia. La bielorrusa sumaba dos finales con la de este año en Nueva York, además de un rendimiento espectacular desde el año pasado: ha firmado cinco presencias consecutivas en semifinales y un tĂtulo, en Australia a comienzos de esta temporada.
El primer set cayĂł de lado bielorruso y se temĂa que Sabalenka estropeara la fiesta local. Pero Coco se soltĂł en la segunda manga. RompiĂł pronto, tomĂł el mando del partido. ObligĂł a Sabalenka a ser más agresiva, defendĂa como una leona y forzaba los errores de la rival.
Coco se convirtió en un frontón, desesperó a Sabalenka y obró la remontada. Estallido de júbilo en las gradas cuando la estadounidense conectó el revés definitivo que le hizo campeona. Se tiró al suelo, las manos tapando la cara, sin poder dejar de llorar. Subió a su palco, abrazó a la familia, a su equipo técnico, entre quienes está el español Pere Riba y la leyenda estadounidense Brad Gilbert.
«Gracias a la gente que no creyĂł en mĂ», desafiĂł Gauff en la recogida del trofeo. «Quienes trataban de echar agua a mi fuego en realidad echaban gasolina».
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