Esbozos y rasguños
Pastiche de oro
«No puedes ofrecerlo al público a modo de sagrada ofrenda como si fuera la mismísima cornucopia cuando lo ganas y luego no acudir a la ceremonia cuando lo pierdes»
Una pataleta ridícula
![Una selfie con todos los nominados presentes en la gala](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/10/28/blondeoor-RKQSD67WCPqVAXAreaaUBRN-1200x840@diario_abc.jpg)
Partamos de la base de que todo lo relacionado con el Balón de Oro es una solemne horterada. Siempre lo fue, siempre lo será. Pero lo de este trofeo en particular es digno de elogio por el hecho de conseguir alcanzar cada temporada una nueva ... cima en su imparable escalada en el horterómetro. Todo en esa gala luce con el aspecto de envoltorio de unas patatas fritas gourmet: pretencioso y pringoso.
Y qué decir del propio trofeo en sí mismo, pastiche disfrazado de Ferrero Rocher que encima ni de oro es. ¿Acaso puede existir algo menos futbolístico que regalar un balón de mentira a alguien que se dedica a jugar al fútbol? Solo sirve como excusa para desfilar con los esmóquines más ridículos del armario.
Es la Eurovisión de los fifes. Las campanadas de Nochevieja para los cuñados del fútbol. El debate interminable para los que ven el fútbol en clips de redes sociales. No hay un resquicio por el que se cuele un mínimo de buen gusto. Solo rezuma ego, brilli-brilli, individualismo y avaricia. Todo lo que más me aburre de mi deporte favorito se da cita esta noche.
Pero la culpa de este circo formado con Vinicius y el Balón de Oro también cae del lado del Real Madrid por dar una importancia desmedida a este trofeo que dejó de ser interesante cuando lo convirtieron en una excéntrica feria de las vanidades. No puedes ofrecerlo al público a modo de sagrada ofrenda como si fuera la mismísima cornucopia cuando lo ganas y luego no acudir a la ceremonia cuando lo pierdes.
Está claro, para cualquiera con un mínimo de luces, que los encargados de este embrollo buscaban el dramita, la cara de derrota y la foto. Si esto se ha hecho así es tan solo por que interesaba que fuera así. Las razones detrás serán muchas y variadas. De eso se trata ya todo lo relacionado con el fútbol: en fomentar la división en lugar de buscar la celebración. El problema es haber dado pábulo a todo este deshonroso show durante años y elevar a la categoría de título internacional este trofeo que ni es justo, ni tiene demasiado sentido, ni es tan interesante.
Lo lamento de veras por un Vinicius que se ha visto envuelto en el fuego cruzado de varios intereses siniestros. Me alegro por Rodri que cobrará una inesperada y suculenta prima por ganar este premio (y yo siempre a favor del dinero caído del cielo, la verdadera cornucopia). Pero los perdedores con todo este tipo de filtraciones interesadas y aburridas ceremonias somos los aficionados al fútbol; algo en teoría organizado para celebrar es, desde hace años, la excusa perfecta para ofrecer un poco edificante concurso de puñaladas.
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