El segundo palo
Un conejo llamado Vinicius
«Claro que si los merengues también piensan que no se trata de una cacería sino de un ballet…»
Ojalá Arabia nos libre de Vinicius
![Vinicius manda callar a Anoeta](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2024/09/19/vinicius-RoZHtLGkoQGXiZcPHDQVGrJ-1200x840@diario_abc.jpg)
El otro día, en San Sebastián y tras marcar el 0-1, Vinicius se llevó el índice a los labios mandando callar a la grada y la España victoriana formó al instante un pelotón de fusilamiento para el díscolo jugador madridista. Yo juraría que ... ese gesto ya se lo vi hacer a otros futbolistas antes que a él pero, y al objeto de asegurarme, decidí recurrir al comodín de X para que enviaran a mi cuenta fotografías de jugadores haciendo lo mismo. La última vez que lo vi el tuit iba por las 315.000 reproducciones y a la misión de completar mi álbum habían contribuido cerca de 400 amigos, muchos de ellos enviando 5 ó 6 a la vez. Si ese día no recibí 2.000 fotos no recibí ninguna.
No era tan flaca mi memoria como yo creía y al instante se me acumuló el trabajo. De repente aparecieron por allí Raúl, Suárez, Iniesta, Guardiola, Messi, Piqué, Cristiano, Henry, Batistuta, Diego Costa, Ibrahimovic, Torres, Luis Enrique, Neymar, Haaland, Lewandowski, Mikel Merino… Dejé de contar. Por la galería aparecían jugadores modositos y provocadores, soberbios y humildes, con un ego descomunal y con ganas de pasar desapercibidos. Estaban casi todos. Casi todos se habían llevado alguna vez el dedo índice a los labios, pero únicamente con Vini se decidió que estuviéramos durante toda la semana dando la brasa. Curioso, ¿verdad?
Si yo me pongo una camiseta de caza, una chaqueta de caza, un plumífero de caza, unos pantalones de caza, me calzo unas botas de caza y me coloco un gorro de caza y unos guantes especiales para la caza y cojo una escopeta de caza y munición para cazar podré decir que me dispongo a bailar 'La consagración de la primavera', de Vaslav Nijinsky, pero lo normal es que la gente crea que me voy de caza, y lo único que queda claro aquí es que el conejo se llama Vinicius.
La última boutade que he tenido que escuchar es que no tenía motivos para pedirle silencio a la grada porque ese día no se produjeron insultos racistas y esto me lleva a deducir que cuando los 17 futbolistas anteriormente citados, 15 de ellos blancos y dos negros, reaccionaron de esa forma fue porque alguien se metió con el color de su piel. ¿Qué le gritaron a Iniesta? ¿Paliducho? ¿Blanquito? El conejo busca desesperadamente una madriguera en la que esconderse y ésa debe ofrecérsela cuanto antes el madridismo.
Claro que si los merengues también piensan que no se trata de una cacería sino de un ballet…
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete