El perito de lectura de labios de Rubiales asegura «sin margen de error» que pidió a Hermoso «un besito»
El experto, cuya formación cuestiona la Fiscalía, no puede acreditar si la jugadora dijo algo porque estaba de espaldas
Hermoso envió un audio a sus agentes solicitando que hablasen con la RFEF para que dejasen de «tocar a su gente»
El perito presentado en el juicio por la defensa de Luis Rubiales, David Morillo, que elaboró un informe a partir de su propia experiencia como persona sorda de nacimiento interpretando el movimiento de los labios de rubiales en los «dos segundos» anteriores al beso a la jugadora Jennifer Hermoso ha ratificado sus conclusiones en el juicio en la Audiencia Nacional. Dice que él dijo: «te puedo dar un besito» y que «no hay margen de error» en su conclusión.
El problema es que sólo se ve a Rubiales y el consentimiento no depende de lo que él diga, sino de lo que ella responda mientras le sujeta la cabeza con ambas manos tapándole, además, los oídos. El perito ha reconocido que sólo manejó un vídeo de RTVE y otro aumentado de Tik Tok. No buscó ni hizo por encontrar imágenes que mostrasen la respuesta de Hermoso.
Expresándose en lengua de signos y apoyándose en una intérprete, ha acabado reconociendo a preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, que no tiene titulación que avale su pericia y su conocimiento lo era porque es sordo de nacimiento y han recurrido a él en ocasiones las fuerzas de seguridad para este tipo de tareas. Ha participado, conforme ha dicho, en dos procedimientos judiciales en Granada, aunque no ha sabido concretar cuáles ni en qué juzgados.
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Esta es parte de la batalla de la Fiscalía contra la pericial que según ha explicado Morillo, encargó un abogado independiente, Enric Ripoll, y que consta aportada en un informe de la RFEF. Buscaba Durántez evidenciar que es una prueba de parte, mientras la defensa de Hermoso cuestionaba su fiabilidad: «¿Entre besito, piquito, bonito, poquito, puede usted diferenciar en una lectura labial?», preguntaba el letrado. «Sí, sé diferenciarlas. Dice concretamente besito. No hay margen de error», ha zanjado.
El juez, que ha tenido dificultades para arrancar la prueba porque se realizaba por videoconferencia, ha puesto freno a las preguntas acerca de si el perito conocía a Rubiales, dado que ambos son de Granada, con una frase que ha caído como una losa sobre la sala: «Bastante ya está durando el juicio»:
Quedaba otro perito, el que debía certificar que el vídeo de Tik Tok sobre el que había trabajado el primero para leer los labios de Rubiales no había sido alterado. Y esa ha sido la conclusión tras una explicación técnica en términos de «píxeles».
«Que dejen de tocar a mi gente»
Su comparecencia ha dado paso a la documental, con la exhibición de esos y otros vídeos y audios, incluyendo la entrevista que dio a Cope la noche del Mundial Jennifer Hermoso en la que quitó hierro al beso, más allá de decir que no le había gustado. También el vídeo del vestuario en que Rubiales anuncia el viaje a Ibiza y se escuchan bromas «vámonos de boda» y otro, posterior, en el que él lamenta delante de las jugadoras el escándalo.
«Se han montado una historia que es una tontería y la alegría inmensa que hemos tenido por obtener este Mundial no debe ser empañada. Esto es mucho más grande que todo eso y debemos estar todos contentos y focalizados en que difrutéis esto (...) Yo me siento triste y quería pediros disculpas porque es una pena que una cosa así haya empañado», les dice, abrazado a Jorge Vilda y Montse Tomé. Ellas reaccionan cantando «campeonas del mundo». Hermoso está en el grupo.
Asimismo, ha sonado en la Sala el audio que envió la jugadora a su agencia desde Ibiza, cuando estaría según la acusación, recibiendo presiones del entonces responsable de Márketing, Rubén Rivera, y del director de la selección, Albert Luque, del que antes, era «colega».
«Estoy en Ibiza y esta aquí Rubén, el de marketing y está todo el rato con que Albert Luque quiere hablar conmigo y le he dicho que no quiero hablar con nadie pero está todo el rato cogiendo a mi amiga Ecu (Ana Ecube) cogiéndola para que hable. ¿Podéis avisar a la RFEF y a quien sea de que dejen de tocar a mi familia y a mi gente? Es que no tiene ninguna lógica. O paran o al final, verás», decía la jugadora.
La defensa de Rivera ha impugnado esta prueba, primero por los plazos en que se ha aportado y luego porque encontraba un problema con las fechas del archivo, sembrando la duda de que hubiera podido ser modificado.
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