Lester Lescay: «En Cuba, o eres buen deportista, o eres buen médico, o te vas 'p'al' carajo»

—Su nacionalización ha sido la noticia de las Navidades. ¿Ya está todo en regla?

—Sí, ya he jurado Bandera y sólo me falta recoger el pasaporte. En ello estamos.

—Logró un gran salto el pasado verano. ¿Cómo lo recuerda?

—Fue un salto superbueno. Lo veníamos buscando desde hace tiempo, lo tenía en las piernas, lo que pasa es que no salía. Fue la consecuencia de sumar la disciplina, la concentración y haberme cuidado mucho, la alimentación, la salud. Con sólo eso, ya salió este saltico.

—Un salto de 8,35 ya va quedando más cerca de los míticos 8,56 de Yago Lamela…

—La marca de Yago es superfuerte. Es una marca seria, no es nada fácil. El Yago saltó superduro. Él podría haber sido campeón mundial perfectamente, pero le tocó una época… ¡tuvo que luchar con el gran Iván Pedroso!

—¿Ve ese récord accesible?

—Creo que puedo llegar, aunque no me obsesiona. Si lo hago, bien. Y si no, pues a ver más adelante. No es inalcanzable. Si sale este año, pues muy bien. Pero es una marca seria, no es cualquier cosa.

—¿Qué necesita para alcanzarlo?

—Mucha disciplina. Pero estamos en esa zona. Cuando saltas 8,30, pues ya piensas en 8,40 y así poco a poco. Tengo que cuidarme mucho, seguir sumando competiciones, experiencia… ese récord se puede hacer.

—En marzo se disputan los Europeos de pista cubierta en los Países Bajos… ¿le sorprendería ser campeón de Europa?

—Ahí puede pasar lo que sea. Yo simplemente me enfoco en entrenar bien, cuidarme mucho, llegar allí en una forma óptima y, cuando llegue el momento, a saltar. Y el que mejor lo haga, ese es el que gana.

—¿Cuál es su mejor virtud como saltador?

—El despegue, o sea, la batida, la salsa de la tabla. Ahí es muy importante salir con el pie bien extendido atrás. Esa es mi mejor virtud.

—¿Y qué debe mejorar?

—La técnica de caída. Y también ahora me estoy enfocando en la velocidad, porque con una buena carrera se salta mucho.

—¿Cómo ve el nivel del atletismo español?

—Pues me ha sorprendido mucho. Creo ahora mismo somos una potencia europea. En mediofondo, en vallas… En longitud hay tres saltadores de más de 8 metros. Un nivel buenísimo.

—¿A qué atletas admira?

—Uff. Tengo muchos. Veo muchos vídeos de todo el mundo… Por arribita podría decirte el vallista cubano Dayron Robles, que lo seguí de niño, y también Iván Pedroso, Echevarría, que entrené con él. Y también mi tía Mabel Gay, una gran triplista, que me llevaba al estadio cuando estaba en la selección cubana y yo era un niño aún.

—¿Con qué tipo de entrenamientos disfruta?

—Con las carreras de impulso.

—¿Y cuáles odia?

—Me gusta casi todo. Quizá lo que menos, algunos ejercicios de estabilización, los que son boca abajo, agachadito; ahí sufro, lo odio.

—¿Qué opina de Jordan Díaz?

—Es el mejor. Si este chico se cuida y sigue concentrado, será un fenómeno. Hemos estado juntos en el atletismo desde niños. Es un gran talento, un futurazo.

—¿Batirá Jordan el récord mundial?

—Eso sólo dependerá de una cosa. La disciplina.

—Fuera del atletismo ¿qué aficiones tiene?

—Antes me gustaba mucho jugar al baloncesto. Pero ahora no puedo, estoy jodido. Soy consciente de que ahora no puedo hacerlo por si me pasara algo. Y lo que hago es jugar ese mismo baloncesto… ¡pero en la Play!

—¿Por qué Cuba genera tantos saltadores?

—Porque no hay más nada, hombre. En Cuba, o eres buen deportista o eres buen médico o te vas 'pal carajo'.

—¿Usted hace algo especial en su alimentación?

—No, la verdad que no, no llevo ninguna dieta ni tengo nutricionista ni nada de eso. Simplemente, ahora que se acerca la competición, empiezo a cocinar todo a la plancha, con muy poco aceite.

—¿Cuál es su comida favorita?

—Esa pregunta es muy fácil… la fideuá de mi suegro.

—¿Y su bebida preferida?

—En Cuba me gustaban mucho los zumos naturales.

—¿Y qué es lo que más le gusta de vivir en Guadalajara?

—Pues que es España. Y en España todo está bueno, hombre. El clima y todo.

—¿Cómo ha influido Méliz, su técnico, en su trayectoria?

—Mucho. Siempre ha confiado en mí, me vio condiciones… Sabemos dónde queremos llegar y cuando dos mentes se unen así, ya tú sabes. ¡Todo para adelante!

—¿Ha corrido alguna vez 100 metros lisos?

—Sí. Cuando tenía 15 años. Hice 10.8. Esa es la única vez.

—El día 25 va a debutar. Es en Kazajistán. ¿Muy lejos, no?

—Sí, muy lejos. Demasiado lejos para mi gusto. Pero es una competición buena, en Astaná. Es una prueba importante para empezar a buscar sensaciones.