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Atletismo

Laura García-Caro pierde el bronce sobre la línea de meta mientras lo celebraba

Europeo de Roma

La onubense levantó los brazos en la recta del Estadio Olímpico sin darse cuenta de que la ucraniana Lyudmila Olyanovska llegaba por detrás

Marta García, bronce en el 5.000 con récord de España

Guía para no perderse el Europeo de atletismo

AFP
Javier Asprón

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Jarro de agua fría para el atletismo español, que inicia el Europeo con un varapalo, a centésimas de lograr un bronce en los 20 kilómetros femeninos que parecía asegurado. Tanto, que hasta se celebró. Laura García-Caro dio por hecho que era suyo después casi una hora y media de esfuerzo. Entró tercera en el estadio Olímpico, en solitario, y pensó que el trabajo ya estaba hecho. Agarró la bandera de España y sacó a relucir una enorme sonrisa. No era consciente de que por detrás acechaba la ucraniana Lyudmila Olyanovska, que parecía haberse rendido de luchar por ese bronce. No era así. Aún guardaba fuerzas, y las utilizó a conciencia para, aprovechando la relajación de la española, esprintar hasta la línea de meta y superarla.

La cara de García-Caro al darse cuenta de su error no podía ser más descriptiva. El momento del 'sorpasso' la cogió con el brazo en alto y la bandera al cuello. En la meta se dio a las dos atletas el mismo tiempo. La derrota fue por centésimas.

El estadio aún celebraba el doblete de Italia en la primera prueba que repartía medallas. El oro se lo llevó Antonella Palmisano (1:28:09). La actual campeona olímpica dominó de principio a fin, primero en grupo y a partir del kilómetro 12, en solitario. Imperial en cada paso por los alrededores del precioso Stadio dei Marmi, donde se ha diseñado el circuito de la marcha, se coronó en casa a lo grande por delante de su compatriota Valentina Trapletti. La alegría la completaron después el equipo de 4x400 mixto, plata por detrás de Irlanda y por delante de los Países Bajos de Femke Bol, y el oro de Nadia Batocletti en los 5.000 metros. Un inicio arrollador de la anfitriona.

«Estoy decepcionada», explicaba en la zona mixta García-Caro, 29 años y ante la posibilidad de lograr su primer gran metal individual a nivel internacional (fue sexta tanto en el Europeo de 2018 como en el Mundial de 2022). «He ido mirando hacia atrás hasta que quedaban 100 metros, ahí la he visto más lejos. Pensaba que no me pillaba, pero me ha pillado... Quiero dar las gracias a la gente que me empuja siempre. Ha sido un año difícil y estamos de vuelta. Es un resultado agridulce, pero creo que con el tiempo valoraré estar aquí».

Pese al desastre, la actuación española fue magnífica, con sus tres representantes en el 'top ten'. Al cuarto puesto de García-Caro lo acompañaron el sexto puesto de Cristina Montesinos y el noveno de Raquel González.

Toimil, quinta en peso

A las puertas de las medallas se quedó también Belén Toimil, quinta en peso con un lanzamiento de 18,43 metros. El bronce se lo arrebató en el quinto intento la alemana Yemisi Ogunyele, que envió el peso 19 centímetros más lejos que ella. Luego, en el sexto, también la superó otra germana, Alina Kenzel. Hubiera sido la segunda medalla de la historia en lanzamientos femeninos, después del bronce que consiguió Mercedes Chilla en jabalina en el Europeo de Goteborg 2006. Habrá que esperar.

Lágrimas de Orlando Ortega en los 110 vallas

Fue plata olímpica en Río 2016 y bronce mundial en Doha 2019, pero una lesión cuando estaba ya en Tokio para competir en sus terceros Juegos inició un calvario del que ahora, tres años después, intenta salir. Orlando Ortega regresó a las pistas este mayo después de un 2023 inédito. Atrás dejó un reguero de lesiones y sufrimiento que por momentos le dejaron al borde de la retirada. El velocista de origen cubano, nacionalizado en 2015, no quiso dejar de luchar y logró en Estonia los 13.50 que le dieron los puntos necesarios para acceder al Europeo por ránking. Él, que tiene 12.94 como mejor marca personal, se tomó con un reto su presencia en Roma. Salió en la primera serie de los 110 vallas y su carrera no fue buena: séptimo con 13.79. Se vio fuera de la competición y así compareció en la zona mixta. Pero cuando acabaron las otras dos series se comprobó que había entrado en las semifinales por tiempos. Al enterarse, Ortega se derrumbó. «Esta es la muestra de lo duro que está siendo. No ha sido fácil llegar aquí. No esperaba llegar a las semifinales. He dado todo lo que podía dentro de mis posibilidades. Solo mi mujer, mi familia y mi psicóloga saben todo lo que he luchado para llegar aquí. Me he tenido que alejar de mi hija de seis meses para poder luchar por estar aquí».

La jornada dejó las clasificaciones para la final de Esther Guerrero y Marta Pérez (1.500), Irene Sánchez-Escribano y Carolina Robles(3.000 obstáculos) y Eusebio Cáceres (longitud), al margen de la de Ana Peleteiro (triple salto), que soló necesitó un salto de 14,21 metros para acceder con la tercera mejor marca.

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