La polémica trans
Anteponer el sentimiento a la realidad
«Tiene el mismo sentido que permitir a un adulto de 20 años que compita en la categoría sub-10 si se autoidentifica como niño de 9 años»
El tembloroso y comedido comunicado de Bergés
![Valentina Petrillo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/07/26/petrillo-RI7h10yYAdvDbAI9PsH3siP-1200x840@abc.jpg)
De un tiempo a esta parte, se vienen realizando leyes y políticas que anteponen el sentimiento a la realidad. Viene sucediendo con las «leyes de autodeterminación de género», que permiten el cambio del sexo registral a voluntad. El deporte no ha sido ajeno a ... esto.
En el deporte de competición se establecen categorías. Se hace para establecer lo que conocemos como un «campo nivelado». Así, se categoriza por criterios objetivos: por edad, por discapacidad; a veces, por peso… Y por sexo.
En el deporte, ser de un sexo o de otro es trascendental. Determina tener un cuerpo absolutamente diferente (en estructura ósea, masa muscular, masa grasa, pulmones…), motivo por el que el sexo masculino tiene grandes ventajas sobre el femenino en términos de velocidad, fuerza y potencia. De ahí la categorización por sexo.
Pero, como decía, el deporte no ha sido ajeno a las políticas de la autoidentificación, y muchas federaciones han permitido que hombres que se autoidentifican como mujeres compitan en la categoría femenina, lo que tiene el mismo sentido que permitir a un adulto de 20 años que compita en la categoría sub-10 si se autoidentifica como niño de 9 años. El sentimiento, desde luego, no cambia la realidad.
Y así es como nuestra atleta paralímpica española Melani Bergés perdió la oportunidad de poder clasificarse para los Juegos Paralímpicos en la prueba de 200 m en la categoría de discapacidad visual T12. En diversas pruebas del Mundial de Paratletismo en París, en los que se disputaban las plazas para los juegos, en la categoría femenina participó un hombre: Valentina (antes Fabrizio) Petrillo, de Italia, quien pasó a la final en su lugar, clasificándose finalmente.
Petrillo, de 49 años, que ya compitió como hombre, cambió su sexo registral en sus documentos en su país natal al femenino. Legalmente está reconocido como mujer. El cambio en su documento no ha cambiado su cuerpo, y ha batido diversos récords femeninos, gana a mujeres élite de entre 20 y 30 años y lleva ya nueve medallas en la categoría femenina. Cada una de sus participaciones ha excluido a mujeres deportistas con discapacidad, con una historia de gran sacrificio detrás.
Su caso no es el único: son muchas las mujeres que han perdido y están perdiendo sus oportunidades en el deporte por estas políticas.
El deporte femenino lleva un largo camino recorrido por la igualdad. Debe hacerse una seria reflexión al respecto, porque éste se ve truncado mientras se siga anteponiendo el sentimiento a la realidad.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete