Fútbol
Los silencios de Medina Cantalejo
El caso Negreira, el escándalo Rubiales y las contradicciones arbitrales ahogan al jefe del CTA, que gana tiempo escondido
El estercolero de la Federación
![Medina Cantalejo, durante una rueda de prensa](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/10/17/medina-cantalejo-ep-RqpoNEtGGdKJJWj48CT2ryK-1200x840@abc.jpg)
Luis Medina Cantalejo (Tomares, 1964) ha confiado durante semanas en que el silencio y la discreción disiparían la nube que se instaló sobre su cabeza (y la de los seleccionadores masculino y femenino) durante aquella asamblea del 25 de agosto en la Federación Española ... de Fútbol (RFEF). Al seleccionador masculino, arrepentido, se le perdonaron los aplausos, y el femenino fue despedido hace un mes, precisamente el día en que un juez confirmaba oficialmente los indicios de «corrupción sistémica» en el fútbol español por el caso Negreira. Esa misma tarde, en la reunión que mantuvieron el secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, y el presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha, se jugó con reemplazar al presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) para trasladar la imagen de una renovación real y dejar atrás el rubialismo y el negreirazo. Semanas después, la Guardia Civil registraba durante 12 horas las oficinas del CTA por presuntos sobornos a los árbitros durante dos décadas.
Medina Cantalejo fue el único aplaudidor señalado por su respaldo a Rubiales aquel 25 de agosto que no ha pedido perdón por ello. Ha logrado pasar semanas desapercibido entre el culebrón del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y el Gobierno y los cambios en la selección femenina. Pero el agujero que podría propiciar su cese definitivamente son los recelos de algunos dirigentes acerca de que pudo no decir toda la verdad al juez cuando declaró sobre el papel de Enríquez Negreira en el CTA (ni sobre su propia relación con él). Aseguró que sólo tenía funciones «representativas»; en otras declaraciones afirmó que «no sabía muy bien cuál era su cometido».
La hipótesis del falso testimonio constituiría la última valla de un mandato tenso (al 'caso Negreira' y al asunto Rubiales, con la consiguiente pérdida de credibilidad del fútbol, hay que sumarle la polémica desesperante por los continuos desajustes del VAR y las contradicciones arbitrales en sus decisiones). El hecho de que el juez haya expulsado a la Federación como parte del caso Negreira debido a su vinculación con el CTA, donde Medina fue dirigente desde 2009, ha aumentado las sospechas sobre posibles intentos de encubrimiento, según comentan a ABC fuentes bien informadas. La Guardia Civil no estuvo de vacaciones el 28 de septiembre en Las Rozas.
El presidente del CTA no era evidentemente muy cercano a Negreira al comienzo de su exitosa carrera como árbitro (ostenta el récord de internacionalidades para un colegiado español). En el documento de 1996 publicado por ABC que demuestra la existencia del 'índice corruptor' aplicado ya entonces por el CTA, Medina no fue favorecido por sus jefes: descendió, de hecho, dos puestos en el escalafón. Con el tiempo, sin embargo, Medina se convertiría en una figura importante dentro del comité dirigido hasta 2018 por Sánchez Arminio. Cuando se retiró de los campos, ingresó directamente en el CTA: fue nombrado adjunto a su dirección técnica en calidad de responsable de los árbitros de la Segunda B. Después presidió el Comité Andaluz de Árbitros. En 2021 Rubiales lo designó jefe máximo.
El VAR ha sido otra fuente de críticas permanentes al equipo de Medina, que viajó a Ceuta en abril con el propio Rubiales para visitar a un árbitro juvenil agredido. «Sabíamos que posiblemente iba a ocurrir algo y, afortunadamente, la agresión a Antonio Pozo no ha llegado a más», afirmó Medina, «pero el clima en el que los árbitros desarrollan su trabajo se está volviendo imposible». Los árbitros llegaron a anunciar ese mismo día «medidas drásticas» si no se detenía «una campaña perfectamente medida y organizada» en su contra (en alusión a la Liga).
Es difícil aventurar si el caso Negreira manchará definitivamente la carrera de un gestor afable (pese a unos whatsapps matonistas suyos difundidos recientemente) pero poco transparente, Medalla de Oro de la provincia de Sevilla, siempre fiel al presidente caído en desgracia. Su destino, no obstante, parece decidido: aunque sea con calma para reunir el consenso con los presidentes territoriales y con el mayor cuidado para no remover avisperos aún inactivos, los silencios de Medina han acabado por preocupar a los dirigentes del deporte patrio. Un presidente territorial matiza que «tiene sentido mantenerle hasta que termine la temporada, lo último que hace falta ahora es un cambio brusco en este momento tan complicado».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete