Todo irá bien
Messi, goles y bocadillos de pollo
«Marca goles en el campo y en sus finanzas: este contrato con Hard Rock incluye no sólo el bocadillo sino una amplia gama de productos de merchandising: un llavero, un gorro de playa, un bolso pequeño o una botella térmica»
Neymar, otra trincada de los amigos de Laporta
La Federación veta a ABC
![El anuncio de Messi y su bocadillo en un autobús de Miami](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/08/12/messi-RFIZqwtcB9vaCSOswuzmAXI-1200x840@abc.jpg)
Pollo rebozado con provolone fundido y alioli de hierbas. Es el Messi Chicken Sandwich, comercializado por Hard Rock Café y ha sido el producto más vendido –a 20 dólares– desde su lanzamiento. Messi no pierde el tiempo en Miami. Marca goles en el campo ... y en sus finanzas y este contrato con Hard Rock incluye no sólo el bocadillo sino una amplia gama de productos de merchandising, que se venden entre los 20 y los 70 dólares, entre los que destacan un llavero con forma de guitarra y su nombre, un gorro de playa, un bolso pequeño o una botella térmica.
Messi se ha convertido en una muy productiva empresa de sí mismo. Con estos acuerdos queda todavía más en evidencia las groseras mentiras de Laporta del pasado mes de junio, haciendo ver que negociaba con la familia del jugador su regreso a Barcelona, y que este regreso estuvo cerca. Jamás existieron tales negociaciones. Que Messi no las desmintiera en público, para no quedar mal con su afición de toda la vida, no significa que tuvieran lugar. La posición del empresario y jugador es inequívoca: jamás volverá al Barça mientras esté Joan Laporta, por quien se siente engañado. Además de la animadversión con el presidente está el hecho de que ha entendido que el último tramo de su carrera deportiva tiene que servirle para llenarse los bolsillos, y ni el Barcelona, ni la Liga ni Europa pueden ofrecerle el dinero que va a ganar en los Estados Unidos y que habría podido ingresar, igualmente, en Asia, aunque sin tantas garantías jurídicas y a costa de tener que llevar una vida mucho más limitada y aburrida de la que sin duda disfrutará en el estado de Florida.
No es nuevo ni puede extrañar a nadie que Laporta recurra a la entelequia para tirar de épica aunque sea falsa cuando la realidad le es esquiva, pero no podemos dejar de señalar una vez más el escandaloso, servil y paniaguado seguidismo de la prensa deportiva catalana, que no dudó en difundir toda clase de rumores –a los que tenían la desvergüenza de llamar «informaciones» y «exclusivas– sobre la inminencia de la vuelta de Messi al Barça. Todos sabían a lo que Laporta jugaba, para ganar tiempo y distraer a los socios de las graves circunstancias económicas de la entidad, que las decisiones de su junta directiva no hacen más que agravar. Y todos jugaron con él sin ningún escrúpulo ni respeto para sus lectores. Lo que está pasando en el club sería imposible sin el colaboracionismo de estos medios de comunicación, que faltan gravemente a su deber de explicar las irregularidades y los abusos del poder porque prefieren el suculento negocio de cobrar de él para taparlos. Una entidad no colapsa nunca por un solo factor. Tiene que concurrir muchas incompetencias y muchas indecencias, y todas en gran intensidad, para que una demolición pueda ser tan efectiva como la presente.
Lo mismo pasa con una sociedad. Y en este caso concreto, con la sociedad catalana. La rapidez con que Messi ha firmado su acuerdo de colaboración con Hard Rock Café contrasta contra la tercermundista incapacidad de la Generalitat de Cataluña para llegar a un acuerdo con esta misma empresa para construir un complejo hotelero y de ocio alrededor de Port Aventura, que es la primera industria turística de España. Unas veces en nombre del ecologismo –en un paisaje que nada tiene de especial– y otras en nombre del decrecimiento económico, esa absurda teoría que conduce al atraso, a la miseria y al tercermundismo, Cataluña como los palestinos no pierde ninguna oportunidad de perder una oportunidad.
Y mientras Messi explota su imagen y sus últimos trucos en Miami, ganando más dinero que nunca, aquí continuamos con una prensa comprada, un gobierno de Esquerra, un presidente como Laporta y lo más cerca que nos queda regreso de Messi es tragarnos por 20 dólares sus infames bocatas de pollo.
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