La mejor parábola de D10S: el Barça vuelve a un monumento de Maradona

No es la primera vez que se miden serbios y catalanes. La última fue en la temporada 1996-97, con exhibición de Giovanni en la Recopa que el equipo azulgrana acabaría ganando ante el PSG en la final. Pero mencionar al Estrella Roja en su casa es sinónimo de 'territorio Maradona' y la memoria escarba hasta alcanzar un lejano 20 de octubre de 1982, recordado sobre todo por uno de los mejores goles que ha marcado Diego Armando Maradona con la camiseta del Barcelona. Una de las mejores vaselinas de la historia que provocó el aplauso durante un minuto de la afición local puesta en pie.

Disputaban los culés la ida de los octavos de final de la Recopa (competición en la que entonces participaban los campeones de Copa de cada país europeo) en el Rajko Mitic de Belgrado, conocido como el 'Pequeño Maracaná', apodo que recibía por el parecido con el mítico estadio de Río de Janeiro, considerado el más grande del mundo. De hecho, hubo encuentros en los que se concentraron más de 100.000 seguidores en sus gradas. Actualmente, debido a varias remodelaciones, tiene un aforo de 51.755 espectadores.

Con Udo Lattek en el banquillo y Bernd Schuster como la otra gran estrella del Barcelona, Maradona justificó el alto precio pagado por su fichaje en aquel momento. 42 años después sigue asombrando su gol sobre un terreno de juego que nada tiene que ver con los perfectos prados en los que actualmente se practica el deporte rey. Un auténtico patatal que no impidió la depurada técnica del argentino, que recibió un balón del 'Lobo' Carrasco en el centro del campo, puso la directa hacia la portería serbia y tras marcharse de todos los rivales que trataban de acercarse colocó una inesperada vaselina desde la semiluna del área que significó el segundo gol en un partido que acabó con victoria azulgrana (2-4) tras el doblete del argentino y otros dos tantos de Schuster. Los dos goles locales los anotó Janjanin.

Si el gol de Argentina contra Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de 1986 fue bautizado como 'la mano de Dios, el que anotó el Pelusa en Belgrado podría recibir perfectamente el apelativo de 'la parábola de Dios'. El autor era el mismo y la genialidad de otro mundo, escasamente terrenal. La jugada pilló al portero a media salida y Stojanovic (así se llamaba el cancerbero) solo pudo ver cómo el balón salía delicadamente del interior de la bota izquierda de Maradona, le superaba por arriba y caía de repente a toda velocidad hacia el interior de la portería que defendía. Una parábola perfecta. El partido de vuelta acabó también con victoria del Barcelona, que se metió en los cuartos de final de una Recopa que acabó ganando el Aberdeen al derrotar en la final al Real Madrid (2-1).

«Ha sido uno de los mejores goles de mi carrera y agradezco el gesto de la gente, siempre me gusta inventar cosas», reconoció Maradona al término de un encuentro en el que fue ovacionado. El argentino explicó cómo gestó la vaselina: «Tengo la costumbre de mirar al portero y tirarle por arriba cuando veo que sale para tapar el disparo fuerte desde el borde del área».

A pesar de la genialidad de Maradona, Lattek evitó elogiarle. «Es el mejor jugador del mundo, pero solo no puede hacer nada. Diego, solo, puede jugar al tenis o al ajedrez, pero nada más. Si los otros no ayudan no puede meter goles. Hoy en día es el mejor jugador del mundo pero necesita la ayuda de los otros jugadores», comentó tras el partido en Belgrado. Solo compartieron vestuario ocho meses.

El otro gol antológico llegaría ocho meses después, el 26 de junio de 1983 en la ida de la final de la Copa de la Liga en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (2-2). También recibió en el mediocampo del 'Lobo' Carrasco, se plantó ante Agustín, le fijo y le engañó con un balance corporal y un cambio de ritmo. Solo y a portería vacía, vio de reojo la llegada al corte de Juan José. Espero al defensa, frenó y le dejó pasar de largo hasta que se estrelló contra el poste y anotó. «Me la dio Carrasco en mitad de la cancha, eludí al arquero y esperé a Juan José, al que dejé pasar de largo. Se rompió los huevos contra el poste y yo la empujé para dentro. Después nos cruzamos y le pedí perdón. Me mando a la mierda», explicó después el malogrado futbolista.

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Lamine Yamal ya sabe lo que es jugar en el Rajko Mitic, al igual que Dani Olmo, Pedri o Ferran. Los cuatro jugaron con la selección española la UEFA Nations League el pasado mes de septiembre un partido que acabó con un inesperado empate a cero ante Serbia. Los tres primeros llegan en plena forma al partido europeo (Ferran está lesionado) tras golear al Espanyol (3-1) este pasado fin de semana con un doblete de Olmo y un amplio repertorio de asistencias de Lamine Yamal, que si consigue marcar agradaría una leyenda en la que va grabando muescas. Comparado con Messi, anotar en el 'territorio Maradona' aumentaría el aura del joven delantero.

El Estrella Roja manda con solvencia en la Super Liga serbia pero sigue sin puntuar en la Champions. «Nos llega el mejor equipo de Europa, el Barcelona está en su mejor momento en todos los momentos del juego. Juegan con inspiración, entusiasmo y llenos de confianza en sí mismos», reconoció Vladan Milojevic. El técnico del Estrella Roja añadió: «Creo que el Barcelona saldrá victorioso, está en un momento de forma increíble y es un partido que debemos disfrutar como jugadores y aficionados».

El Barcelona llega como favorito tras su trayectoria esta temporada, en la que lidera la Liga tras sus goleadas al Sevilla, Madrid y Espanyol e ilusiona en Europa después de derrotar al Bayern de Múnich de forma contundente en el último partido continental. «¿Ganar la Champions? Hay mucho trabajo duro por hacer», se sincera Hansi Flick.