Es fútbol y es femenino
De repente legendarias
«¿Se imaginan un partido inaugural España -Marruecos? ¿Creen que Montse Tomé y Jorge Vilda no han fantaseado ya con esa derivada?»
El porqué Vicky López no juega en el Real Madrid
La selección celebra en Vistalegre su título de la Liga de las Naciones
La selección española femenina consiguió de manera brillante proclamarse campeona de la Liga de las Naciones en su primera edición, y clasificarse antes para los Juegos Olímpicos, tras vencer a Francia por 2-0 en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Y con récord ... de asistentes: 32.657 espectadores (medio aforo), el mayor número de espectadores en un partido de la selección femenina.
Las jugadoras han tenido la innegable capacidad (por fin) de dejar aparcados todos los problemas y polémicas políticas, sociales y de vestuario, para saltar al campo sin prejuicios y centrarse en vencer. Lo ganan todo. El equipo exhibe madurez, una fortaleza inherente a las victorias. Esa inteligente manera de competir es la clave que une a un grupo excepcional de futbolistas que se complementa y que saca en equipo lo mejor de cada una de ellas a nivel individual. Esa madurez les da paciencia para manejar los partidos a su antojo, sabiendo esperar el momento justo, sin precipitarse, controlando la ansiedad, logrando golpear a su rival y ganar con pasmosa facilidad.
Lo que más me llamó la atención de la final es que las hasta hace bien poco idolatradas e inalcanzables jugadoras francesas en ninguna faceta del juego fueron superiores a las españolas. Ni técnica, ni táctica, ni física, ni mentalmente. Muy reseñable la velocidad y la capacidad de las nuestras en repetir acciones a alta intensidad. Como muestra, la jugada que se produjo en el minuto 88 de la segunda parte, cuando en un contraataque de las francesas, hasta ocho jugadoras replegaron a toda velocidad, robando el balón y asociándose entre los olés del público sevillano. Simplemente espectacular.
El palmarés del fútbol femenino español es incontestable: campeonas del mundo, de la Liga de las Naciones, del Mundial sub 20 y sub17, de Europa sub 19, y muchas de ellas Campeonas de la Champions con el FC Barcelona. A nivel individual, las dos flamantes Balones de Oro, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí. Sumemos a Vicky López, mejor jugadora del mundo sub 17 en el último mundial. Además, Salma Paralluelo, premiada por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) como la mejor jugadora Sub-20 del año 2023.
Todo esto nos hace pensar que estamos ante un equipo que marcará una época (ya lo ha hecho) y que será recordado (quizás) como otros combinados masculinos de leyenda. La clave para convertirse en un equipo mítico pasa porque sean capaces de gestionar el éxito, corrigiendo lo que está mal, dentro de lo que ha salido bien. Si son capaces, serán invencibles. Ahora, además tienen la oportunidad de cerrar con broche de oro este ciclo inolvidable tras los Juegos Olímpicos. Tras este verano, pase lo que pase, tocará preparar los siguientes asaltos de cara a las próximas citas y eso pasa por corregir los errores cometidos en todos los sentidos.
Lo deportivo tiene su propio recorrido y tiene aún capítulos interesantísimos que están por escribirse. La selección de Marruecos, capitaneada por el ex seleccionador nacional Jorge Vilda, jugará la final del torneo clasificatorio de la zona africana. Se medirá en la final a Zambia. De ese partido saldrá la selección que se clasificará para París. Luego, todas las selecciones participantes quedarán a merced de los sorteos para la formación de grupos. Eso deja abierta la puerta al destino que, si finalmente Marruecos gana y tiene billete, podría acabar enfrentándose a España por designios de la suerte. ¿Se imaginan un partido inaugural España -Marruecos? ¿Creen que Montse Tomé y Jorge Vilda no han fantaseado ya con esa derivada? Sin duda, sería un partido en el que se buscarían muchas otras cosas, además de goles. De momento, toca esperar.