Florentinov

Recuerdo una escena de 'La lista de Schindler' en la que Liam Neeson quiere convencer a Ralph Fiennes de que el auténtico poder no reside en asesinar sino en perdonar la vida: «Yo te perdono», repite una y otra vez el psicópata Amon Goeth delante del espejo, «yo te perdono». ¿Irán por ahí los tiros? ¿Querrá perdonar el Gran Maestro Florentinov la vida al adversario malherido? ¿Se negará a empujarla a puerta vacía por bonhomía o por el interés, que es por lo que todos queremos tanto a Andrés? ¿Tiene un plan o no hay nada al final del túnel?

Los muy cafeteros aseguran que lo hace por la SuperLiga. Sus apóstoles dicen que si no habla es por la sencilla razón de que lleva haciéndolo veinte años a través del canal de televisión oficial del club. Circula por ahí el rumor, que huele a argumentario a kilómetros, de que no quiere convertir esto en otro clásico Barça-Madrid.

Si yo no he preguntado es porque sé que me van a repetir idéntico catecismo y porque no quiero recitar sino entender; también porque estoy convencido de que sólo existe en el mundo una persona que sepa por qué el Gran Maestro Florentinov entrega su dama cuando tiene acogotado al rey rival, y es el propio Florentinov.

Mi fe no pasa precisamente por su mejor momento, se quiebra. Soy débil, lo sé. Quiero pensar que en el Real Madrid no hacen nada por un buen motivo pero me cuesta. Me gustaría creer que el Gran Maestro merengue acabará como Lasker en 1912 dando mate a George Alan Thomas en siete jugadas pero ahora mismo no lo veo.

Florentinov ya le perdonó otra vez la vida a Laporta cuando lo de Beckham y su comportamiento posterior con él no fue de agradecimiento precisamente sino todo lo contrario. Sólo tengo una certeza y es la siguiente: de ser al revés, el Barcelona habría encabezado la manifestación contra el Madrid. Y esa idea, lo confieso, me corroe por dentro.