Atraco a Vini

El año pasado, y de nuevo con Messi como protagonista, no recuerdo que se sacara a colación el nombre de Rodri, pero el lunes pasado todos estos españolitos de salón organizaron pelotones de fusilamiento improvisados contra quienes se atrevieran a sugerir siquiera que a Vinícius le habían estafado. El argumento, absolutamente falaz, era que Rodri es «ejpañol». Y digo yo, ¿no eran también «ejpañoles» Raúl, Xavi, Iniesta, Casillas o Carvajal y Unai Simón? No recuerdo a nadie rasgándose las vestiduras por Dani, que lo ha ganado todo, ni recuerdo una mención especial para el portero del Athletic y de la selección, que directamente ni existió.

Albergo pocas dudas acerca de la intervención de UEFA en todo el tocomocho del otro día. Vi a Ceferin y pensé en el líder de SPECTRE, Ernst Stavro Blofeld, el malo de las películas de James Bond. Me juego lo que sea a que Ceferin tiene un gato blanco que se llama Pérez. Gracias a Dios y a un milagroso chivatazo nadie del Real Madrid se subió al avión. El plan de Blofeld consistía en atraer hasta París a 007 para verle la cara a su archienemigo mientras Weah decía «Rodrigo». Por cierto que el fútbol también va por barrios. Pondré un ejemplo: que Rodri celebre su éxito burlándose de Vini es fútbol, que Vini baile es una provocación.

¿Y lo del fair play? A Vinícius, según Relaño, pudo penalizarle su imagen de «revoltoso», pero ese mismo criterio no supuso mayor impedimento para que Dibu Martínez, que pasa por ser el auténtico Barbanegra del fútbol mundial, le ganase por la mano a Simón, quien, todo sea dicho de paso, tiene el plus de haber nacido en Murguía, en la provincia de Álava, y, por lo tanto, ser «ejpañol». Aunque puede que todo se reduzca a la capacidad de los electores. El representante de El Salvador sacó a Vini de la lista de los diez mejores porque sólo se mueve por una zona muy concreta del terreno de juego. Con estos bueyes deberá arar France Football, el Real Madrid no.