Fútbol
Jagoba Arrasate, de profesor de primaria a entrenador de moda
El vasco, que comenzó como entrenador en el pueblo donde daba clases, ha convertido al Osasuna, que hoy juega contra el Madrid, en uno de los equipos más en forma de Primera
![Arrasate, durante un partido con el Osasuna](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/02/17/arrasate-Rw2qO81Vvh4z5BndxddyTrO-1200x840@abc.jpg)
Todas las temporadas, hay un equipo que vence a las estadísticas, a las apuestas, a lo establecido, y logra cuajar una campaña muy por encima de sus posibilidades. Pero ha habido muy pocos casos en los que un escudo haya conseguido replicar esta aritmética durante ... varios años. Ese, sin duda, es el Osasuna que, tras volver a Primera división en 2019, se ha convertido en un conjunto de media tabla (en el mejor sentido de la palabra), de lo más competitivo y todo un dolor de muelas para los grandes escudos de nuestra geografía. Pese a que cuenta con jugadores de gama alta como Chimy Ávila, Ante Budimir o Jon Moncayola, cuando uno pregunta quién es el auténtico artífice del éxito de los navarros, todos señalan con el dedo a un hombre: Jagoba Arrasate.
El técnico de 44 años, nacido en Berriatua, una pequeña población vizcaína a medio camino entre Bilbao y San Sebastián, cogió al equipo en 2018, cuando al Osasuna se le comenzaba a atragantar el ascenso a Primera, la categoría en la que más veces ha competido en sus 112 años de historia (40). Con Arrasate consiguieron el ascenso directo en su primer año en el banquillo de El Sadar para, en su vuelta a la élite, registrar un meritorio décimo puesto. En la 2021-21, fueron decimoprimeros y en la 2021-22, décimos de nuevo. Cuando lo inesperado se convierte en rutina, algo se está haciendo bien.
En Pamplona, el libreto de Arrasate ha cuajado a la perfección. Su fútbol norteño, de rápidas transiciones y bombardeo sistemático al área rival, ha encandilado a la parroquia navarra que, antes de recibir al Real Madrid esta noche (21.00 horas, DAZN), ve a su equipo como noveno clasificado de la Liga (sexto mejor local) y semifinalista de la Copa del Rey, donde se enfrentará al Athletic Club en su camino hasta la final, la cual ya alcanzó en 2005.
«Este Osasuna consigue que la diferencia de presupuestos con los grandes desaparezca. Compite muy bien, tiene jugadores de calidad y es muy bonito de ver. Aprieta arriba, no especula con la posesión y llega de portería a portería con mucha rapidez. Muchos centros al área… es un ritmo que a los equipos se les atraganta», explica a ABC Xabi Prieto, uno de los jugadores más importantes de la historia de la Real Sociedad (desarrolló sus 15 años de carrera profesional en San Sebastián) y que coincidió con Arrasate entre 2013 y 2015, cuando este fue segundo entrenador de los vascos y, al año siguiente, técnico jefe.
«Es un fenómeno», esgrime Prieto. «Los jugadores teníamos mucha comunicación con él. Hablábamos muchísimo de fútbol, de tácticas y de preparación para los partidos. Yo recuerdo esa época con mucho cariño hacia el Jagoba entrenador y hacia el Jagoba persona», cuenta el centrocampista, ya retirado pero con el amor por el fútbol intacto, siempre con un ojo atento a lo que pasa en el el deporte rey.
El arte de comunicar
Prieto reconoce que, más allá de tácticas y de la inquebrantable pasión que el técnico siente por un balón de fútbol, una de sus grandes virtudes es la comunicación con los futbolistas, el equilibrio y la perspicacia que se necesitan para que un ideario cale en una plantilla. «Es muy equilibrado antes de los partidos. No solo se queda en el plano táctico o en el emocional. Es muy práctico, detecta cuándo hace más falta lo uno o lo otro. Y ahí está el éxito, en el equilibrio. Lee muy bien los partidos y, junto con Bittor Alkiza (su mano derecha), ha hecho un gran tándem para transmitir lo que ellos quieren y sobre todo que cale en los jugadores».
Quién sabe si su mayor virtud como entrenador de éxito es consecuencia de que, antes de dedicarse por completo al fútbol profesional, era profesor de primaria en su pueblo, un trabajo serio, como le decía su madre, mientras él, como bálsamo, entrenaba al equipo juvenil de la localidad. Luego, le llamó la Real para formar jugadores en su cantera. El resto, ya es historia.
Más allá de pizarras y charlas motivacionales, uno de los mayores valores que los profesionales destacan de Arrasate es su fijación por la cantera. «Se conoce hasta los nombres de los infantiles», reconocía hace unos días en El Diario de Navarra Ángel Alcalde, coordinador del fútbol formativo pamplonica. «No creo que volvamos a tener un entrenador así jamás», continuaba el responsable. De hecho, uno de los grandes puntos de inflexión de la temporada del Osasuna se dio cuando Arrasate, sin previo aviso, dio la titularidad desde muy temprano a Aimar Oroz, jugador del filial. El canterano se ha convertido en uno de los engranajes más brillantes del Osasuna y ha respondido a su técnico con tres goles y una asistencia en 1240 minutos disputados entre Liga y Copa.
«El Madrid es el campeón del mundo, pero afrontamos el reto con mucha ilusión», dijo ayer con modestia Arrasate, el profesor que, con paciencia y pasión, se ha convertido en el técnico de moda del fútbol español.
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