Ilusión y prudencia con Lamine Yamal

Javier Asprón

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06/09/2023
Actualizado a las 09:18h.

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Ni Lamine, ni Yamal. Lamine Yamal. La última perla del fútbol español tiene nombre compuesto, 16 años recién cumplidos y raíces mestizas. En apenas 240 minutos ha logrado erigirse en la mayor esperanza del Fútbol Club Barcelona desde el advenimiento de Leo Messi, y ahora opta también a revolucionar el statu quo de la selección española tras recibir la llamada de Luis de la Fuente, tan grande son su hambre y su desparpajo.

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Cinco partidos ha necesitado para ser considerado titularísimo en el equipo de Xavi, tiempo suficiente para que el seleccionador nacional le vea ya preparado para dar el salto a la absoluta. «No hay problema con la edad. Jugadores como él avanzan a un ritmo muy rápido», explicaba el otro día sobre la convocatoria del jovencísimo culé. «Está preparado», aseguraba antes de asegurar que se trata de un futbolista «tocado por la varita de Dios, genial».

Siendo así, tal cual lo cuenta el seleccionador, el caso tan particular del chico aconsejaba acelerar un poco los plazos. Lamine Yamal, nacido en Esplugues de Llobregat, es hijo del marroquí Mounir Nasraoui y de la ecuatoguineana Sheila Ebana. Y podría haber elegido jugar también con cualquiera de esas dos selecciones. Su padre nunca ha negado su preferencia por Marruecos, e incluso circula un vídeo en las redes en las que Yamal, vestido con la camiseta de los 'Leones del Atlas', besaba el escudo y supuestamente se alegraba de la victoria de esa selección sobre la de España en el pasado Mundial de Qatar.

Marruecos llevaba meses tentando al jugador, lo que provocó la reacción de los técnicos de la Federación Española. Francis Hernández, coordinador de selecciones, y Tito Blanco, responsable del fútbol base, se reunieron con Lamine Yamal a finales de agosto y le explicaron el proyecto que tenían para él.

La decisión final ha sido del futbolista, que en toda su etapa de formación ya había jugado para las categorías inferiores de España.

En lo futbolístico no hay dudas con Lamine Yamal. En la RFEF saben que están ante un jugador diferencial que puede marcar una época. Preocupan más el entorno del jugador y ciertos pecados de juventud que confían que se queden en meras anécdotas. Lamine Yamal creció en Rocafonda, un barrio de Mataró con fama de conflictivo, de baja renta per cápita y con una alta tasa de inmigración al que se siente muy unido. De hecho, el jugador celebra sus goles formando con las manos el número 304, los tres últimos números del código postal de Rocafonda. Su padre fue condenado a varias multas por valor de 656 euros por atacar en ese barrio a unos simpatizantes de Vox antes de las pasadas elecciones municipales. El propio jugador también fue apercibido por algunas de sus publicaciones en las redes sociales antes de ser excluido de la concentración de la selección sub-17 del pasado marzo por un acto de indisciplina realizado junto a dos compañeros: Jesús Fortea, del Real Madrid; y Daniel Muñoz, del Atlético. Poco antes dejó a Iván de la Peña como representante y se unió al grupo de Jorge Mendes.

De la Fuente, curtido en mil batallas con las jóvenes promesas de España a lo largo de sus años como seleccionador en las categorías inferiores, conoce a fondo todos esos detalles y cree saber la fórmula para cuidar el desarrollo tanto personal como deportivo de Lamine Yamal. De momento, los veteranos ya se han acercado a él para arroparlo y dejarle claras las normas del vestuario de la absoluta, aunque la mayoría del tiempo en la concentración lo pasa junto a Balde y Gavi, dos de sus íntimos también en el Barça. Al sevillano lo puede desbancar como el más joven en debutar con la selección. Gavi lo hizo en octubre de 2021 con 17 años y 62 días. El récord de Lamine Yamal puede perdurar bastante más.