MUNDIAl 2014
Valbuena, sangre española en el motor de Francia
Mathieu Valbuena sentirá escalofríos cuando salte este martes al Estadio de Francia (21.00 horas) para enfrentarse a España. El centrocampista del Olympique de Marsella es el motor de la selección gala, pero por sus venas corre sangre española, la de su padre, Carlos, nacido en Valladolid.
Valbuena reconoce que jugar contra España «es algo muy especial». En octubre pasado, cuando se enfrentó a la selección de Del Bosque en el Vicente Calderón, se le puso la carne de gallina al medirse contra el equipo que su padre le mostraba con orgullo cuando era niño. «Fue un momento especial, siempre he seguido mucho a la selección española, mi padre me hablaba constantemente», ha asegurado el jugador, de 28 años.
El centrocampista volverá a olvidarse este martes de sus orígenes para lograr que Francia conserve la primera plaza del grupo I de la fase de clasificación para el Mundial, la única que da acceso directo al Mundial de Brasil. También su padre, Carlos Valbuena, empleado municipal en Blanquefort, a las afueras de Burdeos. «Yo me siento español, pero el martes quiero que gane mi hijo», ha explicado a Efe. A pesar de ello, desea que el combinando de Del Bosque también acuda al Mundial «pero a través de la repesca». «Los españoles no tendrán problemas en hacerlo en la repesca, a dos partidos no veo quién puede eliminarles», asegura.
El padre del futbolista vive en Francia desde que tenía 3 años, cuando sus padres se instalaron en el suroeste del país en busca de un futuro para la familia. Allí nació Mathieu, que pronto despuntó por su afición por el fútbol. Carlos le llevó en varias ocasiones al Camp Nou, para ver al Barça de Johan Cruyff, del que se enamoró por su fútbol técnico.
Pequeño pero muy veloz
Tras una etapa en las categorías inferiores del Girondins de Burdeos, Valbuena vio frenadas sus ambiciones por su pequeña talla. Obligado a jugar en un club de aficionados y combinar el fútbol con un trabajo en una tienda de ropa, Valbuena no perdió la fe. Fichó por el Libourne y, poco a poco, se convirtió en el hombre clave del equipo y fue elegido mejor jugador del campeonato, lo que le llevó a ser observado por el Olympique de Marsella, que le ofreció su primer contrato profesional en 2006.
Allí tardó en explotar como jugador y lo hizo de la mano de Didier Deschamps, que tardó en otorgarle la titularidad pero acabó por convertirle en un imprescindible en el equipo. El ahora seleccionador vuelve a confiar en el bajito futbolista de 168 centímetros que compensa su falta de altura con una gran velocidad y vivacidad. Valbuena, que suma ya cinco tantos con la «bleu», ha marcado en los tres últimos partidos de Francia, contra Italia, Alemania y Georgia.
Carlos Valbuena piensa ahora en el encuentro ante España, que presenciará en el Estadio de Francia acompañado de dos de sus primos que vendrán desde Laguna de Duero. En esa ciudad dormitorio de Valladolid pasa cada año parte de sus vacaciones. Y durante años también lo hacía Mathieu, que acude menos desde que es profesional.