fútbol internacional
Alfombra roja para el regreso de Totti a la «Azzurra»
El seleccionador Prandelli y el capitán Buffon abrazan el regreso del jugador romano, en una excelente forma, que no lo descarta
Francesco Totti, 36 años, regala cada fin de semana destellos de su enorme talento por los estadios de media Italia, rendido el público ante un jugador infinito que acaba de superar a Gunnar Nordahl como segundo máximo goleador de la historia en el «calcio». Entregado en exclusiva a la Roma de sus amores, retirado de la selección italiana en 2007, podría regresar por la puerta grande al combinado que dirige Cesare Prandelli para disputar el Mundial de Brasil 2014.
Dos décadas llevan las tertulias de los cafés italianos redescubriendo a Totti, «Il Capitano», protagonista de algunos de los momentos más memorables de la AS Roma. El debate durante meses giraba sobre si Cesare Prandelli, seleccionador italiano, debía llamar al romano para un jugar un último partido con la «Azzurra» a modo de despedida. Pero Totti, talento infinito a sus 36 años, se ha empeñado en opositar a una plaza de pleno derecho para volver a jugar con la bandera italiana. «Si un mes antes del Mundial está igual que ahora física y mentalmente estaremos obligados a tenerlo en cuenta», concedía el técnico este martes.
Sin que su nombre aparezca en la lista de convocados, Totti está en la concentración de la selección italiana, en parte porque los más veteranos nunca se han olvidado de él. «Sigue siendo uno de los nuestros. Es normal que el míster no quiera descartar un jugador con tanto talento, carácter y clase como Francesco, que está jugando a un nivel formidable», sentenciaba el otro capitán, Gianluigi Buffon. Alfombra roja para un mito del fútbol italiano que se resiste a colgar las botas. «Totti vive una segunda juventuz, no solo por la cantidad de goles sino por la calidad de su juego», profundiza Giancarlo Abate, presidente de la Federación.
La cuchara de la Eurocopa
Con la «nazionale» Totti marcó un imborrable gol que le retrata como un personaje de un carisma tremendo. Italia y Holanda se jugaban el pase a la final de la Eurocopa de 2000 en la tanda de penaltis, momento reservado a los inmortales. «Tengo miedo», le confesó Di Biagio, sensación imposible para un tipo como Totti. «Nun te preoccupà, mo je faccio er cucchiaio», dijo en un acento solo comprensible para otro romano, avisando que batiría al enorme Van der Sar con la «cuchara», un gesto técnico parecido al que coronó a Antonín Panenka. Totti metió a Italia en la gran final con aquel imborrable penalti, que años más tarde intentó repetir con nefasto resultado.
Desde aquel penalti, sin embargo, el peso de Totti en las grandes citas con la selección italiana fue menor, incapaz de meter un gol en el Mundial de Corea, expulsado en el primer partido de la Eurocopa de Portugal por escupir -Totti siempre es Totti- a Christian Poulsen. La Copa del Mundo de Alemania parecía el momento ideal para la consagración del romano, pero Totti se rompió la pierna en plena temporada. Llegó a última hora al torneo, jugó siete partidos y marcó un gol de penalti, pero esa cita coronó un fútbol que no él representaba.
Un tipo muy peculiar
Totti, sin sitio en el esquema de Donadoni, decidió anunciar su retirada de la selección en el verano de 2007. Desde entonces se ha dedicado en exclusiva a la Roma en la que comenzó a jugar a los 13 años. Respetado por su amor eterno a una sola camiseta, el país se ha encariñado de un tipo auténtico y sencillo, complicada con él cualquier conversación sobre otra cosa que no sea la pelota. «Arde la biblioteca personal de Totti. Solo se ha salvado la mitad de los libros, el segundo todavía no estaba coloreado», dice uno de los chistes sobre el futbolista. Totti, con un enorme sentido del humor, recopiló los chistes en un libro benéfico, reflejo de su personalidad.
Ahora, veinte años después de su debut, el talento de Totti vuelve a llamar a la puerta de una selección italiana mucho más acorde a su juego, pero el romano se resiste a ilusionarse. «Las palabras de Prandelli me complacen mucho, pero podría retirarme antes, ¿quién sabe? Cuando Prandelli me llame ya veremos», sentencia Totti. «Il Capitano» sigue regateando la jubilación.