entrevista | Fórmula 1
Carlos Sainz: «Estoy en el momento perfecto de mi carrera»
Gran premio de Bélgica
El piloto madrileño analiza para ABC su evolución en la Fórmula 1, su relación con Alonso y su momento en Ferrari
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![Carlos Sainz, en el circuito de Spa](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/07/28/carlos-sainz-U502133300413nJF-RfCHBmsbLHAV7ZGycDxC9WL-1200x840@abc.jpg)
Proveniente de la niebla y el diluvio que envuelven el circuito de Spa en el verano belga, Carlos Sainz (Madrid, 28 años) se presenta en el garaje de Ferrari a la hora acordada, las 15:18, ni un minuto más ni uno menos, así ... de precisa y milimétrica es la agenda de los seres humanos en la Fórmula 1. Chubasquero rojo Ferrari, pantalón vaquero desgastado y gorra para protegerse del agua, el piloto español saluda amable y toma asiento junto a ordenadores, probetas y muestras de aceite en lo que más parece un laboratorio que un taller. En el Gran Premio de Bélgica, última carrera antes de las vacaciones en este deporte, Sainz charla con ABC.
-¿Cómo lleva el año? No hay demasiadas buenas noticias en Ferrari…
-Mi vida es muy pública, ya se conoce lo que hay en tantas carreras de F1. Es un año complicado desde el primer test en Baréin, en el que se vio que ni el año ni el coche iban a ser fáciles y que había un equipo como Red Bull que sacaba mucha ventaja al resto. He hecho buenas carreras en Austria y en Canadá y las dos últimas (Hungría e Inglaterra) nos han devuelto a la realidad o a un paso intermedio detrás de McLaren y Mercedes, que ahora parecen los más fuertes detrás de Red Bull.
-¿Cómo es esa intensidad, el estrés de conducir para Ferrari?
-Todo se mira con lupa, se habla mucho de ti, la prensa, es intenso. Y necesitas estar a tope de motivación y energía para aceptar todo lo que se viene encima, tanto lo bueno, que es increíble, como lo malo, que es muy duro. Estoy en el momento perfecto de mi carrera, 28 años, 9 en F1, tengo un buen balance de experiencia y juventud para saber llevar todo esto.
-Pero parece que la presión la impone la misma casa Ferrari.
-Claro, es la historia de la marca. Impone las expectativas y la presión para todos. Yo soy el primero que quiere ver ganar a Ferrari de nuevo, ojalá sea en mi ciclo. Y si no, pasar por aquí con la mejor intención y energía para guiar al equipo a la dirección correcta. Yo doy todo por los aficionados, la marca y la gente que confió en mí.
-Ese gigantismo de Ferrari no le ha devorado… Algo que no pueden decir todos los pilotos.
-Sí, eso dice la historia. Si eres muy joven o estás casi de retirada, falto de motivación, Ferrari te puede devorar. Pero si estás a tope de energía, en físico y mentalidad, y tragas lo bueno y lo malo… Cuando me paro y pienso, no olvido que es un privilegio y un honor conducir para Ferrari, una experiencia única que trato de aprovechar de forma positiva, porque para mí esa es la clave.
-Lleva nueve años en la F1. ¿Cómo van sus expectativas de ganar carreras, hacer poles, ser campeón del mundo? ¿Lentas, rápidas, a su paso?
-Estoy cumpliendo las expectativas. Llegar a Ferrari, el equipo con más historia de la F1 fue un sueño. Este deporte funciona así, puedes estar en un equipo top pero depende de si el ciclo que toca. Funciona por ciclos, puedes moverte por los top y nunca ganar o conducir para uno un par de años y que te toque ganar. Seguiré mejorando mi pilotaje, desafiándome a mí mismo por ser mejor piloto, profesional, persona, pero sé perfectamente que en F1 se depende de la máquina.
-¿Cuánto cree que ha evolucionado?
-Es difícil saberlo. Del año pasado a éste he dado uno de los pasos más grandes de pilotaje y profesionalidad, pero desde el principio se mejora mucho. Es fundamental hacerlo.
-¿Le falta instinto asesino?
-Creo que eso depende mucho del año. Si coges mis dos años en McLaren y aquellos adelantamientos agresivos, nadie decía que me faltaba ese instinto. El año pasado no iba cómodo con el coche, y decían que me faltaba el instinto asesino. Depende también mucho de cada carrera, son modas, épocas. De repente dicen que soy muy bueno salvando neumáticos, luego que te comes el neumático. A la gente le gusta hablar, son modas que te ponen en una caja. A mí me da igual.
-¿Pero usted que cree?
-Yo no creo que me falte. De hecho hay veces este año que me he pasado de agresivo y me arrepiento. La salida de Australia, me digo ¿por qué no me conformé con el cuarto?. O en Austria, con los límites de pista. Hay veces que voy pasado y otras más relajado, pero trato de encontrar el punto medio perfecto para ser el mejor.
-¿Ha cambiado su relación con su compañero Leclerc después de las últimas carreras?
-No, sé por qué lo preguntas. Ha habido otra percepción, mucha radio. Tengo la sensación que la FOM (la empresa que gestiona la F1) cada vez publica más la radio de Ferrari, porque hay acción. Ha pasado igual los últimos tres años, pero ahora se analiza con más detalles. Me llevo realmente bien con Leclerc, pero somos dos pilotos competitivos, compañeros pero también rivales con el equipo como prioridad. Nos respetamos en todo momento.
-¿Está de acuerdo con las últimas estrategias de Ferrari? Es difícil pensar que no estaban dirigidas más hacia el lado de Leclerc…
-Me siento cómodo. Desde fuera, hay la percepción de que no se me ha dejado pelear, pero yo estoy conforme porque son situaciones pactadas antes de la carrera, como puede ser el primer stint de Austria. El que llegase primero a la primera curva no podía ser atacado por el compañero. Y luego Hungría, más compleja de entender desde fuera, pero yo pregunté lo que debía y estoy conforme. Hubo acuerdo y entendimiento, en el caso contrario se habría hecho lo mismo para mí.
-¿No es una exageración la diferencia entre Verstappen y el resto?
-Max me merece todo el respeto. Todo le sale bien, lo están clavando. Es muy difícil llegar a ese nivel y hay que darle su mérito. Cuando tienes un margen tan grande, cometes menos errores. No te hace dar la última media décima y ahí te proteges del error y puedes ser más constante. Aunque Checo ha demostrado que no es imbatible, está a un nivel muy difícil de alcanzar. La F1 sería más divertida sin esa superioridad, pero no comete un error y eso es extremadamente complicado.
-Al luchar por los mismos objetivos, ¿puede suceder que su ídolo de niño (Alonso) se convierta un día en enemigo, como sucedió con Rossi y Márquez o Contador y Armstrong?
-Si estuviésemos luchando por un Mundial, primero y segundo, puedo entender que hubiese más tensión. Este año hemos luchado por podios y situaciones de nivel, pero no entiendo por qué se tiene que perder el respeto o crear una rivalidad. El respeto es mutuo. Es un momento bonito para España en la F1 y me gustaría que en la prensa no se creasen polémicas innecesarias, sino una rivalidad sana, no exagerada. Yo creo que al final estarías perjudicando al deporte español en ese caso.
-¿Cómo cree que se le ve en España?
-Espero que se me vea como un buen embajador y un buen representante de mi país. Cada seguidor que me encuentro por la calle, no sé si son los únicos que se atreven, solo tienen palabras bonitas para mí. Me transmiten una energía y unos momentos muy emotivos. Son palabras que me animan, me sirven de motivación para la siguiente carrera. Me apoyo en ellos y se lo agradezco porque me siento querido y arropado.
-En las declaraciones post-carrera es muy crítico consigo mismo. ¿Se castiga o es nivel de exigencia?
-Sí, puede ser, no lo sé. Me gusta ser autocrítico en prensa, seguro. Si eres autocrítico y luego hay otro tipo de error que no es tuyo, la gente te respeta más. Si digo cinco veces que hice un error y a la sexta que no, será porque no es cosa mía. Me gusta ser abierto y a veces no he puesto en valor cuando hice algo muy bueno. Quizá es algo que tengo que manejar, ensalzar mis buenas acciones. Aunque prefiero mantenerme en la prudencia y ser autocrítico.
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