automovilismo
Carlos Sainz, contundente con el GP de Madrid de F1: «Sería imbatible»
El piloto, que aspira a ganar su cuarto Dakar, asegura sobre la F1 en Cataluña que «en ningún lugar está escrito que deba ser siempre en el mismo lugar»
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El plan del Gran Premio de Madrid
![Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/12/13/sainz2-RZKh9ZH2nmfytxCJAeb2LXP-1200x840@abc.jpg)
Una campaña de márketing de Audi consigue tocar la fibra de un boina verde, veterano con cientos de laureles y heridas en el cuerpo. Con vistas al Dakar (5 al 19 enero, en Arabia Saudí), la compañía automovilística ha impulsado una acción en las redes sociales en apoyo de Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz, #cargadeenergíapositiva. Más de 10.000 mensajes han llegado en breve tiempo para animar al piloto español, quien ayer en el circuito del Jarama de Madrid agradeció con énfasis esas muestras de afecto.
Sainz ha cumplido 61 años, y aunque ya no es el torbellino que deslumbró hace treinta años en los rallys, aún conserva el brío y el ardor guerrero para buscar su cuarta victoria en el Dakar. El piloto apoyó de forma contundente la creación del Gran Premio de Madrid de Fórmula 1.
«¿De dónde sacas la motivación?», se le pregunta en un acto masivo con prensa. «Supongo que tengo motivación porque disfruto lo que hago. Aunque cada año cuesta más y por ese motivo el cuerpo requiere más trabajo», contesta el piloto.
Sainz mide la vitalidad de su organismo como calcula los kilowatios de potencia de su Audi. Cada septiembre se realiza una ergometría, una prueba de esfuerzo que consiste en correr sobre una cinta o pedalear en una bici estática para obtener por resultado cómo se comporta el corazón durante la actividad física. Y cuando se acerca el Dakar, a principios de enero, el madrileño vuelve al centro médico para una segunda prueba de esfuerzo que ratifique los valores habituales de su organismo.
Sainz tiene goteras, claro. Como cualquier veterano. «La vista va a peor –admite–, pero existen las gafas. Por suerte el rendimiento del cuerpo se puede medir. Y el día que no me divierta me quedaré en casa. Me miraré al espejo después del Dakar y seré honesto». En ese escenario inevitable del paso de la edad, Sainz dejó en el ambiente un pensamiento en voz alta. «Puede ser el último Dakar, no lo sabemos».
El madrileño conduce un coche coctelera, según definición de él mismo. El Audi RS Q e-tron es un bólido de ciencia ficción que se puede detener en la arena si las gotas de agua que salen por el tubito de refrigeración del aire acondicionado tocan algún material sensible. «Hay que ser muy valiente para desarrollar un coche eléctrico tan complicado y con tanta tecnología y tratar de ganar el Dakar. Es un reto tecnológico enorme».
Una carrera al esprint
Sainz aportó otra definición curiosa, que choca con la creencia general. «El Dakar no es una carrera de resistencia, en la que se aguanta y a ver qué pasa. Todo lo contrario. Se va al esprint cada día, es una carrera de velocidad».
El piloto apoyó la creación del GP de Madrid de Fórmula 1. «Que España tenga un Gran Premio es fundamental. No sé si serán uno o dos. Parece ser que puede ser una realidad que venga a Madrid y como madrileño, os podéis imaginar lo feliz que me haría«.
Y añadió más argumentos: «El sitio que ha sido elegido como logística para el Gran Premio sería imbatible. Y para Madrid, conociendo esta ciudad, sería fantástico. Cataluña lo ha tenido muchos años y lo ha disfrutado. No hay ninguna regla escrita que diga que un Gran Premio tenga que estar siempre en un mismo sitio. Y también estuvo en Jerez, etc. Es una iniciativa privada y nadie podrá señalar a nadie y decir que el dinero va a ir destinado a esto. Si se hace estoy convencido de que será un éxito«.
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