El Giro de Italia sale desde Albania: las grandes ya no empiezan en su país

La globalización del ciclismo ha separado a Europa de sus raíces, aquellos tiempos en los que el viejo continente era el epicentro de este deporte. Las marcas de bicis son norteamericanas, se fabrican en Asia y se montan en medio mundo. Manda la economía. En ese espíritu las grandes carreras han ampliados sus fronteras.

De Albania saldrá el Giro 2025 que quieren ganar Roglic (vencedor en 2023), el joven español Juan Ayuso o los hermanos Yates, a la espera de que Jonas Vingegaard deshoje la margarita y decida si acompaña a su compañero Van Aert, quien será una de las estrellas de la corsa rosa.

Todos buscan suceder en el palmarés a Tadej Pogacar, brillante y omnipresente vencedor de la edición de 2024, en la que se paseó con una superioridad insultante. Seis victorias de etapa, todas en montaña, incluida la etapa reina y la sentencia en el Monte Grappa.

En la presentación en Roma, donde acabará la ronda, intervino el presidente de Albania, Edi Rama. «Somos dos pueblos que nos parecemos mucho. En nuestro país decimos que los italianos son los albaneses vestidos de Versace», dijo.

Será la decimocuarta salida desde el extranjero del Giro de Italia. Tres etapas en suelo albanés con inicio desde Durres, uno de los puertos con mayor tradición en el Adriático durante siglos, circuito en la capital Tirana, una contrarreloj individual de 17 kilómetros y una etapa con montaña antes de coger el barco y regresar a Italia.

En la primera semana despunta la etapa que concluye en la icónica Plaza del Campo de Siena, previo paso por cinco secciones de carreteras de arena blanca tan características de la Strade Bianche.

En la segunda semana se escala el San Pellegrino in Alpe después de 25 años, integrado en una etapa dura con final en Castelnovo ne’ Monti. Y en la tercera semana, la ración de montaña en la belleza extrema de los Dolomitas. Cinco extenuantes subidas en un solo día, en el Monte Baldo, con vistas al lago de Garda. El final en Bormio incluye la Montaña Pantani, el Mortirolo. La cima Coppi está instalada en la Finestre, con sus ocho kilómetros de tierra, camino de Sestrière.

El Giro fue precursor en este tipo de iniciativas. En 1965 empezó desde San Marino y en 1966, desde Montecarlo. Luego se sucedieron Verviers (Francia, 1973), Atenas (1996), Niza (1998), Groningen (Holanda, 2002), Seraing (Bélgica, 2006), Ámsterdam (2010), Herning (Dinamarca, 2012), Belfast (2014), Apeldoorn (Holanda, 2016), Jerusalén (2018) y Budapest (2022).

El Tour de Francia ha partido en 25 ocasiones fuera de Francia: Scheveningen (Holanda, 1973), Charleroi (Bélgica, 1975), Leiden (Holanda, 1978), Frankfurt (Alemania, 1980), Basilea (Suiza, 1982), Berlín Occidental (1987, entonces una ciudad dividida), Luxemburgo (1989), San Sebastián (1992), S'Hertogenbosch (Holanda, 1996), Luxemburgo (2002), Lieja (Bélgica, 2004), Londres (2007), Mónaco (2009), Rotterdam (Holanda, 2010), Lieja (Bélgica, 2012), Leeds (2014), Utrecht (Holanda, 2015), Düsseldorf (Alemania, 2017), Bruselas (2019), Copenhague (2022), Bilbao (2023) y Florencia (2024).

La Vuelta a España también se ha apuntado a esta corriente. Partirá desde Italia (Piamonte) en 2025, como antes lo hizo desde Lisboa (1997), Assen (Holanda, 2009), Nimes (Francia, 2017), Utrecht (Holanda, 2022) y Lisboa (2024). También está confirmada la puesta de largo en Mónaco en 2026.