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Baloncesto

El Valencia fulmina al Gran Canaria en la prórroga y se las verá con el Real Madrid

Brussino le dio una vida extra a los canarios con un triple sobre la bocina, pero los valencianos fueron muy superiores en el añadido

Llull y Campazzo mandan al Madrid a las semifinales

Happ intenta taponar un tiro de Anderson Reuters
P. L.

P. L.

Málaga

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La Copa del Rey suele ser escenario de bellas historias, batallas épicas, pero también sucesos extraños. Y el Valencia, ante el Gran Canaria, protagonizó uno de ellos. Tras un partido flojísimo, arrasados a veces por sus rivales, los pupilos de Mumbrú, sin saber muy bien cómo, se vieron en ventaja por primera vez en la eliminatoria a dos minutos para el final. Un gran Jovic, con siete puntos consecutivos, fue el principal causante.

Pero aún quedaba una sorpresa y a falta de un segundo y dos décimas, Brussino, desentonado durante todo el encuentro, forzó la prórroga con un triple genial. Pero ahí se acabaron las vidas de los canarios, que no tuvieron fuerzas para igualar el físico valenciano, que se las verá con el Real Madrid en semifinales.

Al alegre y vistoso inicio del Gran Canaria le puso remedio Justin Anderson, un búfalo en estampida el ex del Breogán, imparable desde la línea de tres pero, sobre todo, en las penetraciones. Intentaba el Valencia imponer su mastodóntico físico pero los canarios, con mucha inteligencia, siempre en busca del hombre liberado, se mantenían por delante en el marcador.

Sin sus titulares, el equipo de Mumbrú comenzó a estamparse contra la defensa amarilla, muy precipitado Ojeleye en la toma de decisiones, necesitado el Valencia de alguien que pusiese orden a sus ataques. Pero ni con Chris Jones al mando mejoró la situación. El plan ofensivo de los valencianos consistía en el uno contra uno con muy poca circulación. Todo lo contrario que su rival, que volaba por momentos y sumaba con regularidad gracias al acierto de Landesberg.

Eran muchas las virtudes canarias, pero la brecha no acababa de hacerse efectiva. El Valencia se refugió en el juego interior, muy físicos Davies e Inglis, y la diferencia volvió a ser mínima. Solo los triples de Pelos y Landesberg de nuevo dieron un último empujón a los pupilos de Lakovic para encarar el último cuarto.

Pero el partido quería seguir apretado y siete puntos consecutivos del mito serbio Stefan Jovic (un gran mate, un triple y una bandeja) devolvieron al Valencia a la vida. De manera sorprendente, el empate se estableció a falta de tres minutos y medio para el final. Suceso extraño que continuó con un triple de Ojeleye, que dio la primera ventaja del partido a los de Mumbrú.

En el abismo y con los canarios con pocas opciones, Slaughter se inventó dos canastas para reforzar los nervios finales. Faltaban un segundo y dos décimas y el Gran Canaria estaba tres abajo. Pero la pizarra de Lakovic fue majestuosa y Brussino dispuso de un tiro franco. El balón atravesó el aro, la prórroga era una realidad.

Sin embargo, en el periodo extra, al Granca se le acabaron las vidas. El parcial inicial fue de 10-0 para el Valencia, mucho más entero en lo físico, con el talento individual de sus estrellas haciendo estragos en la moral enemiga. Happ, que había firmado un buen partido, erró desde la línea de personal y la bocina proclamó al Valencia como vencedor.

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