El pasatiempo narrativo del día: Voltaire
El puzle de Edu Galán
Las soluciones al puzle se ocultan en el texto: encuéntrelas y disfrute de su sapiencia por partida doble
![Retrato de Voltaire](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/08/11/voltaire-RvnaICsrWSN5vR277a6KViL-1240x768@abc.jpg)
«Zo-zo», «Zo-zo». Qué rítmico apodo para un niño. El nombre de verdad: François-Marie Arouet. El de más verdad: Voltaire. Nuestro bebé Zozo saltó a escena, saturado de coágulos y placenta, un 24 de noviembre de 1694. «Nous fommes avec une ... profonde veneration» se inclinó el nuevo diccionario de la Academia Francesa ante el rey Luis XIV. Se lo presentaron el año de nacimiento de Zozo: no incluía aún la palabra «Ilustración». A punto de cumplir 19 años, Voltaire quiere escribir y enamorarse: cuando destinan a su padre a La Haya como secretario del embajador de Francia, cae por una chica francesa, Pimpette. El escándalo, mayúsculo, la expulsión del país, inmediata: quedan una serie de cartas a Pimpette donde Voltaire brota de ganas. Cruzo ahora la revelación del francés adolescente con el descubrimiento de Jorge Juan de ese año: el amor tampoco es redondo, se achata por los polos.
En 1718 coincide el nacimiento de una tesis y la muerte de su contraria. El magistrado Jonathan Corwin, uno de los jueces de los procesos de las brujas de Salem (1692-93, 19 ejecuciones), oscurantista y oscuro, se fue a negro mientras a Voltaire se le encendía la luz de su nuevo nombre. Ocurrió al salir de la Bastilla, donde estuvo encarcelado 11 meses por unos versos satíricos. De Corwin permanece su casa de Salem, la única aún en pie de la época; de Voltaire queda todo. El anticlerical, el racionalista, se construyó a base de mucho trabajo. Cientos de libros y cartas documentan pensamientos, amistades y enemistades. Un odio inesperado: Rousseau. Después de la publicación de la obra 'Hérode et Marianne'; (1724), Rousseau, enfadado por posibles apropiaciones de un texto suyo, la describe como «el segundo parto de un aborto». ¿Qué pensó Felipe V de su hijo Luis, muerto de viruela a los diecisiete (1707-24), rey sólo durante 229 días? ¿Lloró al regresar al trono?
Los enfrentamientos marcarán la vida de Voltaire. Uno de ellos: el conde de Chabot se burló de su nombre, lo que provocó la reacción airada de Voltaire. Respondió que él mancillaba más el suyo. Además de contratar a unos matones para que le regalasen una paliza, el conde consiguió que le encerrasen en la Bastilla. Por miedo a una condena de por vida, Voltaire aceptó el destierro en 1725. Esperaban Inglaterra y Jonathan Pope y Jonathan Swift y tantos iguales. No volvería a Francia hasta dos años más tarde. ¿Escuchó allí el «Sol-Si-Si-Si-La-Sol-Re-Re-Do» de alguna de las flautas de 'Las cuatro estaciones' (Vivaldi, 1725)?
Veinticinco años adelante: el punto donde algunos señalan el inicio de la Revolución Industrial. Voltaire ya pertenece al Olimpo francés y, aún podrido de dinero, acepta la proposición del rey Federico II de Prusia para vivir en su país. Se dedica a escribir y a acabar mal con Federico. Con 'Cándido' (1759) demuele el optimismo ontológico. Hace sufrir a su inocente protagonista tantas torturas que el pobre se pregunta, cubierto de sangre: «Si este es el mejor de los mundos posibles ¿cómo serán, pues, los otros?». Así pensaron algunos de los Tavora, familia de altos nobles portugueses, cuando fueron ejecutados por intentar asesinar a José I. Los bregaron hasta la muerte delante del público y luego cubrieron el lugar de sal para que no naciese la hierba. En la calle Beco do Chão Salgado de Lisboa te topas con el punto exacto. Un monumento de piedra y una inscripción avisan: «Aqui foram as casas arrasadas e salgadas de José Mascarenha, duque de Aveiro (...) na noite de 3 de Setembro de 1758 se havia conjurado contra a real e sagrada pessoa de el-reinosso senhor D. José. Neste terreno infame se não poderá edificar em tempo algum».
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Al poco de regresar a París, tras años de ausencia, Voltaire se evapora de la existencia para ser aire de todos nosotros. 1778, palmó. Leyenda escrita en el XIX pero que sigue siendo replicada como real: el cura le dijo antes de morir «¿renuncias a Satán?». Este Voltaire de ficción respondió: «No quiero ganarme nuevos enemigos». Once años después ningún revolucionario de los que aplaudían guillotinas e ilustraciones podría haberse declarado enemigo de Voltaire.
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