Hazte premium Hazte premium

Un viaje nostálgico al Madrid de la Movida

La exposición 'Madrid: Crónica creativa de los 80', revisita una década de disruptora eclosión cultural

Pedro Almodóvar viste de corto y de Saint Laurent al wéstern en el Festival de Cannes

Obra de Óscar Mariné 'Madrid me mata', 1984 Fundación Canal

Adrián G. Peñacoba

Madrid

«Españoles, Franco ha muerto». La frase lapidaria que Arias Navarro pronunció en 1975 fue el comienzo del cambio en el país. De la dictadura a la democracia, de la represión a la libertad. La época de la Transición no fue solo un cambio político. Los cimientos de la sociedad española temblaron con imprevisibles transformaciones en la cultura, el arte, la demografía y las formas del pensamiento. 'Madrid: crónica creativa de los 80' propone un recorrido visual por una década de búsqueda de nuevas narrativas, de empujar los límites de la posibilidad. La de una generación que hizo del exceso su virtud y que, hoy en día, todavía sigue generando grandes nostalgias.

La muestra, reunida por PhotoESPAÑA, y expuesta en Fundación Canal, aúna pintura, portadas de discos, libros, carteles de cine y publicidad, y fotografías emblemáticas de sus iconos culturales, políticos y sociales. Los años 80 fueron los de ETA, el 23-F y la sombra de la heroína. Pero también vieron nacer el Reina Sofía –durante sus primeros años centro de arte y luego museo–, algunos de los grupos más rompedores como Alaska y los Pegamoides, Barón Rojo o Radio Futura, cineastas como Almodóvar, y provocaron la eclosión de la expresión de la homosexualidad con las fiestas del Orgullo Gay. El Madrid de los 80 fue ciudad adoptiva de Andy Warhol o Mapplethorpe, donde la influencia de su arte inundaba los carteles publicitarios, las portadas de los discos del momento, y el imaginario artístico de aquellos mejor valorados. La irrupción de varias de estas leyendas del arte del momento alimentó el furor creativo que se desbordaba por las calles de Madrid.

Imagen de la exposición 'Madrid: crónica creativa de los 80' Fundación Canal

«Es una exposición muy ambiciosa. Es importante conocer lo que ha sido Madrid y quienes somos», defiende Ana Berruguete, comisaria de la exhibición, que explica que la muestra la componen más de 300 obras de colecciones públicas y privadas. «El proyecto nace con la voluntad de conmemorar el 40 aniversario de una diputación que en 1983 obtiene su estatuto y se convierte en una Comunidad autónoma», explica mientras especifica que en ese momento, la capital era el espejo de evolución social en el que toda España se miraba. «La tormenta creativa que se desarrolló en la capital en la década de los 80 es algo más que la Movida madrileña», afirma Berruguete. Era un momento también de gran crecimiento de población, con el reto que implica un cambio político entonces muy reciente. «La escena clandestina se convierte en seña madrileña, y es abrazada y fomentada desde las propias instituciones», expresa la comisaria, gracias a la complicidad de un Alcalde como Enrique Tierno Galván. Berruguete nos invita a esta revalorización del recuerdo de una época, con una exposición gratuita e imprescindible para conocer la historia moderna del país.

La eclosión social dio lugar a una explosión de cultura. Los iconos del momento se fraguan en barrios como Malasaña o La Latina, donde viven momentos de retroalimentación entre noches de fiesta y desenfreno. Aunque en esta muestra también hay referencias que escapan a la Movida. «Moda, televisión, exposiciones de arte… Hemos hecho un retrato coral con todo aquello que marcó la época de los 80», detalla la comisaria, entre obras de «artistas valientes» que recuperaron la pintura, ciertamente relegada en décadas anteriores. «Los 70 vienen de líneas más minimalistas y conceptuales que posiblemente quedan eclipsados por lo que anteceden», remata. Nombres como un «jovencísimo» Miquel Barceló, Guillermo Pérez Villalta, El Hortelano, Ceesepe o Costus (Enrique Naya y Juan Carrero) lideran el ámbito plástico, junto a viñetistas y dibujantes como Javier de Juan, Oscar Mariné o Fernando Vicente. También los había con talento para la música y la pintura, como Carlos García Berlanga y Víctor Coyote.

Pero la clara protagonista de la exposición es la fotografía. No solo por el valor de sus autores, como Alberto García-Alix u Ouka Leele, que en ese momento reinventan algunos de los estándares y dan una nueva dimensión artística a la instantánea, sino también por la importancia de documentar a otros artistas y sus obras. Además, es una etapa de sinergias artísticas y colaboraciones increíbles, como las joyas conceptuales de Chus Burés para el film 'Matador' (1986) de Pedro Almodovar, los retratos a Alaska y Ana Curra de José Antonio Rojo –prolífico montador de cine–, la moda urbana fotografiada por Miguel Trillo, sus portadas de discos del momento, colecciones de Ágatha Ruiz de la Prada inmortalizadas por Javier Vallhonrat, García-Alix trabajando para Manuel Piña y la propia Ouke Leele con sus incursiones en la moda abstracta. Entre tanta convulsión visual, también vemos en la muestra hacer pinitos a un joven Chema Madoz.

Imagen principal - Fotografía por Miguel Trillo (arriba), retrato de María Barranco, Rossy de Palma, Pedro Almodóvar y Loles León, de Jordi Socías (izquierda) y 'Capitol' por Juan Ramón Yuste (derecha)
Imagen secundaria 1 - Fotografía por Miguel Trillo (arriba), retrato de María Barranco, Rossy de Palma, Pedro Almodóvar y Loles León, de Jordi Socías (izquierda) y 'Capitol' por Juan Ramón Yuste (derecha)
Imagen secundaria 2 - Fotografía por Miguel Trillo (arriba), retrato de María Barranco, Rossy de Palma, Pedro Almodóvar y Loles León, de Jordi Socías (izquierda) y 'Capitol' por Juan Ramón Yuste (derecha)
Fotografía por Miguel Trillo (arriba), retrato de María Barranco, Rossy de Palma, Pedro Almodóvar y Loles León, de Jordi Socías (izquierda) y 'Capitol' por Juan Ramón Yuste (derecha)

«No podemos olvidar a estos artistas que en el año 84 se atrevían a hacer obras con láser, hologramas, discos y otros nuevos lenguajes», comenta la comisaria en referencia a creadores experimentales en auge en los 80 como Marisa González o Antoni Muntadas, inspirados en otros de orden internacional que acogía el Reina Sofía, como Bill Viola o Marina Abramovic.

Cuando Madrid quiso ser Nueva York

Los años 80 fueron una época transgresora en una España en la que cohabitaban sus clichés más castizos con una apertura a trompicones hacia el resto del mundo, que representaba la modernidad. Nacieron algunos 'memes', que entonces no lo eran, pero que permanecen indelebles en el imaginario español. El hundimiento de Rumasa y su director, Ruiz-Mateos agrediendo a Miguel Boyer a la salida de un juzgado, al grito de «¡que te pego, leche!» o Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid, con su frase «Rockeros, el que no esté colocado que se coloque y al loro». Se popularizan palabras como cubata, bocata, pasota…

La creación de la feria ARCO por Juana de Aizpuru, «una galerista y mujer», precisa Ana Berruguete, «fue completamente clave». Era el momento de formalizar la eclosión cultural, de sacarla de las calles y oficializarla en instituciones (aunque para algunos, como el grafitero Muelle, la aceptación llegaría unos cuantos años después). La ciudad demandaba cambios y se decidió revisar su estética. Por mandato del alcalde, el famoso diseñador Alberto Corazón realizó seis murales de los que ahora apenas perviven dos. En el caso del 'gallo carnicero', fueron los propietarios del inmueble los que se negaron a su recuperación. En los bares de la movida sonaba una música influenciada por el punk y auspiciada por la exploración creativa buscaba nuevos sonidos. «El futuro ya está aquí», cantaba Radio Futura, que compartía con Nacha Pop o Los Secretos la acepción de tempranos referentes del movimiento madrileño.

Muelle, junto a una de sus pintadas en la entrada del Mercado de la cebada Fundación Canal

En una de las últimas salas de la exhibición se mezclan referencias de la música y el cine de la época, a través de las instantáneas de los grandes fotógrafos que los retrataron y las impresionantes portadas que adornaban sus discos. Desde Miguel Ríos en Sevilla, donde lo nombraron el «artista de rock más importante de la década», hasta el primer disco de Mecano. También se puede observar a Miguel Bosé inmortalizado por Alejandro Cabrera, Radio Futura fotografiados por Ouka Leele, Alaska y su grupo por Gorka de Duo, retratos de Gabinete Caligari, La Unión, Obús, Mecano... Aquellos maravillosos 80 también aportaron gran material televisivo. Hablamos del cine kinki, de la actriz Ana Belén, la película 'El Sur', de Víctor Erice, y la filmografía que alumbró Almodovar. No por nada los premios Goya tuvieron su primera edición en 1987. Esta década, colegio mayor de los 'baby boomers', nunca termina de pasar de moda.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación