Oreja para García Pulido con el importante Melenitas de Montealto en Las Ventas

Seseña, que hacía su presentación, recibió a Vara, de Guerrero y Carpintero, mediante verónicas de mano baja, blandeando el animal, y sobre todo mostrándose muy distraído, defecto que mostró también en varas, donde derribó al caballo en el primer encuentro. Quita García Pulido por tafalleras y una buena media. Brindó a su padre, que fuera novillero y banderillero, y comenzó por bajo, teniendo el toro el feo defecto por el pitón derecho de levantar la cara al final del muletazo, lo que hizo también en la primera tanda, aunque repetía con emoción el novillo, por lo que Seseña logró darle algún muletazo bueno. Por el izquierdo no terminaba de humillar, pero iba largo, y el novillero no terminó de acoplarse. Cinco pinchazos y una buena estocada acabaron con el novillo, que fue aplaudido en el arrastre.

A portagayola se fue Álvaro Seseña a recibir al cuarto, de Ángel Luis Peña, arrancándole el novillo el capote prácticamente al final de una larga bien ejecutada. Posteriormente, dos faroles de rodillas. Brindó al público, y comenzó en los medios con un pase cambiado en un inicio más explosivo que útil. El novillo necesitaba que le dejaran la muleta puesta, yendo, si así se hacía, con prontitud y repetición. Por el pitón izquierdo humillaba, y por ahí vinieron los muletazos más destacados de una faena donde pudieron más las ganas que la capacidad. Volvió a matar mal, y nuevamente fue silenciado.

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El novillo de Montealto, segundo de la tarde, se empleó en el caballo. García Pulido comenzó la faena doblándose con el animal, abrochando los doblones con un buen pase de pecho. Ya en los medios, empezó el toreo en redondo al natural con temple, mientras Melenitas repetía con ritmo. Por el pitón derecho el toro tardaba un poquito en arrancarse, pero dejándosela puesta, el animal repetía con profundidad, siendo muy buenas las dos tandas que recetó por este pitón. Volvió al natural, dejando muletazos templados. Finalizó por bernardinas y una arrucina muy ceñida que terminaron de meter a un público entregado, que apreció la importancia del novillo. Dejó una estocada entera, yendo el toro a morirse a los medios en una preciosa estampa. Oreja al torero y fuerte ovación al novillo.

El quinto, del Retamar, mostró su falta de fuerzas en los primeros tercios. Con la muleta, tras brindar al cónclave, lo sacó a los medios con mucho temple, pero al animal le costaba seguir la muleta. Lo toreó García Pulido siempre a media alturita, sin poder bajarle la mano por su condición. Quedando ya lejos una Puerta Grande que tenía entreabierta, alargó en exceso una faena que no tuvo mucha historia y en la que a veces le costó entender la distancia que le pedía el del Retamar, que no decía mucho ni tenía recorrido. Con los aceros fue un sainete: cuatro pinchazos hicieron que el toro se echara. Sin embargo, el puntillero lo levantó, por lo que el toledano tuvo que entrar a matar otra vez, dejando una estocada horrorosa que hacía guardia. Cogió el verduguillo, y al menos ahí acertó a la primera.

El tercero, de Villanueva, salió suelto del capote de Víctor Cerrato, que también se presentaba. Reservón en los primeros tercios, no impidió a José Chacón poner dos grandes pares, por los que fue obligado a desmonterarse, junto a Vicente Herrera. Brindó Cerrato a los presentes. El novillo, que antes no había demostrado mucha fijeza, mejoró al verse sólo con el matador, que logró un par de tandas destacables con la derecha. Sin embargo, la intensidad se fue diluyendo, especialmente al natural, por donde bajaba el de Villanueva. Pinchó antes de dejar una eficaz estocada.

El sexto, de Zacarías Moreno, no hizo nada destacable en los primeros tercios. Comenzó geluflexo Cerrato, y tanto bajó la mano que el novillo clavó los pitones en el ruedo, dando una voltereta completa, quedándose ahí lo poco que pudiera tener el animal. Lo toreó por los dos pitones, pero no decía nada aquello. Se volcó entre los pitones al entrar a matar, y fue volteado por el novillo, que murió instantes después por la eficacia de la estocada. Hubo petición por la estocada, pero no fue atendida por la presidencia, por lo que el joven novillero dio una vuelta al ruedo visiblemente dolorido.