Santiago Domecq: «Habían rechazado el tercero de la tarde, pero he insistido mucho para que entrara, y gracias a Dios se me ha escuchado»

La corrida de Santiago Domecq de San Isidro estaba marcada en rojo por la afición. Tanto es así que se colgó el cartel de 'No hay billetes' esta mañana. Tras lidiar la mejor corrida de la feria isidril de la temporada pasada, y echar otra extraordinaria en esta Feria de Abril, todos los ojos estaban puestos en los toros que pastan en Garcisobaco. Y más, contando con el nivel ganadero que se está viendo en la Monumental madrileña, salvo aisladas excepciones. Ayer por la noche saltaron las alarmas, cuando se rechazaron varios toros y llamaron a otra ganadería para remendar. Todo el mundo quería estar esta mañana en los corrales para ver qué pasaba en ese baile. Antes de la corrida, se notaba en los rostros del ganadero y sus hijos los inevitables nervios y la impotencia. Después, todo eso se tornó en felicidad mientras cientos de aficionados les felicitaban. Porque Santiago Domecq no falla allá donde va, y en Madrid, menos.

Al salir de Las Ventas hablamos con Santiago Domecq hijo sobre lo ocurrido, tanto por la mañana como en el festejo.

-¿Qué ha ocurrido estos días en los corrales con su corrida?

-Hemos pasado tres días duros de traer toros, de presentarlos de una forma, presentarnos de otra, y ya no sabíamos qué hacer. Hemos traído en total doce toros, y nos los iban rechazando, unos por falta de trapío, otros por otras cosas… Dentro de todos los animales que tenemos de plaza de primera en un cerrado -que tenemos más de veinte toros-, hemos traído lo mejor que entendemos nosotros como toros para Madrid, lo más serio y lo más selecto que tenemos en casa.

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-Y esta mañana lograron que se aprobaran cinco, que son los que se han lidiado.

-Exactamente. Al final, por criterio de la autoridad, han aprobado cinco toros. De hecho teníamos cuatro, y esta mañana el presidente nos ha dado un voto de confianza. Me he puesto un poco pesado con él, le he dado un poco la tabarra para meter el tercero de la tarde, el hombre ha tenido categoría y me ha escuchado. Gracias a Dios la gente lo ha podido disfrutar.

-Al final, los ganaderos son los que saben lo que traen, y usted sabía que ese toro iba a embestir.

-Los ganaderos creemos que sabemos. Lo que es seguro es que tenemos más información que nadie, criamos los toros, vamos a verlos todos los días, y ellos (los veterinarios) no saben lo que hay en el campo. La empresa sí lo sabía, y Floro también. Al final, si no saben lo que hay en el campo, en las ganaderías y los problemas que está habiendo por la pandemia, es muy difícil poder hacerle caso al ganadero. Y esa parte también la entiendo.

-¿Se les debería hacer más caso a ustedes, y dar más ese voto de confianza del que me habla?

-Son las cosas que pasa en esta plaza, por eso es tan difícil triunfar, porque muchas veces no sale lo que uno quiere, aunque en este caso ha salido cara. Al final, este tipo de cosas a mí me dan mucha pena, porque el que pierde realmente es el que paga, el aficionado, y nuestros seguidores, que cada vez entiendo que son más. Me he encontrado a personas que ni me imaginaba que iban a estar hoy y que han venido a vernos. Y estos días he sufrido por ellos, porque me han escrito que venían, y todo eso hace que te cargues de presión, de responsabilidad, y que tengas mucha impotencia de no poder hacer nada, porque no está en mi mano. Lo único que he podido tener en mi mano que era lo de esta mañana, y gracias a Dios ha salido bien. Sí espero que sirva para que en otras ocasiones den una oportunidad al ganadero.

-¿Cómo ha visto la tarde?

-Me ha gustado mucho el tercero, pero el quinto me ha encantado. Para el ganadero ése ha tenido más clase y más ritmo. Es verdad que el aire ha molestado, y es muy difícil dominar la muleta con un toro tan bravo e importante. El tercero ha sido un toro muy bravo para esta plaza. Sabíamos que podía salir así, y por eso he metido mucha presión. El quinto se ha aprobado esta mañana, estaba preparado para otra corrida, pero Dios ha querido que haya salido aquí en esta plaza, que es la más importante del mundo, y que Talavante le haya hecho un faenón.

-¿De vuelta al ruedo los dos?

-Yo no sé si de vuelta al ruedo o no...

-¿Y cortará los testículos a alguno?

-Sí, al quinto.

«Nos queda muchísimo por aprender», termina diciendo Santi Domecq, con su natural humildad. Pero tienen unos datos al alcance de muy pocos. Tres corridas han lidiado en San Isidro: en la primera se lidió a Zahareño, un grandioso toro; en la segunda se le dio la vuelta al ruedo a Contento, y en esta ocasión se pidió el pañuelo azul para Tejonero (5º), mientras que Experto (3º) se llevó una fortísima ovación.