Roca Rey corta una oreja en su reaparición en Ecuador tras su grave cornada en Las Ventas
El torero peruano volvía a los ruedos después de caer herido el 6 de octubre con una herida de dos trayectorias, de 15 centímetros cada una
Sebastián Castella logra dos trofeos y sale a hombros en el mano a mano con el Cóndor limeño
Roca Rey vuelve a nacer en la más dura tarde de soledad
Andrés Roca Rey volvió a los ruedos tras su grave cornada en Las Ventas con una seria corrida de Fuente Ymbro. Era su última tarde de de la temporada española, una dura tarde, en la que los tendidos se convirtieron en un campo de batalla con el público dividido y con un percance del peruano, que arrancó una oreja. Un trofeo paseó también el Cóndor en su reaparición en Ecuador, concretamente en la plaza de Latucanga, donde sostuvo un mano a mano con el francés Sebastián Castella, que salió a hombros en la primera corrida de la Feria San Isidro Labrador.
Tras cogerle el toro Soplón, propiedad del ganadero Ricardo Gallardo, en la pasada Feria de Otoño, Roca Rey fue operado en la enfermería de la Monumental venteña de «una cornada, de pronóstico grave, en la cara posterior del tercio proximal del muslo derecho, con dos trayectorias, una hacia delante de 15 centímetros, que produce destrozos en músculos isquiotibiales y contusiona el nervio ciático, y otra hacia dentro de 15 centímetros, que produce destrozos en el músculo del glúteo mayor».
Aquella tarde del 6 de octubre se colgó el cartel de 'No hay billetes'. Y de nuevo ayer en el coso ecuatoriano el tendido se llenó. Para la ocasión, se lidiaron toros de las dehesas de Triana (primero y segundo) y Huagrahuasi (tercero y cuarto).
Según la crónica de 'Mundotoro', Roca Rey estuvo muy seguro con el segundo, el toro de su reaparición, al que exprimió en una intensa faena. Aunque las series con la diestra tuvieron mayor calado en los tendidos, los naturales fueron de gran trazo. El pinchazo previo a la estocada hizo que todo quedara en una ovación. Frente al cuarto, un animal descastado y falto de fondo, le arrancó la oreja. El limeño tiró de valor e inteligencia e instrumentó la faena en los terrenos del animal. Abrochó con unos circulares invertidos. Volvió a pinchar antes de enterrar el acero.
Castella realizó la faena más rotunda al extraordinario tercero, al que cuajó desde el recibo por verónicas y el quite por chicuelinas. Tras un comienzo con pases cambiados, la labor fue a más, desplegando su tauromaquia más clásica con muletazos de mano baja y con temple. Mató de una estocada efectiva y cortó dos orejas. El acero le privó del posible premio en el que abrió plaza.
Este domingo Andrés Roca Rey cumplirá una de sus citas más especiales, el reencuentro con su plaza de Acho dentro de la Feria del Señor de los Milagros de Lima. Volverá a compartir cartel con Castella en una terna que completa José María Manzanares. Los toros serán de Núñez del Cuvillo.
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