Feria de Palencia
Una puerta grande por sorpresa
Miguel Ángel Perera corta dos orejas al quinto de la desfondada corrida de Torrealta; un trofeo logran El Juli, pisoteado por un toro, y Talavante en tarde de feas estocadas
Hasta los más generosos se sorprendieron cuando por el palco asomaron dos pañuelos después de la fea estocada de Perera al quinto. Que no fue la peor, porque ojo cómo mató la terna, que sumaba más de medio siglo de alternativa despachando a los de ... las patas negras. Si al cariñoso público la colocación de las espadas no le importó, al presidente todavía menos. Y todos contentos con la tómbola orejera. Cierto es que los tres pusieron empeño y se mostraron por encima de la corrida de Torrealta, que apuntó cositas buenas pero se desfondó pronto, vacía de casta. Fue lo de Miguel Ángel, dueño de un temple exquisito con capote y muleta, lo más rotundo. Una exhibición de valor se marcó en el inicio de rodillas y en el epílogo para inventarse una puerta grande por sorpresa. Nada tomó vuelo antes, pues acusó su justo fuelle el segundo, al que dieron en los corrales la leña que por delante no traía.
Feria de Palencia
- Plaza de toros de los Campos Góticos. Sábado, 3 de septiembre de 2022. Media entrada. Toros de Torrealta, de agradables caras, noblotes, de pobre casta y fondo.
- El Juli, pinchazo, hondo y tres descabellos (silencio); pinchazo y estocada baja atravesada (oreja).
- Miguel Ángel Perera, metisaca y estocada caída (silencio); estocada trasera caída (dos orejas).
- Alejandro Talavante, bajonazo (oreja); estocada caída (silencio).
La tarde arrancó accidentada: resbaló El Juli y el toro lo pisoteó. La huella de la pezuña se herró donde la espalda pierde su casto nombre. Se dolía el torero, con la paliza de 529 kilos en lo alto, y se quejaba del estado del ruedo. Desentendido y sin clase fue este primero, con el que Julián pasó un mal rato. Con una contusión en la región trocantérea, salió de la enfermería para dar cuenta del montado cuarto, que metió la cara en la lidia. Cojeaba Julián, pero no dejó escapar al torrealta, que tuvo un puñado de arrancadas con transmisión. Ya con el bondadoso Volador más aplomado, redondeó en las cercanías. La horrible hora final no le quitó el trofeo.
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Con un farol de pie saludó Talavante al tercero, al que cuidó en varas. Por estatuarios abrió la faena mientras el musculado toro se abría con ritmo. Tras calada y calada, con altos y bajos en su dispuesta labor, se agotó Fumador, falto de fondo. Como fue lo único que se vio en el primer tramo, ni la estocada en los blandos le privó del galardón. El sexteto se cerró con un animal tan flojo que ni otra de esas 'valoradas' estocadas caídas tuvo premio ahora.
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