Hazte premium Hazte premium

SAN FERMÍN

Borja Jiménez paga con sangre su apuesta y su gloria

Con una grave cornada en el triángulo de Scarpa, cambia la puerta grande por la de la enfermería tras tirarse a matar o morir al sexto de una noble corrida de La Palmosilla

Todos los carteles de la Feria de San Fermín

El pitón del sexto toro se hunde en el muslo derecho de Borja Jiménez EFE
Rosario Pérez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Desplegó San Fermín su capote en el encierro, que se acercó al abismo de una sangría descomunal, propia de una carnicería de guerra. Pero ni una gota se derramó en el milagro matinal. Dos toros se quedaron dando vueltas al anillo en medio de ... una muralla humana, con cientos de mozos cuya cara se afilaba cada vez que veían pasar a milímetros al mulato y al castaño, con más de un pantalón blanco convertido en el 'marronazo' del anuncio de pañales. Pero ni un extraño hicieron Ilustrado y Chistoso, con una nobleza infinita, con una bondad de convento. Como si aquello fuese el tauródromo, sin buscar presa alguna. Ni siquiera los tontos que faltaban el respeto al toro y se saltaban las normas más sagradas de esta fiesta se llevaron un rasguño. Qué capotillo tan divino el del santo Patrón en su día grande. Nada pudo hacer, sin embargo, con la verdad de Borja Jiménez y, cuando se prometía un broche feliz, el último toro, Capitán, hundió el pitón en el muslo del titán de Espartinas. No había quite posible ni manto alguno: el triunfador de San Isidro se tiró a matar o morir. Y esa apuesta tuvo un precio: una dura cornada.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación