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7 de julio: por qué me da miedo el encierro

«¿Qué puñetas hago yo aquí?» Daría una mano por salir y otra por volver, la verdad, pero no existe un elemento objetivo que haga que jugarse la vida valga la pena. Eso, justamente, me digo, hace grande la fiesta. Corro el encierro por nada, que es la única manera de hacer algo por todo

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Chapu Apaolaza

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Que si no me da miedo el encierro, me dicen a mí y a los demás corredores. Y no da otra cosa que miedo. La carrera de San Fermín, tan medida en distancias, ángulos y velocidades, está hecha en realidad del miedo de los corredores ... y de la victoria que supone el vencerlo. Hoy es 7 de julio, el día internacional del miedo, el día en que más miedo se pasa de todo el año. Uno termina de vencer el miedo el día 14 acostumbrándose a él, que es la única manera de vencerlo, pero en las otras cincuenta semanas, así callando, la jindama va tomando posiciones y se presenta esta mañana renacida como si fuera nueva, como si uno no la hubiera conocido nunca. Este de hoy del primer encierro es un miedo reconstruido con las piezas de los otros miedos, temores de otros años que han resucitado con su sangre, sus tipos desmadejados con los ojos en blanco, y de otros nuevos que se les suman, como este de hacerse mayor. Al fin, el de hoy es el padre de todos los miedos, el que le da sentido a la descomunal fiesta y el motor último de los sanfermines. Aquí vengo a pasarlo y a contarlo.

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