A las puertas de la buscada tumba de la reina Inhapi en Egipto
Una misión hispano egipcia excava una sepultura que pudo albergar las momias de famosos faraones antes de su traslado al Escondrijo Real de Deir el-Bahari
Descubren el guardián de las momias reales de Luxor

Cuando el caluroso 6 de junio de 1881 el arqueólogo alemán Emile Brugsch logró que los Abd El Rassul le condujeran hasta la tumba tebana que esta familia de ladrones llevaba años saqueando, no imaginaba lo que iba a descubrir. En aquel «escondrijo» de Deir el-Bahari ... el ayudante de Gaston Maspéro, por entonces director del Servicio de Antigüedades, encontró medio centenar de momias de famosos faraones egipcios como Seti I, Ramsés II o Tutmosis III.
Todo parecía indicar que ante el saqueo de las tumbas reales ya en la antigüedad, los cuerpos de los faraones habían sido escondidos en esta sepultura excavada en una ladera. Sin embargo, unas inscripciones en los ataúdes de Seti I y Ramsés II informaban de una escala intermedia en su viaje. Un siglo antes de llegar a la bautizada como TT 320, las momias reales habían descansado en «el 'K3y' de Inhapi».

«El 'K3y' es un hápax, una palabra que solo aparece una vez y no hay con qué compararla, pero parece que se refiere a un tipo de tumba«, explica José Ramón Pérez Accino, profesor de Historia Antigua de la Universidad Complutense y codirector del proyecto C2, que investiga en el valle del llamado Escondrijo Real, junto con el Hisham El-Leithy, director del Centro de Documentación del Antiguo Egipto del Ministerio de Antigüedades (CEDAE).
Los restos de Ahmose Inhapi se encontraron en la entrada de esa misma 'Cachette' (escondite), muy deteriorados. Desenvuelta en algún momento de la antigüedad, la momia de esta reina de finales de la XVII Dinastía (c. 1625 - 1535 a.C.) o principios de la XVIII fue trasladada con las demás hasta la TT 320. ¿Por qué su tumba acogió a las famosas momias reales antes de su destino final y dónde se encontraba su sepultura? Nadie lo sabía.

Nuevos hallazgos en
el valle del Escondrijo
de las Momias Reales
Bajo Egipto
El Cairo
1
Pirámides
de Giza
Localización de la tumba TT320, también llamada 'Cachette' Real o Escondrijo de las Momias Reales. En ella se encontraron en 1881 medio centenar de momias de famosos faraones como Seti I, Ramsés II, Tutmosis III o la reina Hatshepsut
EGIPTO
2
Sector bajo la efigie derruida que ha descubierto la misión hispano-egipcia del Proyecto C2
Alto
Egipto
3
La MMA 1103 (número provisional que le dio el Metropolitan Museum of Art de Nueva York) es la "mejor candidata" a ser la buscada tumba de Inhapi, según el equipo del Proyecto C2
Luxor
Valle de
los Reyes
N
Edfu
200 km
Aswan
Valle de los Reyes
N
Templos de
Deir el Bahari
1
2
Valle C2 o de
la Cachette Real
3
100 m
Fuente: Proyecto C2 / ABC

Nuevos hallazgos en el valle del
Escondrijo de las Momias Reales
Bajo Egipto
El Cairo
Pirámides
de Giza
EGIPTO
Alto
Egipto
Luxor
Valle de
los Reyes
N
Edfu
200 km
Aswan
1
Localización de la tumba TT320, también llamada 'Cachette' Real o Escondrijo de las Momias Reales. En ella se encontraron en 1881 medio centenar de momias de famosos faraones como Seti I, Ramsés II, Tutmosis III o la reina Hatshepsut
2
Sector bajo la efigie derruida que ha descubierto la misión hispano-egipcia del Proyecto C2
3
La MMA 1103 (número provisional que le dio el Metropolitan Museum of Art de Nueva York) es la "mejor candidata" a ser la buscada tumba de Inhapi, según el equipo del Proyecto C2
100 m
Valle de
los Reyes
2
3
Valle C2 o de
la Cachette Real
1
Templos de
Deir el Bahari
N
Fuente: Proyecto C2 / ABC
A principios del siglo XX se creyó que la propia TT 320 podría ser la tumba de Inhapi. La palabra 'K3y' parece aludir a una sepultura elevada hecha en la piedra y en el Escondrijo Real existe un espacio más elevado, que algunos egiptólogos consideraron apropiado, pero existían incongruencias. ¿Cómo se explicaba entonces que su cuerpo se hallara en la entrada y no en esa estancia?
Su ubicación sugiere que fue la última momia en llegar ya que por el estrecho y largo corredor de la tumba los sarcófagos hubieron de ser introducidos de uno en uno y resulta lógico pensar que los cuerpos que se encontraron más cerca de la salida estaban al final de la cola. Y allí se halló a Inhapi.
La mejor candidata
Aunque el egiptólogo británico Nicholas Reeves propuso una ubicación para la buscada tumba de Inhapi, el equipo hispano egipcio del proyecto C2 cree haber dado con «la mejor candidata, con mucho, la más sólida», asegura a este periódico Pérez-Accino, recién llegado de Luxor.
En la parte posterior del mismo muro donde estos investigadores identificaron los restos de una monumental efigie de 30 metros de altura destruida en la Antigüedad -y cuya existencia han corroborado en su última campaña de excavaciones, con más hallazgos de ofrendas rituales y piedras talladas o con graffiti procedentes del derrumbe-, han excavado una tumba olvidada que ni siquiera cuenta con numeración tebana y que ha supuesto toda una sorpresa.
La MMA, según la denominación del Metropolitan Museum de Nueva York, fue estudiada en 1920 por el egiptólogo estadounidense Herbert E. Winlock, aunque muy someramente. Tal vez, como sospecha Pérez-Accino, porque creyó que todo había sido expoliado y su atención se desvió hacia otra tumba cercana, la de Meketra, donde descubrió por entonces las increíbles maquetas funerarias que hoy se exhiben en el Museo Egipcio en El Cairo y el Metropolitan de Nueva York.

A los miembros del proyecto C2 les llamó la atención que esta supuesta tumba del Reino Medio no estaba orientada como el resto de este tipo. Aunque había sido descrita como un sencillo lugar de enterramiento sin terminar, con corredor y pozo, el mapeo que realizaron con un láser escáner reveló que era una tumba mucho mayor.
«Nadie había bajado dentro. Hay una cámara sepulcral, que estaba tapiada con piedras colocadas a propósito, restos humanos, fragmentos de sarcófagos… Entonces nos acordamos que había una tumba real que se lleva buscando mucho tiempo», relata su codirector.
«Hay una cámara sepulcral, que estaba tapiada con piedras colocadas a propósito, restos humanos, fragmentos de sarcófagos… »
José Ramón Pérez-Accino
Codirector del proyecto C2
En la cámara sepulcral, a más de 12 metros de profundidad, los egiptólogos descubrieron que los antiguos egipcios habían pulido una piedra natural con forma de cartucho (un símbolo de una cuerda anudada que rodea el nombre del faraón) y que en ella se vislumbra una inscripción, que aún está por estudiar. En la misma estancia se observan además unos huecos que probablemente fueron excavados para ser usados como hornacinas.
Tanto por el cartucho, como por la amplitud de la cámara, que podría haber sido refugio de muchos sarcófagos, y por las dimensiones del corredor descendente, que cuenta con escalones tallados, los arqueólogos creen que ese enterramiento en origen de un noble, construido en el Reino Medio, se amplió en una segunda fase para ser utilizado como una tumba real.

Por los restos cerámicos hallados en el patio exterior, han datado la reforma a finales de la XVII Dinastía o principios de la XVIII, un dato que refuerza aún más su hipótesis.
Además, se encuentra en el camino del Valle de los Reyes y la 'Cachette'. «Hoy no es transitable, pero sí lo era en época de Howard Carter y en la Antigüedad. La tumba está en el camino que tomaron los sarcófagos reales», subraya Pérez Accino, que ha presentado sus conclusiones en un congreso celebrado en Sevilla en octubre y las expondrá en unos meses en Viena y en Leiden.

El raro hallazgo en su interior de un piramidón indica que la tumba fue después reutilizada. Esta piedra, que coronaba una pequeña pirámide de adobe en el exterior de las sepulturas tebanas en época posterior, y los bloques de calidad hallados junto a ella sugieren que no estaba inacabada, como se creía. Contaba con una fachada, realizada en una piedra mejor.
Entre reinas
Los arqueólogos del proyecto C2, entre los que se encuentra Carmen Pérez Die, exdirectora del MAN y directora de las investigaciones en Heracleópolis Magna, han continuado sus excavaciones alrededor del llamado Escondrijo Real. Por los grafitos observados en el camino que lleva a esta tumba, su ubicación ante la efigie que antaño presidía el valle y las rampas y escalones que conducían hasta ella, están convencidos de que no fue ningún escondite. Incluso han hallado recientemente unas pequeñas capillitas de culto en el antiguo camino que refuerzan su idea.

En la última campaña de este proyecto que patrocina la Fundación Gaselec, Userkaf Patrimonial, STE Group, Argea Consultores y viajes Pausanias, «han aparecido estructuras que predatan su uso como 'cachette'«, cuenta el codirector de las excavaciones mientras muestra en una fotografía unas placas verticales de piedra, características de la entrada monumental de un tipo de tumba de principios de la dinastía XVIII. A su juicio, en la TT 320 hubo al menos dos niveles de ocupación. Fue una tumba de la XVIII Dinastía que posteriormente se utilizó en el primer milenio, en lo que se ha venido llamando la 'cachette' real.
Sus hallazgos vienen a respaldar la propuesta que hizo hace unos años David A. Aston. Tras estudiar la planta de la tumba, los datos que se conocen sobre la disposición de las momias y los restos cerámicos hallados en la cámara sepulcral, el egiptólogo británico sostuvo que probablemente la 'cachette' fuera en origen la tumba de la reina Ahmose Nefertari, «la madre de Amenhotep I y madre ancestral de todos los reyes del Reino Nuevo«, apunta Pérez-Accino.
El cuerpo momificado de esta importante reina de la XVIII Dinastía, tocaya de la famosa esposa de Ramsés II, es uno de los que se encontraron en la 'cachette' en un magnífico sarcófago.
«Lo bonito es que David Aston llegó a una conclusión con una serie de datos internos, y nosotros, con información completamente diferente y externa, estamos llegando a la misma conclusión, con lo cual el argumento de que fue una tumba real de principios de la XVIII Dinastía es cada vez más serio«, concluye el egiptólogo de la UCM.
Curiosamente, la momia de Inhapi se halló en la 'cachette' en el sarcófago de una dama noble llamada Rai, nodriza de Ahmose Nefertari. Es posible que ambas se conocieran. Dos reinas vinculadas en vida... y en la muerte.
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