El Prado informa a la juez de los «costes intangibles» del ataque a 'Las majas'
El perito valora en 3.600 euros los daños materiales de la agresión de Futuro Vegetal a sus marcos
El museo advierte de que el coste reputacional puede afectar a futuros préstamos
Quevedo se aparta de la música: «No soy una máquina»
Sumar y Podemos piden despenalizar las acciones activistas de Futuro Vegetal
El líder ecologista del ataque al Congreso desvió 54.000 euros a su cuenta
![El Prado informa a la juez de los «costes intangibles» del ataque a 'Las majas'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/01/25/museo-RyLqv3hp8d1yjdQA5nYilPN-1200x840@abc.jpg)
Hay protestas y protestas. Hay quien escala la fachada de un museo y despliega una pancarta como forma de denuncia y hay quien decide ponerse superglú en las manos y pegarse al marco de una obra de arte haciendo un destrozo sobre una madera labrada ... en el año 1900. De esa época son los marcos de los cuadros de Francisco de Goya 'La maja desnuda' y 'La maja vestida', a los que dos activistas del movimiento ecologista Futuro Vegetal se fijaron «con un adhesivo tipo cianoacrilato», en una acción que buscaba denunciar el calentamiento global. «+ 1.5 cº», pintaron en la pared.
Abrasión, marcas de dedos, pérdida total del dorado… En la sala 38 del Prado se apreciaba el estropicio. El tabique se volvió a tapar de blanco, pero la dirección del museo decidió «no borrar la prueba del delito» y el canto y lateral dorado de los marcos quedaron dañados. «En las zonas de contacto del dorado se estrapó, quedando adherido a las manos debido al mínimo grosor que poseen las láminas de oro que recubren su superficie», reporta el museo en un informe al que tuvo acceso ABC.
Según el examen hecho por su coordinador jefe de restauración y la responsable de la colección de marcos, el más afectado fue el de 'La maja vestida', por la gran cantidad de adhesivo que tenía «incrustado en las zonas de talla y relieve de la zona frontal». El coste total de los daños se estima en 3.600 euros -entre el valor de una eventual reparación de ambos marcos, la compra de material y maquinaria utilizados para la rehabilitación de la sala y las horas extra que tuvieron que abonar a personal de seguridad, restauración y mantenimiento-.
La cifra económica no es elevada. Pero los peritos ponen encima de la mesa otros costes, «los intangibles», de mayor calado. Lo hacen en un segundo informe al que también tuvo acceso este diario, en el que evalúan lo ocurrido el día del ataque. «El valor reputacional del Museo se ha visto sin duda afectado por estos actos, que han perjudicado su imagen como lugar seguro y confiable», se puede leer. Porque, esos días, se cuestionaron los protocolos y la actuación del museo en materia de seguridad. «Es posible que estas acciones tengan como consecuencia el endurecimiento de las condiciones en futuras peticiones de préstamos, con repercusión en los costes a asumir por parte de los museos depositarios, o en el aumento del número de negativas a prestar obras», advierten.
En el escrito, además, el Prado se muestra preocupado por la imagen que esos días pudo trasladar a sus visitantes. De las 8.144 personas que acudieron al museo ese día, calculan que fueron unas 4.600 las que se quedaron sin ver las obras de Goya como consecuencia de la acción y posterior cierre de la sala durante casi cuatro horas. Ambos informes han sido aportados al juzgado madrileño que investiga a los dos activistas. Se les atribuyen posibles delitos de daños contra el patrimonio y desórdenes públicos.
Instrucción prorrogada
El pasado mes de noviembre la magistrada al frente del caso acordó la prórroga de la instrucción otros seis meses, siguiendo el criterio de la Fiscalía, que entendía que podía ser necesaria la práctica de alguna diligencia más.
Era sábado, 5 de noviembre de 2022, cuando los dos investigados llevaron a cabo la acción en el Prado, en nombre de Futuro Vegetal, el colectivo ecologista que exige la adopción de un sistema agroalimentario basado en plantas para luchar contra el cambio climático. Nunca sabremos si podría haber sido peor. Los informes de la causa revelan que, junto a los dos activistas, accedieron al museo otros dos jóvenes, uno de ellos con una bolsa de acuarelas que fue requisada al pasar el escáner. No se detectó, en cambio, ni el pegamento Loctite, ni el bote de pintura negra.
Marco de 'La maja desnuda'
DAÑOS
-Abrasión
TRATAMIENTO
-Limpieza de los restos de adhesivos mediante disolventes
A las 13:08 ocurrió todo. Una auxiliar da el aviso mientras otra intenta impedir que se grabe la escena: dos activistas se han saltado el cordón y se han adherido a dos «marcos fernandinos». En la pared ya han hecho un garabato.
Cuatro minutos tardaron los restauradores en despegar al primero del marco de 'La maja vestida'. El doble de tiempo tuvieron que emplear para liberar 'la desnuda'. Se ayudaron de crema de manos de la marca Nivea, tal y como establece el protocolo de actuación frente a este tipo de ataques -explican por escrito-, desarrollado por el museo ante el incremento de acciones similares en el extranjero.
En lo que respecta a las dos pinturas de Goya, informan a la juez de que llegaron al Prado de la Real Academia de San Fernando con una moldura lisa a principios del siglo XX. Fue una vez en el museo, «bajo la dirección de José Villegas», cuando se hicieron estos «marcos fernandinos, inspirados en el gusto mobiliario de los años en los que fueron realizadas las pinturas por Goya». Aseguran que existen fotografías que permiten afinar las fechas de su creación entre 1911-1912.
En el escrito, además, el museo justificó que no hubieran reparado los mismos de la siguiente manera: «Esta intervención todavía no ha sido realizada, ya que requiere cerrar la sala durante varios días, por lo que se intentará acometer en un período en el que haya menor afluencia de visitantes».
Marco de 'La maja vestida'
DAÑOS
-Marcas de dedos y abrasión
TRATAMIENTO
- Reintegración matérica
La del Prado es sólo una de las más de 60 acciones que el movimiento ecologista Futuro Vegetal ha venido reivindicando desde su creación en el año 2022, la última esta misma semana, llevada a cabo en un establecimiento de comida rápida. La Policía cifra en al menos 500.000 euros el coste total de los daños provocados.
El pasado mes de diciembre, la Brigada Provincial de Madrid, en una operación coordinada por la Comisaría General de Información, detuvo a 22 de sus miembros. Los agentes sostienen que la estructura del colectivo responde al de una organización criminal, «con un claro reparto de tareas» y una finalidad delictiva coordinada por líderes conocidos como 'dinamizadores', que reciben presuntas remuneraciones por sus responsabilidades. Tal y como desveló este diario, uno de ellos, conocido como Bilbo Bassaterra, habría desviado a una de sus cuentas al menos 54.000 euros de los 140.000 que el movimiento ecologista habría recibido en donaciones en los últimos nueve meses.
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