El líder ecologista del ataque al Prado y el Congreso desvió 54.000 euros a su cuenta
La Policía sostiene que parte de los donativos del colectivo Futuro Vegetal se usaron para pagar a los jefes por «coordinar la actividad delictiva»
Bilbo Bassaterra explica a ABC que los movimientos se deben a «gastos de mantenimiento» y están autorizados por un equipo de finanzas
Los investigadores entienden que el grupo opera como una organización criminal y ha detenido a 22 integrantes

Pintaron la fachada del Congreso de los Diputados, se pegaron con pegamento en los marcos de dos cuadros de Goya en el Museo Nacional del Prado, provocaron el cierre temporal de los aeropuertos de Ibiza y Adolfo Suárez-Barajas y cortaron los accesos a Mercamadrid ... , colapsando la M-40. Son algunas de las acciones que Futuro Vegetal, -el colectivo ecologista que exige la adopción de un sistema agroalimentario basado en plantas para luchar contra el cambio climático-, ha venido reivindicado desde su creación en el año 2022.
Más de una veintena de sus 300 integrantes han sido detenidos por la Policía en una operación que se mantiene abierta desde el pasado mes de diciembre y en la que no se descarta que el número de arrestos siga creciendo. Porque para los investigadores, la estructura de Futuro Vegetal responde al de una organización criminal: son más de dos personas que con carácter estable e indefinido en el tiempo, de previo acuerdo y de forma coordinada, se habrían repartido tareas con el fin de cometer delitos.
Según las pesquisas de la Brigada Provincial de Madrid, los tres líderes del colectivo han recibido hasta 140.000 euros en donativos para dirigir las acciones, de los cuales al menos 54.000 habrían ido a parar -en nueve meses- a la cuenta personal de uno de sus jefes, Bilbo Bassaterra, la cara visible de Futuro Vegetal. Así lo revelan las cuentas abiertas que tiene el grupo ecologista en Open Collective, una plataforma de 'crowdfunding' que permite recaudar fondos para distintos proyectos y cuyo saldo se puede consultar en la web.
En conversación con ABC, Bassaterra justifica los movimientos de dinero como «gastos de mantenimiento». Niega, como sostiene la Policía, que los traspasos de las cuentas de donativos sean remuneraciones por coordinar una presunta actividad delictiva y asegura que no es el único que recibe una cantidad mensual. El concepto que figura en las transferencias es 'Gamva'. «Es un dinero que recibe un pequeño grupo de gente a la que se le cubre los gastos vitales y necesidades, ya que se necesita que haya gente que esté a tiempo completo. No es un sueldo y no se paga por hacer algo concreto. Es un dinero destinado a la supervivencia», explica Bassaterra, que indica que 12 personas más han llegado a cobrarlo. Él se encuentra entre los detenidos. Cree que la Policía está criminalizando el derecho de protesta.
Son dos las fuentes por las que se financia Futuro Vegetal. Por un lado, los donativos de particulares que quieren colaborar con el proyecto y que se destinan al pago de asesoría jurídica y gastos judiciales derivados de sus acciones. Por otro, el colectivo recibe una dotación económica de Climate Emergency Fund, una organización americana que recauda fondos y otorga subvenciones anuales a los «activistas valientes que despiertan al público sobre la emergencia climática». Según su página web, desde 2019 han financiado a un total de 114 organizaciones, entre ellas Extinction Rebellion.
Futuro Vegetal recibe este dinero a través de dos cuentas que tienen en Open Collective. Es en la denominada 'Tierra en Movimiento' en la que el fondo americano ha inyectado casi 126.000 euros desde febrero de 2023. Según se puede comprobar en la página web, hasta la fecha se han gastado 111.401,76 euros. Y de ese dinero, Bilbo Basaterra, quien opera en Open Collective bajo el alias de 'Gato con Botas', ha hecho traspasos a su cuenta personal de al menos 54.000 euros. La mitad en concepto de 'Gamva' (constan traspasos de hasta 6.000 euros al mes; el último, por valor de 2.178 euros tiene fecha del pasado 10 de enero). Y la otra mitad, bajo otros conceptos, como el que hizo a su cuenta en marzo de 2023 por valor de 7.790 euros para 'materiales'.
Bassaterra, preguntado por los criterios que se siguen para fijar las cantidades mensuales a repartir, explica que «va en función de las necesidades de cada uno». «Si tienes personas dependientes a tu cargo, mascotas, obligación de pasar una pensión alimenticia a tus hijos…». Asegura que hay un equipo de finanzas, conformado por cinco personas, que es el que autoriza tanto los traspasos mensuales como de 'gastos varios', 'viajes' o 'materiales'.
No obstante, según ha podido saber ABC, existe malestar dentro del propio colectivo y hay voces internas críticas con la gestión que hablan incluso de un uso fraudulento de los fondos. «Dadme mi último 'Gamva' y gastos de viajes. Me la suda si Hummus lo pidió por su cuenta, lo pagué yo de mi bolsillo. A diferencia de quienes se piden 2.000 euros mensuales y otros 6.000 en 'camisetas' y extras, yo tengo personas a mi cargo y cosas que hacer», se queja en Open Collective uno de los integrantes de Futuro Vegetal. Otros miembros han emitido un comunicado, consultado por este diario, en el que solicitan «explicaciones inmediatas y responsabilidad» sobre los presuntos «movimientos opacos» que apunta la Policía.
Daños por más de 500.000 euros
A Futuro Vegetal se le atribuyen 65 acciones cometidas por todo el país e incluso en el extranjero. Y el coste total de los daños causados se estima en más de 500.000 euros, sin contar con los desperfectos en el patrimonio artístico. A los 22 detenidos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, daños contra el patrimonio histórico, contra la seguridad vial y del tráfico aéreo, atentado a agente de la autoridad y desórdenes públicos.
Al conocerse el detalle este viernes, el colectivo reaccionó en su cuenta de X: «Los 140.000 euros en donativos los recibió la colectividad, no 'los líderes' (...) ¿Nos explicáis cómo habéis calculado lo de los 500.000 euros cuando siempre usamos pintura lavable?», desafiaron. Para la Policía, las cuentas se quedan cortas. La operación sigue abierta.
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