El Primavera Sound pone rumbo a Madrid tras reunir a 193.000 personas en Barcelona
El festival, que pierde público respecto a la edición excepcional de 2022, asegura haber encontrado su medida ideal en el parque del Forum
Depeche Mode, entre la fiesta y el funeral en el Primavera Sound

Venía el Primavera Sound de una dinámica aplastante, de ediciones de crecimiento sin techo aparente y cifras mareantes, pero lo del año pasado fue una rareza irrepetible: 460.000 personas repartidas en dos fines de semana, 220.500 el primero y 240.000 el segundo, y espoleadas por la euforia pospandémica. Lo normal, claro, era que la edición de 2023 quedase por debajo de aquella marca. Y, efectivamente, así ha sido.
Según datos de la organización, por el Fòrum han pasado desde el jueves 1930.000 espectadores, cifra redonda que crece hasta los 253.000 asistentes sumando la programación en salas y la actuación gratuita de Pet Shop Boys del miércoles. Comparado con el año pasado, la pérdida de espectadores es significativa, pero si nos fijamos en las últimas ediciones prepandémicas, la cosa cambia. Así, en 2018 y 2019, las tres jornadas de pago del festival congregaron a 179.000 y 178.000 personas, respectivamente. Lo raro, queda claro, fue el desborde de 2022.
Así que se podría decir que las aguas han vuelto a su cauce y, tras la amenaza de masificación, el festival recupera unas dimensiones algo más manejables. «El recinto tiene capacidad para 80.000 personas, pero no nos preocupa no agotar el aforo. Unas 65.000 personas por día es una medida con la que nos sentimos cómodos», ha asegurado el director del festival, Alfonso Lanza. La reordenación del recinto, con los escenarios de la entrada reubicados para mejorar la movilidad del público, ha contribuido a que desaparezcan las apreturas y los agobios y que el festival asegura haber encontrado un tamaño con el que se siente cómodo.
«Se ha vuelto a hablar de música, y eso es una buena noticia«, ha dicho el director de comunicación del festival, Joan Pons. Y, en efecto, sin aglomeraciones, ni murales de Isabel Díaz Ayuso y Ada Colau, ni polémicas sobre la continuidad o no de la cita en Barcelona, la música ha sido la gran protagonista. Ahí están, por ejemplo, el deslumbrante pase de Kendrick Lamar, el enternecedor retorno de los Moldy Peaches, la veteranía punk de Bad Religion, y el candor indie de The Delgados.
Próxima parada, Arganda del Rey
A la espera de que Rosalía eche el cierre de madrugada, el Primavera Sound prepara ya las maletas y pone rumbo a Madrid, donde se estrena el próximo fin de semana. Cartel casi idéntico y, según ha reconocido Lanza, unas expectativas algo más modestas y realistas. Su previsión, asegura, es reunir a unas 40.000 personas por día en el recinto de Arganda del Rey.
De vuelta a Barcelona, la organización ha detectado un caída del público extranjero, de 65 al 52 por ciento, y, en concreto, una menor presencia de asistentes ingleses: el precio de vuelos y los hoteles, disparado por la coincidencia con el Gran Premio de Fórmula 1 en Montmeló, ha echado a mucha gente para atrás, según ha reconocido Lanza.
El director del festival también ha explicado que, de cara futuras ediciones, no se descarta implantar algún tipo de precio simbólico para la jornada inaugural gratuita: este año, con el único requisito de una reserva previa, casi 6.000 de las 26.000 personas que bloquearon entrada no se presentaron, dejando a otros tantos con ganas de ver a Pet Shop Boys.
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