Julián Quirós: «Me enerva que aquel mundo que fue nuestro sea visto como un error»
El director de ABC presentó en el Ateneo de Madrid su último libro, 'Antes de que Google nos alcance'
Crítica de 'Antes de que Google nos alcance'
«Me enerva que aquel mundo que fue el nuestro careciera de prestigio, como si fuera un error humano, científico, técnico. Como si aquella manera de vivir fuera errática. Como si tuviéramos que abominar de aquello que pasó porque fuera algo no honorable. Y no fue ni peor ni mejor: fue la forma de vivir que nos tocó», dijo Julián Quirós, poeta y director de ABC, en la presentación de su último libro, 'Antes de que Google nos alcance' (Reino de Cordelia), en una declaración que resumía, a su modo, el poemario y la conversación en torno a él. El acto, celebrado en el Ateneo de Madrid, lo introdujo Joaquín Pérez Azaústre, y en él intervinieron, además del autor, Ángel Antonio Herrera, Luis Alberto de Cuenca, Jesús Egido y Carlos Aganzo. También hubo música: la de Cristina Mingo Salcedo y Sara Ropero Encabo.
Pérez Azaústre empezó haciendo referencia al eco del título del libro con aquella película de Charlton Heston, 'Cuando el destino nos alcance'. Y luego dijo: «En el Ateneo nos gustan muchos los perfiles poliédricos». Se refería, claro, a la condición de Quirós de poeta y periodista, dos mundos que se enriquecen, en su opinión, aunque parezcan tan lejanos a primera vista: el ruido y la intimidad. Carlos Aganzo citó a Larra y a Umbral, dos hombres que habitaron esas dos vocaciones, y Jesús Egido, editor de Reino de Cordelia, celebró que la poesía se acerque a la actualidad, como en el caso de Quirós. También entre el público se veía esa mezcla: Jorge Fernández Díaz, Esperanza Aguirre, Andrés Amorós, Juan Manuel de Prada, Nieto, Puebla, Javier Lostalé, Elena Cué, Marina Valcárcel, Paula Varona, Mayte Rico, Diego Doncel, A. J. Ussía, Enrique de Ybarra, Emilio del Río, Manuel Marchena, Ignacio Camacho...
Al poco, Ángel Antonio Herrera glosó el libro con su lirismo. Al principio apuntó que el tema era un atrevimiento, pues «Google no es una palabra de alcurnia literaria, sino más bien lo contrario. Es un temario escogido, la monarquía digital, sin tradición poética». Luego aseguró que el libro tiene dos partes, o sea, alas: el tiempo perdido y el ahora mismo, pasado y presente, recuerdo y otra cosa por llegar. «Quirós ilumina la amenaza de una memoria virtual donde el recuerdo queda a merced del algoritmo, que es casi como decir que el recuerdo ya no existe. Existimos hasta que Google nos alcance», aseveró.
«Para mí un director de ABC tiene que escribir poesía mejor que uno que no lo es», bromeó Luis Alberto de Cuenca, que luego recordó que es difícil usar la palabra Google en un poema. «Pero no te dejamos solo, Carlos Aganzo y yo hemos usado la palabra Google en un poema. Te damos cobijo». Y vuelta a reír. Más serio, abordó el tema de la memoria, uno de los ejes del libro. «Es casi una poesía de protesta contra este mundo informático que nos está acosando y que amenaza la memoria nuestra. Y la memoria, como todo el mundo sabe, menos los pedagogos que quisieron borrarla, es fundamental: sin memoria no hay nada. Deberíamos recitar todos los días la memoria de los reyes godos», subrayó.
Del yo al nosotros
En su poemario, Quirós hace memoria de una época más lejana en la memoria que en el tiempo. No hay nostalgia, sino recuerdo, en un acto de justicia poética que viene a decir: esto fue así, no lo olvidemos, estábamos allí, en ese lugar que hoy no existe. «Todo lo que sabíamos / lo vamos extrañando, / aquello que éramos / ya ni es lo que fuimos», lamenta en el primer poema. «En este libro he pasado del yo al nosotros. Esta es la crónica de una determinada manera de vivir, en un determinado sitio, en una época concreta. El nosotros me da más tranquilidad, el plural me da más desahogo. Los periodistas estamos acostumbrados a hablar de otros». «Y yo soy un periodista que hace incursiones en la poesía», sentenció. Como referencias citó a San Juan de la Cruz («no se ha llegado nunca más lejos»), Juan Ramón Jiménez («todo él»), Miguel Hernández («por lo rural, seguramente») y Fernando Pessoa.
¿Por qué no aflora la nostalgia?, preguntó Ángel Antonio Herrera. «La poesía es contención, no desbordamiento. Esto en periodismo es muy importante, también: llevar sujeto el animal, no dejarlo correr. Esta contención, además, es la que mejor refleja aquello que viví. La contención no responde al pudor. Yo quería reflejar aquel mundo, no adornarlo. Y aquel mundo era austero. La diversidad de opciones era corta. Y si yo quería reflejar aquello tenía que ser fiel a eso», remató Quirós.
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