Música
La revolución del hip hop y la reinvención del pop consumo
Nacido de forma más o menos oficial el 11 de agosto de 1973 en una fiesta callejera en el Bronx, el hip hop es, cincuenta años después, corriente musical mayoritaria e influencia capital de la cultura pop
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![El hip hop nació en una fiesta callejera en agosto de 1973](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/05/05/hip-OK-U501762112130waD-R4UHZ1yM5lrgKS1ZrJ5Rh6N-1200x840@abc.jpg)
El 'sorpasso' definitivo llegó en 2018, cuando el rap y el R&B desbancaron por primera vez al rock como género más popular en Estados Unidos. Ese mismo año, el todopoderoso festival de Coachella fichó a Beyoncé, The Weeknd y Eminem para encabezar ... cada una de sus jornadas, por lo que nadie podrá decir que el cambio de régimen le pilló por sorpresa. En realidad, llevaba décadas avisando, dejando pistas aquí y allá, y colonizando poco a poco la cultura popular.
Así lo recuerda el periodista Javier Blánquez en el imprescindible 'Loops. Una historia de la música electrónica del siglo XXI'. «Hubo un momento en que los productores 'new jack swing' aceptaron producir a 'boy bands' como New Kids on The Block -un gesto de nula 'autenticidad' para los estándares del hip hop ortodoxo-, y sentó un precedente insoslayable que explica cómo, a finales de los noventa, muchos productos pop se comercializaba con un enfoque R&B».
Lo llamaban pop, sí, pero en realidad era otra cosa: un ritmo universal, una «plantilla para la reinvención del pop de consumo», que diría Blánquez, que ha volteado por completo el panorama musical y cultural. «El rap se ha ido apoderando de forma lenta pero segura. Estamos influyendo en un flujo de música completamente nuevo», reconoció hace un par de años el rapero Quavo, uno de los integrantes del malogrado trío Migos. Lejos quedan esos tiempos en los que, como sugiere John Seabrook en 'La fábrica de canciones', «el éxito del hip hop se debía en parte a su negritud y su aire agresivo y peligroso, cualidades que también limitaban su atractivo para las madres blancas acomodadas que se dedican llevar a sus niños al fútbol».
Y aún más lejos quedan aquellos días de mugre y furia en los que el hip hop era el secreto mejor guardado del Bronx. «Había partes del distrito que parecían ruinas de guerra, y sus estadísticas sociales eran tercermundistas. Pero durante media década, sin que en el temeroso mundo exterior nada se supiera, albergó y ocultó buena parte de la música más emocionante y revolucionaria del planeta», recuerdan Frank Broughton y Bill Brewster en 'Anoche un DJ me salvó la vida'.
La década, antes de que pregunten, fueron los setenta. Y esos cinco años vendrían a ser los que separan la edición en 1979 de 'King Tim III' de Fatback Band y 'Rapper's Delight' de The Sugarhill Gang, los dos primeros singles de rap de la historia, y las 'block parties' del Bronx. Ahí, en una de las fiestas callejeras que se organizaban en las viviendas sociales, nació oficialmente y casi por accidente el hip hop. ¿La fecha? El 11 de agosto de 1973. ¿El lugar? El número 1520 de Sedgwick Avenue, en el Bronx. 25 centavos las chicas, 50 los chicos. A los platos, Clive Campbell, un gigante jamaicano de dos metros con una colección de discos sensacional y un nombre artístico épico: Dj Kool Herc. Herc de Hércules, claro.
El origen del ritmo
¿Su secreto? Localizar las partes instrumentales de las canciones, los 'breaks', con las que los chavales perdían la cabeza, y repetirlas sin parar. «Muchos de los bailarines obviaban el resto de la canción y se recostaban en la parece hasta que llegaba el 'break' del tema», recuerdan Broughton y Brewster. Así que lo que hizo Kool Herc aquella noche de agosto fue pinchar una serie de 'breaks' de forma seguida, sin las otras partes de las canciones: cachitos de James Brown; los Dynamic Corvettes; Cymade; los Isley Brothers; y la Incredible Bongo Band. 'Apache' y 'Give It Up or Turnit a Loose' en bucle. La gente, claro, se volvió loca.
Cuando, poco después, fichó a Coke La Rock como maestro de ceremonias para que animara al público encadenando rimas como you rock and you don't stop y hotel, motel, you don't tell, we won't tell, esculpió en granito los pilares maestros del hip hop. Dos platos y un micrófono para conquistar el mundo. Afrika Bambaataa, la Zulu Nation y The Clash contratando a Grandmaster Flash como telonero de su primer concierto en Nueva York en 1981. El 'sample' como resumen de una cultura, la de los siglos XX y XXI, hecha del reciclaje y la reinvención.'It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back', que dejarían dicho años después Public Enemy en una de las obras maestras del género.
Música, arte y baile
El punk empezaba a asomar la cabeza alrededor de St. Mark Place y los New York Dolls acababan de asestar una dentellada letal al glam, pero la auténtica revolución, la que acabaría cambiándole la cara a la música popular de las siguientes décadas, se fraguaba a unas cuantas manzanas de distancia, en un barrio en el que la policía hacía todo lo posible por no entrar y las fiestas ilegales eran toleradas porque mantenían a los jóvenes alejados de las armas y la violencia. «El hip hop es creatividad y actividad que surge del vecindario negro cuando todo ha sido despojado», destaca el rapero Chuck D, cerebro de Public Enemy, en la docuserie de la BBC 'The Story of Hip-Hop'.
El hip hop, de hecho, es mucho más que voz y ritmo. «Por aquel entonces lo conocíamos como 'rap'; 'hip hop' acabó siendo un término que incluía los actos de rapear y pinchar, el grafiti y el breakdancing'», recuerda la ensayista Lucy Sante en el fenomenal 'Beastie Boys. El libro'. Música, arte y baile como Santísima Trinidad de un movimiento que ha exportado el arte urbano a todo el mundo, ha moldeado la cultura pop a su antojo -no hay más que ver las fotografías de la MET gala de la semana pasada para seguir su huella estética- y ha convertido a los raperos en las estrellas del rock del siglo XXI. I said-a hip, hop, t he hippie, the hippie / To the hip hip hop-a you don't stop the rock, que cantaban The Sugarhill Gang.
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