Regalos de película para unas navidades llenas de cine

Y sí, quizá ahora todos somos un poco el primo Dudley. Pero en una sociedad donde los regalos para niños se han convertido en moda para adultos, nada sorprende. Hay funkos, Lego de colección, camisetas con frases de cine, pósteres que antes iban en el cuarto de estudiante y ahora en el despacho... Hasta 'merchandising' de esa franquicia que estrenaron cuando eran niños y de la que ahora buscan en tiendas especializadas una varita mágica, aquella nave espacial que disparaba rayos láser o el anillo de poder para ponerlo en lugar preferencial en el salón, al lado de la foto del sobrino o del perro.

Si es de este perfil, y en plena hora de nostalgia noventera, puede abrir la cartera y regalar (o autorregalarse) un Lego de 'Solo en casa' (299 euros) con casi 4.000 piezas para recrear las icónicas escenas de la película de Macaulay Culkin y meterse en la piel (o el plástico) de Kevin McCallister. Si a su hijo no le suena de nada ese Kevin McCallister o no sabe quién es ese millonario de tupé raro y piel anaranjada que hace un cameo, no se preocupe, el regalo vale igual: así lo atestiguan aquellos padres de los 90 que regalaban un 'Scalextrix' 'al niño' y le quitaban el mando a los diez minutos. El autorregalo nunca pasa de moda.

Un presente más adulto es, obvio, el vino. Infalible para esa gente difícil de regalar pero que siempre recibe en casa con media botella de vino ya bajada y los labios morados. Por 26,85 euros el tinto reserva y 19,85 el blanco, puedes poner en su mesa unos fantásticos 'caldos' de los viñedos de Francis Ford Coppola. Y, además, amenizar la noche contando la historia de que el director de 'Apocalypse now' ha tenido que vender esos viñedos para financiar su última película, 'Megalópolis', con la que además, y viendo el fracaso en taquilla, ha terminado por dilapidar sus ahorros (y la herencia para sus nietos). Puede acompañar la botella con el DVD del filme, que pronto saldrá a la venta. Otra opción, si no quiere beber vino californiano, es apostar por el Rioja (28,50 euros) que homenajea a Clint Eastwood, Predicador, un vino de Bodegas Contador, que quedan más cerca de casa.

Más allá de los objetos, el mejor regalo para el amigo o la amiga cinéfila es séptimo arte. Y en pantalla grande, porque ahí, además de regalar unas entradas para ver una película le obsequia dos horas en la oscuridad del templo y bajo la luz del proyector. Dos horas lejos del mundo real, de la pantalla brillante del móvil, de las notificaciones. Dos horas, al fin, de felicidad. Y, por suerte para todos, estamos en la mejor época del año para ir a una sala. En las próximas semanas llegarán los estrenos que las grandes distribuidoras llevan meses guardándose bajo la manga de cara a la temporada de premios y, al tiempo, en las plataformas aterrizan las mejores películas de principios de año, aquellas que triunfaron en los primeros festivales. Total, un festín cinéfilo que puede empezar desde hoy con 'Cuando cae el otoño', la película del francés François Ozon, un clásico del cine de autor galo que siempre tiene una particular mirada a nuestro mundo moderno.

Si tiene paciencia, para la semana que viene puede ir reservando entradas para 'Cónclave', de Edward Berger y protagonizada por Ralph Fiennes, una película que estará en la carrera al Oscar. Y para el 25 de diciembre vuelve el maestro Paolo Sorrentino con 'Parthenope', un canto a la nostalgia, a la juventud y, claro, a 'La gran belleza'. Solo para 'sorrentinianos'. Ese mismo día de Navidad se estrena 'Oh, Canada', de otro maestro, este más veterano, Paul Schrader (que fuera guionista de cabecera de Scorsese), que reúne en pantalla a Richard Gere y Uma Thurman.

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Si no se atreve a elegir película para regalar, o simplemente conoce regular los gustos de su 'amigo invisible', puede optar por una tarjeta regalo para comprar entradas (las salas Renoir la tienen con grandes ventajas, además de exhibidoras como Cines Golem, Kinépolis, Cinesa, Yelmo y otras grandes) o, si ya quiere hacer algo más especial, puede alquilar una sala para una proyección privada (o para un cumpleaños). Los cines Renoir lo ofertan, y también los Kinépolis, los Paz... Incluso en Cinesa puede alquilar una sala de cine para jugar a videojuegos. Los precios, en este caso, varían tanto como las opciones que quiera incluir.

Otra salida, también sencilla para cinéfilos, es regalar una suscripción a alguna plataforma. No tiene fallo, aunque también es más que probable que, si su beneficiario es un verdadero amante del cine, ya las tenga todas. Puede probar con Filmin o FlixOlé, si tiene gustos más alejados de las conversaciones de ascensor. Y, para los aficionados del formato físico, un DVD. Ahora se lanza una cuidada edición de 'Robot Dreams', de Pablo Berger, una joya de animación muda nominada al Oscar.

Más regalos, por si quiere cumplir el sueño del primo Dudley y esta Navidad regalar o regalarse 37 cosas. Están 'de moda' -o de antimoda- los llamados 'Ugly Sweaters', esto es, jerseys navideños feos. En realidad llevan ya tiempo de moda. Originalmente se trataba de buscar en el armario algo hortera y pasado de moda con algún detalle navideño. Hoy, se compran en Zara o el Primark. La 'fast fashion' no descansa nunca. Ni el consumismo compulsivo.

Disney ha sacado una serie de 'Ugly Swaters' con detalles navideños de sus películas clásicas. Hay diseños de 'Pesadilla antes de Navidad' (Primark, 18 euros), de 'Spiderman' (24,95 euros, de H&M)... Si no los quiere lucir en la calle, en El Corte Inglés venden pijamas de Minnie Mouse o de Mickey por 39,99 euros.

Si toda esta ingente cantidad de 'consumibles' le han dejado exhausto, quizá pueda encontrar en la lectura la calma. Libros Cúpula edita un fabuloso libro ilustrado sobre la vida y obra de Steven Spielberg escrito por Ian Nathan. Una guía para profundizar en el popular cineasta. En esa misma serie de Cúpula están también, entre otros, aproximaciones a Christopher Nolan, Tim Burton o Clint Eastwood. Y si lo que le apetece es ponerse a esto de ser sujeto activo y no pasivo, confíe en el clásico 'El viaje del escritor', de Christopher Vogler. Así podrá cumplir el objetivo de todo esto: producir para consumir sin parar.

Si este catálogo se le ha quedado corto, haga caso al título del de Ulises Carrión, 'Querido lector. No lea'. Así que, querido lector, no lea el catálogo de juguetes de El Corte Inglés y déjese guiar por esta lista de regalos para ese pariente cinéfilo, para su amigo invisible 'friki', para su pareja fiel creyente de Sorrentino o para sus padres, que todavía cree que el mejor cine es el de los años 50. Y disfrute. Feliz Navidad.