CRÍTICA DE:
'Goya / Picasso. Tauromaquias', en la Fundación Unicaja de Málaga: un mano a mano con intensidad
Málaga
Fundación Unicaja, en Málaga, hermana al autor del 'Guernica' con el genio de Fuendetodos a través del grabado y la tauromaquia
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Málaga, ciudad natal de Picasso, no podía escapar a la profusión de actos y exposiciones que han celebrado el 50 aniversario de la muerte del artista. La dimensión y alcance de algunas de esas entregas permiten señalar, tirando de símil, que Málaga ha disfrutado - ... y aún disfruta- de un buen reparto de 'primeros premios'.
No en vano, situándose en la ciudad el Museo Casa Natal y el Picasso Málaga, estas instituciones han promovido algunas de las citas más interesantes y trascendentes de esta celebración. Y en este escenario de numerosas y contundentes entregas, la Fundación Unicaja, enraizada en Málaga, ha abrigado muestras estimulantes en sus universos y exquisitas en sus puestas en escena.
Una de ellas es 'Goya/Picasso. Tauromaquias', que pone en diálogo a los dos maestros españoles mediante sus conjuntos de grabados dedicados al toreo, algo tan aparentemente sencillo como, en cambio, enriquecedor e incluso sublimador.
En primicia
Nos encontramos, además, ante la primera ocasión en la que las planchas de cobre que grabara entre 1814 y 1816 el artista aragonés salen de la Calcografía Nacional. No sólo cabe citar esta circunstancia por lo que de oportunidad o hecho histórico tiene, también porque estas planchas se constituyen en elemento vertebrador del montaje y me atrevería a decir que llegan a eclipsar al conjunto, no solo por su refulgente brillo, muy especialmente por su cotejo con las estampas y por lo apabullantemente prodigioso de su trabajo de grabado y bruñido.
Ante ellas, ante los innumerables trazos de diferente profundidad y grosor, que se condensan o espacian, y ante la alquímica magia que encierran, quedamos absortos, sublimados, rehenes de ese enjambre de incisiones. Imposible que no brote la rendida admiración ante la dificultad del proceso de concepción y ejecución.
Las series de Goya y Picasso (la del malagueño, grabada en 1957 y editada dos años más tarde) se disponen en paralelo a lo largo del recorrido, de manera que siempre es posible la comparación entre ambas, al tiempo que se puede cotejar cada plancha goyesca con la imagen resultante. Por último, cierran el recorrido las cuatro estampas litográficas de 'Toros en Burdeos' (1825), su última internada en lo taurino.

La ligereza, delicuescencia, gracilidad y dinamismo de las 27 estampas 'picassianas', que trasladan magistralmente las potenciales características del aguatinta al azúcar, contrasta con la intensidad, dramatismo, detallismo, naturalismo y prospección psicológica que desbordan las 40 estampas (aguafuerte, aguatinta y buril) y las 33 planchas goyescas.
Ese contraste se traduce en el montaje, esencial y ligero en la pared de Picasso, de gran peso visual en la de Goya al recrear un gabinete calcográfico en madera. Las siete planchas trabajadas a dos caras, cuyas estampas resultantes se incorporan a partir de la tercera edición, construyen el ritmo del montaje, pues han de situarse en perpendicular a la pared para observar el anverso y el reverso.

Goya / Picasso
¡Tauromaquias'. Cuatro estrellas. Centro Cultural Fundación Unicaja. Palacio Episcopal. Málaga. Plaza del Obispo, 6. Comisario: Víctor Nieto Alcaide. Hasta el 10 de diciembre
Ver enfrentados a Goya y a Picasso no sólo evidencia los modos tan distintos de traducir la lidia, también, y especialmente, el sentido mismo de su dimensión como fenómeno: crítico y trágico en Goya, nostálgico y festivo en Picasso.
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