ARTE
Aprender a percibir a Nancy Holt
BARCELONA
Creadora fundamental del conceptual y el 'land art', compañera de autores como Robert Smithson, Joan Jonas o Lucy Lippard, pero no lo suficientemente reconocida. El MACBA nos la redescubre
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Con Nancy Holt (1938-2014) se cumple a la perfección esa tópica máxima (machista donde las haya) de que detrás de un gran hombre suele haber una gran mujer. Ella fue esposa de Robert Smithson, uno de los padres del 'Land Art', ... con el que realizó obras en coautoría, y del que se encargó de proteger su legado tras su muerte en 1963.
Pero además fue una interesantísima creadora que siempre fomentó el trabajo colaborativo (primero con autores de la talla de Carl André, Eva Hesse, Joan Jonas, Sol Lewitt o Richard Serra), más tarde con equipos de científicos, astrónomos, arquitectos o ingenieros, según su campo de acción se ampliaba. Y, sin embargo, historiográficamente se pierde su rastro. De hecho, ella misma en sus diarios llegó a lamentarse de cómo todos estos grandes artistas, amigos, de alguna manera la ninguneaban. Así se escribe la Historia.
Efecto corrector
Una Historia que ahora se plantea corregir el MACBA, adaptando a sus salas una muestra fruto de la colaboración entre la Holt/Smithson Foundation y el Bildmuseet sueco, en la que puede considerarse la primera monográfica de esta autora en Europa. Es más, prácticamente una desconocida en España, para la que el catálogo de la cita se asume como genuina aproximación teórica a su propuesta, con una reveladora 'autoentrevista', en la que desgrana sus intereses creativos. Haremos bien en entenderlo como una pieza más, en una exposición que en su salto a España crece con seis obras y algunos textos en la publicación para situar a Holt en su lugar.
Porque, con estos mimbres, es fácil situarla en los ámbitos del conceptual y el 'Land Art'. Sin embargo, Holt prefirió definirse (lo hace en la referida entrevista) como «artista de la percepción». Y es que plantearse qué enfocamos, hacia dónde dirigimos la mirada, lo que vemos y lo que no, configura lo que somos y cómo somos. En otras palabras: En función de un punto de vista físico, desarrollamos uno mental, un posicionamiento intelectual, lo que nos configura como sujetos políticos.



Quizás por eso el único pero que le podemos poner a esta 'retrospectiva' que repasa unos 30 años de la trayectoria de Holt es la licencia de su comisaria en Barcelona (Teresa Grandas, que suma su trabajo al realizado hasta la fecha por Katarina Pierre y Lisa Le Feuvre) de usar ese concepto de 'percepción' como hilo conductor de la propuesta frente a un recorrido cronológico, que quizás desorientaría menos a un público no familiarizado con su trabajo.
Por esta razón, hay que avanzar unas cuantas salas para toparse con los inicios artísticos de la norteamericana (tras una formación como bióloga: y así, para ella, lo natural y lo construido, ciencia y arte, siempre estarán conectados), que se sitúan en la poesía concreta (desde 1960 trabajó como asistente de edición en 'Harper's Bazaar'), con composiciones con las que ponía a prueba la estructura, el contenido y la forma del lenguaje, y que ya aluden a la visión o la ubicación como conceptos básicos.
La cita del MACBA reúne 'mapas' sin fronteras o accidentes geográficos, en los que las formas las delimitan la posición de los nombres de las ciudades sobre un plano; o un delicioso autorretrato, 'Making Waves', resultado de elevar un gráfico con tres líneas en función de qué faceta se sentía más Nancy Holt (más artista, más feminista o más mística) un día cualquiera de febrero de 1977.
Aquí ya queda claro que determiado uso de la escritura da pie a formas, y 'The World Through a Circle' (1972) es toda una declaración de intenciones sobre lo que esta figura geométrica supondrá para ella.
De la imagen al paisaje
Porque, si desandamos nuestros pasos y llegamos a la primera sala, entendemos ahora cómo la hoja de ruta de Holt le condujo del texto a la imagen, y, secciones más adelante, de la imagen al paisaje («En esas estructuras verbales aparece ya mi interés por el lugar y la geografía, el vacío, los ciclos del tiempo, las repeticiones y las duplicaciones», concluye).
Las obras que inician el recorrido invitan a amigos a transitar espacios bajo sus indicaciones escritas ('Stone Ruin Tour'); describen con la voz su galería neoyorquina, la de John Weber, o nos hacen reparar (es una serie fotográfica) en los mojones del camino ('Trail Markers') sobre los que ella deposita puntos naranjas, a la par que nos increpa sobre cómo se determinan nuestros pasos y cómo se conduce la mirada. La sección cuenta con un apéndice autobiográfico en sintonía con dos piezas para Barcelona en torno a la casa familiar de su tía Ethel. La memoria también se direcciona.
Viajar se convertirá en parte fundamental de su labor, y recorriendo las interestatales mapeará los distintos destinos con la cámara posando su atención en cuestiones anodinas: los charcos en Miami, los establecimientos de California en cuya rotulación se usara la palabra 'sun', las tumbas... A la entrada de esa sección, 'Points of View', un monolito cuadrangular con un vídeo en cada lado en el que se describe lo que se ve desde cada punto cardinal de la Clock Tower de Nueva York. Imposible tener la visión completa a la vez.

Sin duda, y la muestra le dedica buen espacio, algunos de los grandes hitos de Holt serán los 'Locators', esculturas realizadas con tubos industriales soldados en forma de T que dan pie a catalejos, sistemas de visión que, sujetos al suelo, mientras nos integran en la pieza, alertan de las trampas de la percepción (vemos círculos redondos a través de ellos, a pesar de la necesaria deformación de los mismos para que así sea, dado que la inclinación del soporte obliga a que lo plasmado en la pared con pintura sea una elipse, y obviamente, más grandes que la mirilla).
El mismo sencillo juego se traslada a sus piezas de luz ('Mirrors of Light' o 'Holes of Light') o a intervenciones sobre el paisaje ('Cabeza de Hidra' o 'Vistas a través de una duna', que, respectivamente, bajan las estrellas al suelo, reflejadas en círculos acuáticos, o permiten dirigir la vista, a través de un tubo de hor- migón insertado en una montaña de arena, hacia la costa o el océano).
Y de ahí, el plato fuerte, el proyecto que le llevó seis años de 'Sun Tunnels', en el desierto de Utah: cuatro túneles en los que el 'espectador' se introduce literalmente, que, desde los puntos cardinales, mapean el recorrido del sol de uno a otro solsticio, mientras los orificios que los perforan representan constelaciones. La documentación que incluye la sección constata que esta fue una labor ingente, ardua y minuciosa, para una obra de arte total, también colaborativa.

Nancy Holt
'Dentro fuera'. MACBA. Barcelona. Plaza dels Àngels, s/n. Comisarias: Katrina Pierre, Lisa Le Fevre y Teresa Grandas. Hasta el 7 de enero de 2024
De salida, uno sus 'sistemas eléctricos' y, en el atrio, 'Sistema de ventilación', estructuras que visibilizan circuitos de conducción generalmente ocultos a la vista (cableados, tuberías...). Estas monumentales piezas, junto a la serie fotográfica 'Light and Shadow Photo Drawings', vuelven a arrojar luz sobre una autora sobre a la que nunca debió hacerse sombra.
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