El Prado desvela la cara oculta del arte
El museo le da la vuelta a los cuadros en una exposición espléndida y singular, centrada en sus reversos
La 'espalda' de 'Las Meninas', al descubierto
![Martin van Meytens. 'Monja arrodillada' (anverso y reverso), hacia 1731](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso6-R1ltk0k7CrQ70lz6CJhP0bI-1200x840@abc.jpg)
Velázquez se autorretrató en 'Las Meninas' pintando el retrato de los reyes, a quienes vemos reflejados en un espejo. Dejó a la vista del espectador parte de la trasera y el bastidor del cuadro que estaba pintando. Ocupa una quinta parte de la superficie ... del lienzo real. Como ya informamos hace unos días en estas mismas páginas, el artista Vik Muniz realizó un facsímil del reverso de la obra maestra velazqueña, que se muestra por vez primera. Con ella arranca la nueva propuesta expositiva del Prado, bajo el título 'Reversos'. Una muestra atípica, inusual, para la que se ha optado por un montaje igualmente atípico e inusual, con las paredes de negro riguroso, en el que se ha trabajado durante tres semanas.
![Vik Muniz. 'Verso (Las Meninas)'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/meninas11-U68124254842ZJl-624x350@abc.jpg)
Ya lo advertía Javier Solana, presidente del Patronato del Prado: «Le hemos dado la vuelta al museo». Hace siete años, el artista Miguel Ángel Blanco llegó al Prado con esta propuesta bajo el brazo, pero no sabía entonces que daría tanto de sí la investigación. No se trata simplemente de exhibir cuadros del revés (que los hay), sino todo un estudio exhaustivo en torno a la cara oculta de las obras de arte. Y son muchísimas las historias que hay tras ellas en esta exposición, patrocinada por la Fundación AXA, que se muestra en las salas A y B del edificio Jerónimos hasta el 3 de marzo de 2024. Se han reunido 105 obras, cedidas por 29 prestadores, que abarcan desde el siglo XV hasta el siglo XXI.
Junto al 'clon' de la trasera de 'Las Meninas' (en el Prado coinciden dos 'Meninas: la original y el facsímil de su trasera), otras pinturas en las que los artistas aparecen en su estudio pintando un cuadro que no ve el espectador. Es el caso de Rembrandt y Van Gogh (que pisa por vez primera el Prado con un autorretrato). El comisario se ha tomado una licencia poética: concebir el bastidor (estructura para reforzar el soporte de las pinturas) como una Cruz. El artista 'asesina' el cuadro clavando esa cruz, lo crucifica. En una capilla, un viacrucis artístico donde lucen juntos un Tàpies ('Assemblage i graffiti') y un Miró (una de sus telas quemadas).
![Fragmentos del bastidor original del 'Guernica', donados al Reina Sofía por el MoMA](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/guernica_20231106164611-U43183041857tOA-624x950@abc.jpg)
A unos metros, cinco fragmentos del bastidor original del 'Guernica' (era plegable; el monumental cuadro se desmontó 45 veces), que hace unos años una conservadora del MoMA descubrió por casualidad en sus almacenes y que fueron donados al Reina Sofía, donde nunca se han expuesto. Semejan unas lanzas africanas. El comisario nos señala una mancha negra en la parte inferior de uno de ellos. A Picasso se le fue la mano con un brochazo: es la pincelada oculta del 'Guernica'. Miguel Zugaza peleó por que el cuadro regresara al Prado. No lo logró. Ahora se exhiben estos vestigios de su bastidor, y de forma temporal. Menos es nada. A su lado, preciosas fotografías en las que Rothko y Georgia O'Keeffe portan sus cuadros, Picasso firma las traseras de sus creaciones en La Californie, retratado por Douglas Duncan; la evacuación de las obras del Louvre a comienzos de la II Guerra Mundial o una de las salas del Prado utilizadas como depósitos de obras durante la Guerra Civil.
![A la izquierda, 'Assemblage i graffiti', de Tàpies. Fundación Telefónica. A la derecha, 'Tela quemada 4', de Miró. Fundación Miró, Barcelona](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/miro-tapies-U71448072166Imb-624x350@abc.jpg)
Emulando a Magritte (quien, por cierto, se estrena también en el Prado) y su célebre 'Esto no es una pipa', el recorrido nos lleva a la sección 'Esto no es una trasera', que se centra en los trampantojos. La pintura como engaño y artificio. En un lienzo de Boilly, un gato parece atravesar la tela para comerse unos arenques. Muchos artistas pintaron sus cuadros por ambas caras. En esta ocasión vemos estos cuadros bifaces por los dos lados. En una vitrina, una de las curiosidades de la muestra: 'Monja arrodillada' (h. 1731), del artista sueco Martin van Meytens. Un espejo nos desvela su reverso, en el que la monja aparece de espaldas con el hábito alzado, dejando a la vista su trasero. Van Meytens era pintor de Corte de la emperatriz María Teresa de Viena, enemiga acérrima de los desnudos en el arte. El propietario del cuadro, el conde Carl Gustaf Tessin, lo guardaba en su gabinete de aseo y solo lo enseñaba a invitados muy especiales. En la misma sección, un Kirchner, que llegó a pintar 135 obras por las dos caras. Era muy pobre y no tenía dinero para comprar lienzos. Se veía obligado a reutilizar los cuadros. En otra obra, Benlliure emborrona un cuerpo femenino para autorretratarse.
![Artista anónimo veneciano (antes atribuido a Marco Marziale). 'Retrato de hombre (¿Giulio Mellini?), en el anverso, y 'Paisaje con un naranjo y escudos de armas', en el reverso](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso7-U85548644444hbK-624x350@abc.jpg)
Algunos cuadros cuelgan de espaldas. Algo excepcional en un museo. Vemos traseras en las que los artistas prueban ideas, hacen composiciones que quedan descartadas o simplemente anotaciones: una dedicatoria, el legado de una obra en el testamento... En 'La lavativa', de Eugenio Lucas Velázquez, aparece escrito con gran ironía: «¿Qué pensabas? ¡Tonto! Pues en este mundo nadie se escapa». Caso aparte, el reverso de 'Verdugo con la cabeza de San Juan Bautista', de Orazio Gentileschi, cuya inscripción testifica sobre los crímenes cometidos a espaldas de las pinturas. Esta tabla pertenecía a Francisco García Chico, jefe de policía corrupto, que atesoró una gran colección de arte de más de 700 obras: Miguel Ángel, Velázquez, El Bosco... Fue ajusticiado, como el propio San Juan Bautista.
![Annibale Carracci y alumnos. 'El Éxtasis de la Magdalena' (anverso) y apuntes de figuras (reverso)](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso8-U16150530668nWt-624x350@abc.jpg)
Para Miguel Falomir, director del Prado, el reverso de un cuadro es como un yacimiento arqueológico, en el que se aprecia la estratigrafía con todas sus capas superpuestas. Pero también lo ve como un juego, cuando Alicia atraviesa el espejo. Pondera el proyecto de Miguel Ángel Blanco «por su densidad conceptual. Es mucho más que dar la vuelta a un cuadro. Hay hallazgos de gran finura como concebir el bastidor como una cruz». Muchas obras del museo se exponen por vez primera y destaca el director del Prado «la naturalidad del arte contemporáneo en este discurso».
![Artista anónimo. 'La Virgen con el Niño y san Juanito' (anverso) y 'Cristo mostrado al pueblo' (reverso)](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso9-U04174433688Rlw-624x350@abc.jpg)
En ciertos casos, las traseras de las obras de arte aportan información de su azarosa vida gracias a las etiquetas y sellos adjuntos: la sala de subastas donde se vendió, museos donde se exhibieron, el obituario de su propietario... 'Funeral de San Antonio Abad', de Fra Angelico, luce aún los lacres y el sello de la Casa de Alba (algunos coleccionistas marcan sus preciados tesoros, al igual que los terratenientes marcan sus cabezas de ganado) y una etiqueta de su incautación en la Guerra Civil por parte de la Junta Delegada del Tesoro Artístico Nacional. En el reverso de una obra de Andries van Eertvelt, una etiqueta da fe de que, «estando en la casa del ministro, se quemó y ha sido restaurada». En otra etiqueta se deja constancia de que se ha devuelto.
![Bernard van Orley. 'La Sagrada Familia' (anverso y reverso)](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso10-U74538812648arT-624x350@abc.jpg)
La exposición revisa también los añadidos y recortes que han sufrido algunas obras de arte a lo largo de la Historia. Aunque hoy sea impensable, se hacía porque no encajaban en la ubicación deseada. Cuelga enmarcado el añadido del siglo XVIII retirado de 'Los defensores de la Eucaristía', de Rubens. En ocasiones, los aceites usados en los pigmentos calaban la tela, apareciendo figuras fantasmagóricas en el reverso. Es el caso de un autorretrato de Orazio Borgiani. La exposición incluye una única escultura: 'Carlos V y el furor', de Leone Leoni. Se muestra el interior de su armadura. Prosigue la muestra con una sección dedicada al espectador frente a un cuadro. En una pared, fotografías de Sophie Calle (una mujer admira un marco sin obra: fue robada en el Isabella Stewart Gardner Museum de Boston), y Elliott Erwitt (en una de ellas, visitantes del Prado admiran las 'Majas' de Goya).
![Salomon Koninck. 'Un filósofo' (anverso y reverso)](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso12-U70467003078qUO-624x350@abc.jpg)
El final de la exposición está concebido como un pequeño gabinete de curiosidades. Las traseras de los cuadros desvelan un ecosistema, el de los materiales utilizados por los artistas: maderas, aceites, resinas, fibras vegetales... El más extraño, el corcho, usado por Sánchez Coello en 'Los desposorios místicos de Santa Catalina'. Francisca Ifigenia Meléndez usó cabello humano en una miniatura. Hay soportes inusuales, como la venturina, el pórfido rojo, la pizarra...
!['Confiscación de los enseres de la galería de un marchante', atribuido a François Bunel el Joven](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/06/reverso4-U15053337442NqO-624x350@abc.jpg)
Al final del recorrido, una puerta especular en bronce de José María Sicilia, de 2009, y tres piezas del propio comisario. Miguel Ángel Blanco se ha permitido la licencia de exponer en la muestra que él mismo comisaría, algo inusual, pero perdonable. Recogió el polvo acumulado en la trasera del cuadro más monumental de la colección del Prado: 'La Transfiguración', de Penni y Giulio Romano. Aprovechó una ocasión en la que se movió el lienzo, que pesa 558 kilos, y en el que intervinieron 20 personas. Incluyó ese polvo en tres libros-cajas de su 'Biblioteca del Bosque'. Blanco, que ya comisarió entre 2013 y 2014 otra exposición en el Prado, 'Historias naturales', comenta que «es una exposición muy abierta, libre, con sugestivas carambolas».
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